Boletín UNAM-DGCS-111
·
Feggy Ostrosky, de la Facultad de Psicología, participó en el IX
Congreso Mexicano de Psicología
·
Desarrolló una prueba que permite determinar la situación
neuropsicológica de la población mexicana
El aumento de la
expectativa de vida mundial prevé que las personas tendrán 55 años más de vida
económicamente improductiva y dependiente de la seguridad social, señaló Feggy
Ostrosky-Solís, jefa del Laboratorio de Neuropsicología de la Facultad de
Psicología de la UNAM.
Durante su
participación en el IX Congreso Mexicano
de Psicología, indicó que mientras en 1996 el promedio de vida era de 65
años para el 2030 se calcula que éste será de entre 110 y 120 años.
Al dictar la
conferencia Evaluación neuropsicológica
en población hispanohablante, refirió que en 1998 había 550 millones de
personas mayores de 60 años y se estima que para el 2025 sean alrededor de mil
200 millones, y 137 millones cuya edad será mayor de 80 años.
Cada
vez tenemos una expectativa de vida mayor, sin embargo, el reto es ser
productivos. De esta manera, prosiguió, se debe procurar envejecer en forma
exitosa, lo cual dependerá de evitar enfermedades, tener un compromiso con la
vida, del adecuado funcionamiento cognoscitivo y físico, practicar actividades
físicas moderadas, un nivel educativo y altos niveles de autoeficiencia.
En el acto,
efectuado en la Unidad de Congresos del Centro Médico Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social, la
investigadora universitaria también habló sobre los trabajos para diagnosticar
la situación neuropsicológica y expuso que para ello en el Laboratorio de esta
especialidad de la Facultad de Psicología, se desarrolló una prueba para
medirla en la población mexicana.
Se trata de un
instrumento conocido como Neuropsi,
mediante el cual, entre otros beneficios, se puede relacionar a las
personas por edad y escolaridad. Con base en algunos resultados se observó que
en la medida en que el ser humano envejece sus procesos neuropsicológicos se
vuelven más lentos, registra dificultad en la memoria,
principalmente para recordar vivencias pasadas, disminuyen sus capacidades de
realizar dos o más cosas a la vez y de aprender nueva información.
En
este contexto, Feggy Ostrosky manifestó que se efectúan estudios de neuroimagen
para detectar cuándo se empiezan a desarrollar los padecimientos
neuropsicológicos, lo que podrá ayudar a determinar posibles tratamientos,
acordes a la etapa de la enfermedad.
Al respecto,
subrayó la importancia de detectar a tiempo las demencias -entre las cuales la
de mayor incidencia es la enfermedad de Alzheimer-, a fin de proporcionar el
tratamiento más adecuado y efectivo.
-oOo-