15:00 hrs. Noviembre 21 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1136

 

 

 

 

PIES DE FOTO AL FINAL DE BOLETIN

MULTICULTURALISMO Y DERECHOS HUMANOS UNIVERSALES NO SON IRRECONCILIABLES

 

·        Brian Barry, académico de la Universidad de Columbia, manifestó lo anterior en la inauguración del taller “Justicia como Imparcialidad y Multiculturalismo”, en la FCPyS

·        La diversidad muchas veces resulta en la violación de los derechos de la persona, indicó

·        Respeto a la disidencia y separación entre lo público y lo privado, valores fundamentales del liberalismo, aseguró Paulette Dieterlen

 

El multiculturalismo no debe ser visto como una fuerza necesariamente irreconciliable con la existencia de derechos humanos de carácter universal, afirmó Brian Barry, profesor de la Universidad de Columbia, en Nueva York, durante la inauguración del taller magistral “Justicia como Imparcialidad y Multiculturalismo”, organizado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.

 

Existen diferentes entidades políticas, sostuvo, que pueden buscar orientaciones distintas de acuerdo a los diversos intereses colectivos, al mismo tiempo que preservan la vigencia y el respeto por los derechos humanos.

 

El también ganador del Johan Skytte Prize for Political Science 2001 explicó que en la actualidad hay una fuerte corriente relativista de pensamiento, de acuerdo a la cual los principios universales atentan contra la diversidad cultural. Lo cierto, dijo, es que resulta más frecuente que la violación contra los derechos humanos se asocie con la diversidad cultural.

 

Brian Barry señaló que en las últimas cinco décadas o más, se han enfrentado en el mundo la tendencia particularista, de la cual el multiculturalismo es un aspecto, y la universalista, representada principalmente por la Declaración Universal de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 

Esta declaración, comentó, no ha sido cabalmente observada en todas las naciones, pero al igual que otros documentos similares ha servido para movilizar a la sociedad en defensa de los derechos humanos.

 

En Estados Unidos, por ejemplo, la Constitución es un texto parcial, elaborado por un grupo de personas con una determinada posición económica para quienes la propiedad privada era un derecho fundamental. Al amparo de esa ley fundamental, añadió, se cometieron abusos como la esclavitud y el despojo de tierras a la población nativa.

 

Aún así, subrayó, la Constitución norteamericana sirvió como guía para el movimiento de los derechos civiles que durante las décadas de  los 50 y 60 mejoró considerablemente las condiciones de la población negra en ese país.

 

Con respecto a los derechos de las minorías étnicas, Brian Barry indicó que, desde una perspectiva normativa, la existencia de estados o unidades subestatales resulta irrelevante, ya que éticamente lo que debe tomarse en cuenta es el trato que al interior de aquéllas se da a las personas.

 

No obstante, precisó, el tamaño que tengan las unidades políticas es indirectamente importante para el equilibrio entre los grupos étnicos que la componen, a fin de que no haya un avasallamiento de unos sobre otros, como ocurrió en varios países de Europa del Este.

 

En la sesión inaugural del taller impartido por el académico de la Universidad de Columbia participaron como comentaristas Carlos Lenkersdorf, del Instituto de Investigaciones Filológicas, y Paulette Dieterlen Struck, directora del Instituto de Investigaciones Filosóficas (IIF), quien manifestó coincidir con la perspectiva del profesor Barry, consistente en un liberalismo defensor de la igualdad.

 

Dieterlen Struck expuso que el liberalismo es objeto de numerosas críticas por parte de las corrientes multiculturalistas, que lo consideran individualista, ahistórico y culpable de numerosos errores que más bien son resultado de la política que del pensamiento liberal en sí. Este último, puntualizó, tiene dos valores fundamentales: el valor que se otorga a la disidencia y la separación de las esferas de lo público y lo privado.

 

Por su parte, continuó, el multiculturalismo, aun cuando es difícil de identificar como tendencia del pensamiento político, en algunos casos sostiene un perfil conservador por la fuerza que asigna a las tradiciones.

 

En este sentido, la directora del IIF consideró necesario encontrar un criterio que permita discernir cuáles tradiciones son aceptables desde la perspectiva de los derechos humanos, y cuáles no.

 

 

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PIES DE FOTOS

 

Brian Barry, profesor de la Universidad de Columbia, en Nueva York, aseguró que el multiculturalismo no está reñido con los derechos humanos universales.

 

El académico de la Universidad de Columbia, Brian Barry, con Paulette Dieterlen, directora del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM.