20:00 hrs. Noviembre 19 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1131 

 

  

 

 

FACTIBLE LA UNIÓN MONETARIA EN AMÉRICA DEL NORTE: RONALD G. BODKIN

 

·        El académico de la Universidad de Ottawa señaló en la FE que una moneda única para la región reduciría los costos de transacción

·        Semejante sistema estaría seguramente hegemonizado por Estados Unidos, advirtió

 

La adopción de una moneda única para los países socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte podría ser un mecanismo eficaz para reducir los costos de las transacciones comerciales entre ellos, aseguró el académico de la Universidad de Ottawa, Ronald G. Bodkin, quien disertó en la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, en el marco del seminario “Temas selectos de la integración monetaria”.

 

El profesor canadiense sostuvo que esta alternativa monetaria, llamada “opción conjunta”, seguramente sería hegemonizada de alguna manera por los Estados Unidos. No obstante, indicó, ese sería el costo por el beneficio que representa la solidez y estabilidad de la moneda norteamericana.

 

Ronald Bodkin explicó que en Canadá, a partir de la adopción del régimen de libre flotación cambiaria, la moneda ha perdido constantemente su poder adquisitivo. No es un régimen de flotación sino de hundimiento, puntualizó.

 

Esta pérdida de valor del dólar canadiense con respecto al norteamericano ha generado descontento en la población, afirmó, ya que constituye un descenso en el nivel de vida.

 

El modelo fue implementado a partir de los comienzos de la década de los 70, con posterioridad al derrumbe del modelo de Bretton Woods establecido en la posguerra, que era un régimen de tipo de cambio fijo pero ajustable de acuerdo a las necesidades de cada país.

 

Durante las décadas que estuvo en vigencia este sistema, en el cual el Fondo Monetario Internacional asumió la función de banco de última instancia, a la manera de un banco central, la mayoría de las naciones experimentaron un importante crecimiento y expansión en sus economías, pero el modelo no resistió su abandono por parte de Estados Unidos, lo cual causó su caída.

 

Al hablar ante el académico de la FE, Eduardo Loría Díaz de Guzmán, Ronald Bodkin consideró que la opción conjunta, que se instrumentará en Europa a partir de enero próximo con la adopción, en más de 10 naciones, del Euro como moneda circulante, no representa, sin embargo, una alternativa de nivel mundial, ya que es un esquema demasiado complejo.

 

Por ello, continuó, es que se habla de las áreas óptimas: regiones con un tipo de cambio único dentro de un esquema caracterizado por el equilibrio en las balanzas de pagos de los países que la integran, así como la maximización de las ganancias gracias a la reducción en los costos de transacción.

 

Con la diversidad de monedas, se pierde mucho dinero al intercambiar una por otra y ello repercute negativamente en las actividades de las empresas, precisó. Además, añadió, el modelo de opción conjunta implica que no son necesarios ni el Banco Central ni la política monetaria.

 

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