19:30 hrs. Febrero 9 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-119

 

NO ES PROPICIO CONVOCAR A UN CONGRESO CONSTITUYENTE EN MÉXICO: MIGUEL DE LA MADRID

 

·        Sostuvo que podría polarizar el sistema político mexicano

·        Ignacio Burgoa aseguró que la Constitución de 1917 es motivo de orgullo para los mexicanos

·        Se clausuró en el IIJ el IV Congreso Nacional de Derecho Constitucional

 

El clima de polarización que vive el sistema político mexicano no es propicio para convocar a un congreso constituyente porque podría generar divisiones en la sociedad, afirmó el ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado en la ceremonia de clausura del IV Congreso Nacional de Derecho Constitucional, efectuado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.

 

Las decisiones en torno a nuestra Constitución, indicó, deben tomarse de manera gradual y sistemática con la participación de toda la sociedad para evitar determinaciones precipitadas.

 

Ante el director del IIJ, Diego Valadés, y los juristas Ignacio Burgoa Orihuela, Héctor Fix-Zamudio, Jorge Carpizo, Emilio O. Rabasa, Carlos Restrepo, José Antonio Caballero y Rodrigo Gutiérrez, el también ex director general del Fondo de Cultura Económica sostuvo: la Constitución de 1917 se basa en principios y decisiones políticas fundamentales configuradas desde el inicio de la Independencia.

 

Una nueva ley fundamental, precisó, no podría suprimir o modificar sustancialmente esos lineamientos trazados a lo largo de la historia  que integran las bases supraconstitucionales del país.

 

Tales decisiones, enumeró, son la soberanía popular, garantía de los derechos individuales y sociales, sistema representativo de gobierno, división de poderes, sistema federal, rectoría del Estado en un sistema de economía mixta y separación iglesia-Estado.

 

De la Madrid Hurtado consideró que fueron circunstancias políticas e históricas las que determinaron que en México prevaleciera el Poder Ejecutivo por encima del Legislativo y Judicial.

 

Para revertir esa situación, continuó, es necesario fortalecer a esos dos poderes y no conformar un sistema parlamentario que va en contra de nuestra idiosincrasia, para el cual no están dadas las condiciones.

 

En su oportunidad, Burgoa Orihuela se pronunció en contra de una nueva Carta Magna, toda vez que, dijo, la Constitución vigente es motivo de orgullo para todos los mexicanos, además de darle estabilidad al país y ser modelo de vida futura.

 

Criticó a quienes sostienen que ha sido factor para obstaculizar el progreso de la nación, porque el avance se ha dado durante los 84 años de vigencia constitucional.

 

El profesor emérito de la Facultad de Derecho de la UNAM subrayó que cuestionar el número de reformas a la ley fundamental es desconocer que algunas son positivas.

 

Nuestra Carta Magna, aseguró, se mejoró con las modificaciones que establecieron la rectoría económica del Estado a favor de las clases más desprotegidas y fue la primera en considerar los principios sociales en beneficio de campesinos y trabajadores.

 

El hecho de que algunas reformas resultaran negativas es producto de la ignorancia y el esnobismo de quienes las impulsaron, además de que fue un error incluir en el texto constitucional materias que deben reservarse a la legislación ordinaria.

 

Al término de la ceremonia de clausura, Diego Valadés agradeció a los participantes su interés durante los cuatro días que duró el IV Congreso.

 

 

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