Boletín UNAM-DGCS-1151
MUY POCOS, LOS
NIÑOS DE LA CALLE QUE RECIBEN AYUDA
INSTITUCIONAL
·
Reconoce Ingrid Brena, del IIJ, que es adecuado el marco jurídico para
protegerlos
·
Se calcula que son alrededor de 14 mil los que deambulan en el DF; urge
prevenir la desintegración familiar
El marco jurídico con el que actualmente se
protege a los menores abandonados en el Distrito Federal es adecuado. Sin
embargo, existe una desproporción entre el número de menores protegidos a
través de los sistemas asistenciales estatales y la cantidad de niños y jóvenes
que deambulan por las calles de la capital -se calcula que son alrededor de 14
mil-, señaló Ingrid Brena Sesma, del Instituto de Investigaciones Jurídicas
(IIJ) de la UNAM.
En el albergue de la Procuraduría General de
Justicia del DF se registra una población flotante de alrededor de 800 menores
al año; la Casa Cuna atiende a 150 niños y 400 en las casas hogar; además de
los menores protegidos en las instituciones de asistencia privada, destacó en
la conferencia "Los derechos de los niños de la calle", realizada en
el marco de los 450 años de la Universidad de México.
Las causas de la desproporción son variadas.
Sólo llegan al albergue de la Procuraduría los menores que son recogidos luego
de una denuncia por la posible comisión de un delito, maltrato o abandono. Por
otra parte, la mayoría de los niños que viven en la calle pertenecen a un
núcleo familiar que explotan a menores, más que protegerlos.
En el salón de Rectores del Palacio de
Minería, destacó que esta realidad implica la necesidad de que el Estado lleve
a cabo actividades múltiples, primordialmente de apoyo a la familia, para
evitar su desintegración y el probable abandono de menores.
Lo cierto, afirmó Brena Sesma, es que el
gobierno no puede abarcar la inmensidad de casos de menores con serios
problemas de educación, integración y hasta de sobrevivencia. "La sociedad
debe coadyuvar a través de instituciones privadas, de organismos no
gubernamentales, y aun de familias particulares que cuiden o adopten a los
menores desprotegidos".
La especialista consideró que únicamente una
labor conjunta, así como los esfuerzos de profesionales dedicados al desarrollo
y protección de los menores, tales como psicólogos, sociólogos, pedagogos y
juristas, entre otros, se podrán formular programas adecuados para resolver los
problemas de los menores que han sido abandonados, y cuya problemática se
proyecta a toda la sociedad.
"Evitemos que el menor sea maltratado o
explotado y busquemos la protección de sus derechos y no simplemente brindarles
apoyos como actos de beneficencia", concluyó Brena Sesma.
- o0o -