Boletín UNAM-DGCS-125
MÉXICO TIENE EL DESAFÍO DE DEFINIRSE COMO NACIÓN MULTICULTURAL:
FERNANDO SERRANO MIGALLÓN
Ante las posibles reformas a la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos nuestro país debe
enfrentar el desafío de plantearse a sí mismo como un Estado multicultural,
afirmó Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho (FD) de la
UNAM.
Al inaugurar el diplomado
“Reflexiones Constitucionales: Derecho y Cultura Indígena”, el funcionario
universitario expuso que el centralismo con el cual se busca unificar a los
mexicanos bajo el mismo conjunto de valores es la principal tendencia de todas
las leyes fundamentales en la historia de la nación.
Serrano Migallón consideró que
lo esencial radica en determinar si los aspectos culturales de las etnias deben
tener derechos diferentes, o si hay que establecer un sustrato uniforme.
Aquí tenemos uno de los
problemas fundamentales de la ciencia política y el derecho constitucional,
como es la frontera muchas veces frágil entre una concepción tradicional del
derecho y otra moderna y más abierta, precisó.
En la primera sesión del
diplomado participaron José del Val y Maya Lorena Pérez Ruiz investigadores del
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); Fernando Escalante,
sociólogo del Colegio de México, y Jorge Islas, director del seminario de
Sociología del Derecho de la FD.
En su intervención, José del Val indicó
que el reclamo actual de los indígenas mexicanos es su reconstitución como
pueblos y no sólo las reivindicaciones de sus usos y costumbres como
comunidades.
Sus planteamientos, agregó,
son esencialmente modernos, pues en todo el mundo se revisa la constitución de
estados multiculturales que ya no partan de la perspectiva de homogeneidad.
Detrás de ello, subrayó,
existen interrogantes filosóficas profundas que tienen que ver con la persona,
ya que no se puede considerar al individuo como un ente abstracto sino inmerso
en grupos intermedios como los pueblos indígenas.
La discusión se complica en
nuestro país, añadió, porque al mismo tiempo se registraron diversos sucesos
tales como el conflicto del EZLN y el
cambio político y cultural, gracias a la cual la simulación dejó de ser la
forma de relación entre el pueblo y sus autoridades.
En su oportunidad, Fernando
Escalante expuso que existen diversas contradicciones entre el sistema
constitucional tradicional y los usos y costumbres de las comunidades
indígenas, ya que ambas concepciones surgen de puntos de vista contrapuestos.
En el caso de los derechos
constitucionales, continuó, se busca proteger, principalmente, al individuo en
el ejercicio de sus derechos, lo que constituye la razón de existencia del
Estado.
En el punto de vista
comunitario, acotó, lo más significativo es la defensa de la comunidad frente a
otros grupos, al Estado y a posibles tendencias egoístas de algunos de sus
miembros.
Por este motivo son más
frecuentes los conflictos en el interior de los grupos indígenas, ya que los
individuos encuentran mayor protección afuera de sus núcleos y esto los
debilita ante a la creciente influencia de la sociedad moderna.
A esta contraposición, agregó
el académico, se suma el agotamiento de las comunidades indígenas como formas
económicas y políticas de organización. El camino intermedio para que
coexistieran comunidades y Estado, concluyó, quedó definitivamente cerrado.
En tanto, Maya Lorena Pérez
Ruiz comentó que la igualdad formal consagrada en el ámbito constitucional no
fue suficiente para terminar con los esquemas de dominación étnica que se
establecieron desde la Colonia.
En la actualidad, dijo, los
indígenas reclaman ser considerados como actores políticos y tener la libertad
de decidir sus cambios culturales tomando en consideración la sociedad.
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