15:00 hrs. Noviembre 23 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1143

 

PIES DE FOTO AL FINAL DE BOLETÍN

CRITICAN EL PRESUPUESTO DE EGRESOS Y LA LEY DE INGRESOS

 

·        Emilio Caballero Urdiales, de la Facultad de Economía, señaló que se reducen los recursos destinados al gasto social

·        No es mediante un presupuesto austero en el cual se reducen los recursos al desarrollo social, como se logrará la recuperación económica: Víctor Colina Rubio

 

El presupuesto de egresos del 2002 y la ley de ingresos, tal y como están planteados, ahondan la recesión económica que vive México, aseguró Emilio Caballero Urdiales, de la Facultad de Economía.

 

Dijo que una de las consecuencias más importantes de la contracción del gasto programable es que se reducen los recursos destinados al desarrollo social en 3.38%  en relación con el ejercicio anterior.

 

El presupuesto para la educación se reducirá en 1.50% en términos reales; salud, 9.70%; abasto y asistencia social,1.71%, y desarrollo regional y urbano 24%. Además, se afectarán partidas como las destinadas al desarrollo agropecuario, el campo, por ejemplo, recibirá 8.7% menos presupuesto.

 

Explicó que el paquete económico para el año que entra, formulado por el gobierno federal, tiene condicionantes como el hecho de que existe recesión económica (es decir, este año la economía no crecerá y para el 2002 será  de 1.7%, mientras que la norteamericana se estima tan sólo 0.3%).

 

A ello se suma que el presupuesto se da en un contexto donde la reforma fiscal se encuentra en espera, por lo que continúan los problemas fiscales estructurales como la insuficiencia de ingresos presupuestarios debido a la baja carga tributaria, que se estima será del 11% respecto al PIB, cuando en otros países la cifra es muy superior.

 

Otra condicionante del paquete económico del año entrante se da por la excesiva dependencia de los ingresos petroleros, que se estima este año contribuirán en 33.6% al ingreso total del sector público, lo cual significa una gran volatilidad en el caso de la caída de los precios del crudo, y la política "procíclica" del gobierno, "que cree que ante una fase recesiva se debe reducir el gasto público".

 

Puntualizó que los ingresos tributarios crecerán 7.8% debido al aumento del 21.5%, en términos reales, de los impuestos especiales sobre producción y servicios, por lo que se esperan aumentos importantes en los precios de gasolinas, diesel, e incluso en refrescos.

 

Un elemento más que hará crecer los ingresos tributarios, contemplado en la Ley de Ingresos, es la mejora en la administración de la recaudación tributaria,  que redundará en un beneficio por 30 mil 918 millones de pesos.

 

Sin embargo, las finanzas públicas mexicanas muestran una gran rigidez, por lo que si los ingresos disminuyen, el margen de maniobra del gobierno se reduce sensiblemente porque hay muchas partidas comprometidas con anterioridad.

 

Se requiere una reforma fiscal integral basada en el hecho de que hay gente que no paga impuestos. Por ello, no debe pretenderse que quienes ya contribuyen lo hagan en mayor medida, sino que sea más la gente que cumpla con sus obligaciones.

 

En tanto, Víctor Colina Rubio, también catedrático de la Facultad de Economía, mencionó que no es mediante incrementos impositivos a contribuyentes cautivos o aumentando los impuestos al consumo, ni por medio de un presupuesto austero en el cual se reducen los recursos destinados a las entidades y al desarrollo social, como se recuperará la economía.

 

Dijo que la ley de presupuesto de egresos y la ley de ingresos para el 2002 presentan graves contradicciones entre lo ofrecido por el presidente de la República  y la asignación de recursos.

 

Señaló que "no es explicable que el presupuesto para la educación, calificado como pilar del proyecto del país, registre una disminución tan importante en términos reales". Se recortará 5% en educación básica y normal, y 3.9% en educación tecnológica y para adultos.

 

El costo y desgaste político que tendrá para el Ejecutivo Federal el presupuesto presentado, así como la reforma fiscal, "refleja la falta de oficio político y sensibilidad social de la actual administración federal".

 

Explicó que el gasto neto total presupuestado por el Gobierno Federal para el ejercicio 2002 suma poco más de mil 410.6 millones de millones de pesos, el cual representa un presupuesto multimillonario, independientemente de que sólo signifique un crecimiento real del 0.3% respecto al cierre previsto para este año.

 

Dicho presupuesto distribuido entre la población total del país (100 millones de mexicanos), sería equivalente a 14.1 millones de pesos per cápita, suficientes para cubrir las necesidades de la población en educación, vivienda, salud, seguridad y crear las condiciones económicas para generar empleo. Sin embargo, existe un grave problema de distribución de los recursos y una pésima proyección económica.

 

En los criterios generales de política económica, se estima para el próximo año un crecimiento de 1.7%; un tipo de cambio nominal promedio de 10.1 pesos por dólar, inflación del 4.5% y déficit fiscal de 0.65% del PIB.

 

Para alcanzar estas metas, el gobierno estima ingresos tributarios equivalentes a 11.9% del PIB, es decir, alrededor de 733.3 mil millones de pesos, cifra 7.8% superior en términos reales a los obtenidos este año.

 

Además, se proyecta obtener alrededor de 234 mil millones de pesos por ingresos no tributarios, y se espera que los ingresos petroleros representen 33.6% de los ingresos totales del sector público, es decir, entradas por 392 mil 710 millones de pesos.

 

Indicó que de continuar la tendencia a la baja en los precios del petróleo y en la actividad económica, la recaudación fiscal se verá afectada, por lo cual será necesario ajustar las metas programadas, principalmente en lo referente al desequilibrio fiscal.

 

"Al parecer, el gobierno federal pretende mantener su estrategia de gasto". En desarrollo social, se propone una reducción de 20 mil 696 millones de pesos respecto al cierre previsto para el año en curso, y una baja de poco más de 20% del gasto destinado a infraestructura y obra pública. En contraste, se proyecta un incremento de casi 24 mil 519 millones de pesos en sueldos y salarios para la burocracia, lo que representa 47% del gasto programable.

 

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Emilio Caballero Urdiales, de la Facultad de Economía, dijo una de las consecuencias más importantes de la contracción del gasto programable es que se reducen los recursos destinados al desarrollo social.

 

FOTO 2

 

El presupuesto presentado por el gobierno federal, así como la reforma fiscal, "refleja la falta de oficio político y la sensibilidad social de la actual administración", señaló Víctor Colina Rubio, de la Facultad de Economía.

 

FOTO 3

 

Víctor Colina Rubio y Emilio Caballero Urdiales, catedráticos de la Facultad de Economía, hablaron en conferencia de prensa del presupuesto público para el 2002.