Boletín UNAM-DGCS-1119
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El investigador emérito dijo que los abogados tienen la obligación de
señalar las violaciones que el gobierno ha cometido y sigue cometiendo contra
la Constitución
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Nuestra Carta Magna ha sufrido más de 400 reformas, algunas de ellas
inconvenientes y hasta regresivas
Algunas modificaciones de la Carta Magna han
sido inconvenientes y hasta regresivas, ya que no traducen el ser y el modo de
ser del pueblo, sino los caprichos de gobiernos sexenales perecederos, y que
han venido a ser un baldón para la Constitución, aseguró Ignacio Burgoa
Orihuela, maestro emérito de la Facultad de Derecho de la UNAM.
Al dictar la conferencia ¿Qué es la Constitución Mexicana, por qué y para qué reformarla?,
añadió que también hay reformas innecesarias introducidas por quienes
desconocen o desconocieron la carta magna porque no la supieron interpretar.
Ante las voces que se pronuncian por una nueva
Constitución, el investigador aseguró que se debe revisar la actual de manera
íntegra, conservar lo bueno, que es mucho, quitar lo malo, que también es
significativo, y depurarla para que siga dando luz en el sendero vital del
pueblo mexicano; que conserve y preserve los principios fundamentales que
forman su ser esencial.
Dijo que los abogados, sobre todo los maestros
de Derecho de las universidades públicas y privadas del país, "tenemos la
obligación social de estudiar nuestra Constitución, depurarla, mejorarla, pero
además señalar las múltiples violaciones que ha cometido y sigue cometiendo,
aunque con buena voluntad, el gobierno actual".
Aseveró que nuestro ordenamiento constitucional
es perfectible, hay que revisarlo y mejorarlo, con lo cual los mexicanos
podríamos tener una Constitución para todo el siglo XXI y quizá para todo el
milenio.
En el Auditorio Antonio Martínez Báez de la
Facultad de Derecho, señaló que nuestra Carta Magna ha sufrido más de 400
reformas. Algunas de ellas la han actualizado, modernizado y la han mantenido
al día en beneficio de la sociedad mexicana.
Por ello, apuntó el jurista, los abogados somos
los principales comprometidos en hacer una revisión integral, artículo por
artículo, de la actual Constitución, en distintos foros. Una vez realizada,
podemos mejorarla, perfeccionarla, pero en pocos aspectos actualizarla, porque,
pese a lo que dicen sus detractores, está actualizada.
Dijo que de darse la posibilidad de convocar a
un nuevo congreso constituyente, éste nunca se integraría por las disputas que
surgirían entre los distintos partidos políticos, que ni siquiera son capaces
de ponerse de acuerdo con en el Horario de verano.
Reconoció que la Carta Magna ha sido víctima de
muchos detractores, pero su detracción no ha tenido ningún fundamento racional
ni histórico.
Añadió que hay que quererla para poder
entenderla, y estudiar sus antecedentes; debemos analizar la Constitución de
1857 a través de sus principios ideológicos, filosóficos y sociales, porque
para criticarla se necesita hacer un esfuerzo intelectual de estudio de todos
los aspectos que recoge.
Por otro lado, sostuvo que a la buena
intencionalidad de Vicente Fox le falta consejo y dirección jurídica. "El
no puede libertar a los dos campesinos que han sido víctimas de torturas".
Agregó que el camino jurídico para ello es que
el procurador de la República se desista de la acción penal y no invocar un
precepto inaplicable, el artículo 75 del Código Penal, el cual habla de la
modificación de las modalidades de una condena a favor de una persona condenada
cuando sus condiciones de vida y salud lo exijan. Pero el mandatario hizo a un
lado ese artículo.
Advirtió que seguirá defendiendo la
Constitución, como lo ha hecho toda su vida, durante más de 60 años, mientras
tenga ánimos, decisión y lucidez.
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