15:00 hrs. Febrero 7 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-111

 

PREVÉ ESPECIALISTA UNIVERSITARIA  MAYOR EXPECTATIVA DE VIDA IMPRODUCTIVA Y DEPENDIENTE  DE LAS PERSONAS

 

·        Feggy Ostrosky, de la Facultad de Psicología, participó en el IX Congreso Mexicano de Psicología

·        Desarrolló una prueba que permite determinar la situación neuropsicológica de la población mexicana

 

El aumento de la expectativa de vida mundial prevé que las personas tendrán 55 años más de vida económicamente improductiva y dependiente de la seguridad social, señaló Feggy Ostrosky-Solís, jefa del Laboratorio de Neuropsicología de la Facultad de Psicología de la UNAM.

 

Durante su participación en el IX Congreso Mexicano de Psicología, indicó que mientras en 1996 el promedio de vida era de 65 años para el 2030 se calcula que éste será de entre 110 y 120 años.

 

Al dictar la conferencia Evaluación neuropsicológica en población hispanohablante, refirió que en 1998 había 550 millones de personas mayores de 60 años y se estima que para el 2025 sean alrededor de mil 200 millones, y 137 millones cuya edad será mayor de 80 años.

 

Cada vez tenemos una expectativa de vida mayor, sin embargo, el reto es ser productivos. De esta manera, prosiguió, se debe procurar envejecer en forma exitosa, lo cual dependerá de evitar enfermedades, tener un compromiso con la vida, del adecuado funcionamiento cognoscitivo y físico, practicar actividades físicas moderadas, un nivel educativo y altos niveles de autoeficiencia.

 

En el acto, efectuado en la Unidad de Congresos del Centro Médico Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social, la investigadora universitaria también habló sobre los trabajos para diagnosticar la situación neuropsicológica y expuso que para ello en el Laboratorio de esta especialidad de la Facultad de Psicología, se desarrolló una prueba para medirla en la población mexicana.

 

Se trata de un instrumento conocido como Neuropsi, mediante el cual, entre otros beneficios, se puede relacionar a las personas por edad y escolaridad. Con base en algunos resultados se observó que en la medida en que el ser humano envejece sus procesos neuropsicológicos se vuelven más lentos, registra dificultad en la memoria, principalmente para recordar vivencias pasadas, disminuyen sus capacidades de realizar dos o más cosas a la vez y de aprender nueva información.

 

En este contexto, Feggy Ostrosky manifestó que se efectúan estudios de neuroimagen para detectar cuándo se empiezan a desarrollar los padecimientos neuropsicológicos, lo que podrá ayudar a determinar posibles tratamientos, acordes a la etapa de la enfermedad.

 

Al respecto, subrayó la importancia de detectar a tiempo las demencias -entre las cuales la de mayor incidencia es la enfermedad de Alzheimer-, a fin de proporcionar el tratamiento más adecuado y efectivo.

 

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