06:00 hrs. Noviembre 19 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1128 

 

  

 

Pies de Fotos al Final del Boletín

 

 

EMERGENCIA NACIONAL POR EL CONSUMO DE DROGAS ILEGALES

 

·        Las acciones y el discurso gubernamental, sólo una fachada para no aceptar la derrota

·        Las políticas de prevención, rehabilitación y reinserción social han sido inútiles y, en ocasiones, contraproducentes

·        Afirmó Luis Humberto Garza Amaral, coordinador médico de la Clínica Omega, A C, en la Facultad de Medicina de la UNAM

 

El panorama nacional para los próximos años contra el consumo de drogas ilegales se puede catalogar de sombrío, afirmó Luis Humberto Garza Amaral, coordinador médico de la Clínica Omega, AC, en la Facultad de Medicina de la UNAM

 

En la conferencia Drogas ilegales, una realidad negada, advirtió que México ha dejado de ser un país de tránsito de drogas ilegales y se ha  convertido en uno de consumo, y si a esto se le agrega que con los últimos acontecimientos mundiales la presencia de estupefacientes ha tenido un aumento significativo, “nos encontramos ante una situación de emergencia”.

 

Por tanto, destacó el especialista, es necesario instaurar programas de rehabilitación funcionales y es urgente crear una generación de médicos y personal dentro del área de la salud con conocimiento claro sobre la enfermedad de la adicción.


 

Consideró que en México no se puede continuar intentado tapar el sol con un dedo. “Estamos ante una situación en donde si el gobierno, las organizaciones no gubernamentales y la iniciativa privada no toman decisiones rápidas, concretas y basadas en la realidad, en los años venideros podrá  verse cómo perdemos a la próxima generación de jóvenes”, aseguró.

 

La dependencia de sustancias psicoactivas, recalcó, es actualmente un grave problema de salud pública, no sólo en México, sino en casi todos los países. La cuestión es que “hemos sido rebasados frente a una realidad cada vez más cruda, en la que las acciones y el discurso gubernamental son una fachada para no aceptar la derrota ante el franco aumento de personas que presentan problemas por el consumo de sustancias no legales y, sobre todo, la incapacidad de dar una respuesta ante esta situación”.

 

Las políticas gubernamentales, federales o estatales, en la prevención,  rehabilitación y reinserción social son inútiles y, en ocasiones,  contraproducentes.

 

Al preguntarse ¿qué se puede?,  Garza Amaral  dijo que lo más importante es la prevención, porque una vez que el individuo ya ha adquirido la enfermedad de la adicción, los procesos de rehabilitación y recuperación son caros, difíciles de llevar a cabo y, en muchos casos, terminan en fracaso.

 

La prevención, aclaró, debe de realizarse en todos los ámbitos (hogar, escuela, centro de trabajo) y rompiendo los mitos y falsos moralismos de la sociedad. Los niños y jóvenes deben entender no sólo por qué no deben de consumir drogas, sino también cómo identificar los factores de riesgo y fomentar los mecanismos de protección. Desafortunadamente, en México el manejo de pacientes adictos está en pañales, ya que no se cuenta con médicos especialistas en el área de adicciones.

 

Además, precisó, este tipo de trabajo debe realizarse en colaboración con otros expertos –psicólogos–, tanto en lo individual como familiar, así como otros miembros del área de salud y con apoyo de gente en rehabilitación, como los grupos de autoayuda.

 

Depresión

 

Por su parte, Jorge de la Peña Martínez, del Centro Comunitario de Salud Mental Cuauhtémoc, habló sobre Aspectos relacionados con la depresión en la población adulta. Al respecto, indicó que en algunos años dicha enfermedad será la de mayor prevalencia en la población a escala mundial.

 

Cuando se habla de una depresión mayor, dijo, puede ser de tres tipos: leve, moderada o grave. La primera presenta síntomas como un ligero deterioro en las actividades laboral y social. En la segunda, se agudizan estas últimas. Finalmente, la tercera, caracterizada por un evidente deterioro funcional, se divide en sin y con síntomas psicóticos, tales como delirios y alucinaciones.

 

Para que se diagnostique un caso de depresión, insistió, tiene que haber, por lo menos, cinco de las siguientes manifestaciones: estado de ánimo deprimido, disminución del placer, aumento o disminución de peso, insomnio o hipersomnia, agitación o lentitud psicomotores, sentimientos exacerbados o moderados de inutilidad, dificultad para tomar decisiones, fatiga o pérdida de energía e ideas de muerte.

 

Enfermedades mentales

 

Magdalena Labranderos Íñigo, de la Fundación Clínica Médica Sur, al ofrecer una panorámica de las principales enfermedades mentales en México, sostuvo que éstas son: la depresión, el abuso de substancias, la esquizofrenia, la epilepsia, la enfermedad de Alzheimer y el retardo mental.

 

Los factores determinantes de dichos padecimientos, concluyó, pueden ser de tipo biológico, social e individual. Estos pueden ser: sexo, edad, conflictos, desastres, situación económica, el entorno familiar y la calidad de vida de las personas (en la que se incluye el tabaquismo y la obesidad).

 

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Pies de fotos

 

Los especialistas Luis Garza Amaral, Jorge de la Peña y Magdalena Labranderos, en la Facultad de Medicina de la UNAM.

 

Jorge de la Peña, Luis Garza Amaral y Magdalena Labranderos, especialistas en aspectos relacionados con el consumo de drogas.

 

Magdalena Labranderos, Jorge de la Peña y Luis Garza, quienes hablaron en la Facultad de Medicina de la UNAM sobre aspectos del consumo de drogas.