06:00 hrs. Noviembre 27 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1151

 

MUY POCOS, LOS NIÑOS DE LA CALLE QUE  RECIBEN AYUDA INSTITUCIONAL

 

·        Reconoce Ingrid Brena, del IIJ, que es adecuado el marco jurídico para protegerlos

·        Se calcula que son alrededor de 14 mil los que deambulan en el DF; urge prevenir la desintegración familiar

 

El marco jurídico con el que actualmente se protege a los menores abandonados en el Distrito Federal es adecuado. Sin embargo, existe una desproporción entre el número de menores protegidos a través de los sistemas asistenciales estatales y la cantidad de niños y jóvenes que deambulan por las calles de la capital -se calcula que son alrededor de 14 mil-, señaló Ingrid Brena Sesma, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.

 

En el albergue de la Procuraduría General de Justicia del DF se registra una población flotante de alrededor de 800 menores al año; la Casa Cuna atiende a 150 niños y 400 en las casas hogar; además de los menores protegidos en las instituciones de asistencia privada, destacó en la conferencia "Los derechos de los niños de la calle", realizada en el marco de los 450 años de la Universidad de México.

 

Las causas de la desproporción son variadas. Sólo llegan al albergue de la Procuraduría los menores que son recogidos luego de una denuncia por la posible comisión de un delito, maltrato o abandono. Por otra parte, la mayoría de los niños que viven en la calle pertenecen a un núcleo familiar que explotan a menores, más que  protegerlos.

 

En el salón de Rectores del Palacio de Minería, destacó que esta realidad implica la necesidad de que el Estado lleve a cabo actividades múltiples, primordialmente de apoyo a la familia, para evitar su desintegración y el probable abandono de menores.

 

Lo cierto, afirmó Brena Sesma, es que el gobierno no puede abarcar la inmensidad de casos de menores con serios problemas de educación, integración y hasta de sobrevivencia. "La sociedad debe coadyuvar a través de instituciones privadas, de organismos no gubernamentales, y aun de familias particulares que cuiden o adopten a los menores desprotegidos".

 

La especialista consideró que únicamente una labor conjunta, así como los esfuerzos de profesionales dedicados al desarrollo y protección de los menores, tales como psicólogos, sociólogos, pedagogos y juristas, entre otros, se podrán formular programas adecuados para resolver los problemas de los menores que han sido abandonados, y cuya problemática se proyecta a toda la sociedad.

 

"Evitemos que el menor sea maltratado o explotado y busquemos la protección de sus derechos y no simplemente brindarles apoyos como actos de beneficencia", concluyó Brena Sesma.

 

 

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