14:30 hrs. Noviembre 14 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1115                                       

 

 

 

 

SEGURIDAD NACIONAL SIN CRITERIOS POLICIACOS EN MÉXICO: SEPÚLVEDA AMOR

 

·        El ex canciller Bernardo Sepúlveda sostuvo que el país debe orientarse a fortalecer la democracia, la vigencia de los derechos humanos y alcanzar el desarrollo con justicia social

·        El presidente de la República no debe manejar discrecionalmente los principios constitucionales en materia de política exterior, manifestó

 

 

México debe alejarse de las nociones estratégico-militares o los criterios policíacos para redefinir su concepto de seguridad nacional y cumplir con el deber, que como Estado le compete, de defender a sus ciudadanos y combatir al terrorismo, aseguró el ex secretario de Relaciones Exteriores Bernardo Sepúlveda Amor, durante la sesión inaugural del IX Foro Nacional de Política Exterior, que con el título Tradición y Cambio en la Política Exterior de México organiza la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.

 

Contrario a esos parámetros, explicó, asignar un nuevo significado a la seguridad nacional involucra fortalecer la democracia y el respeto por los derechos humanos, así como alcanzar el desarrollo económico con justicia social y combatir eficazmente la corrupción y el crimen organizado, entre otros elementos.

 

El ex canciller sostuvo que esos factores son también los ejes sobre los cuales el tiene que edificar su política interna y externa, ya que una y otra no son categorías independientes o mutuamente excluyentes, sino que se complementan e influencian recíprocamente.

 

El reconocimiento pleno de la naturaleza unívoca de la política hará más sencillo definir los objetivos del Estado y los instrumentos para alcanzarlos.

 

En este sentido, una prioridad nacional incuestionable se relaciona con el desarrollo económico con justicia social en el país. Se trata de un tema que corresponde al ámbito doméstico, pero a la política exterior le puede servir como palanca.

 

Sepúlveda subrayó que es preciso revertir la imagen distorsionada que se tiene de México en el exterior en materias como la democracia, los derechos humanos y la corrupción. A este respecto, indicó, es imperativo llevar adelante un gran proyecto para que la nación recupere su prestigio internacional, lo cual redundará en beneficios económicos para el país.

 

Acompañado del embajador Manuel Tello, el ex titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores rechazó que los principios constitucionales sobre las relaciones de México con el exterior hayan perdido vigencia a consecuencia de los cambios que el escenario internacional ha experimentado en los últimos años.

 

Se trata no sólo de normas constitucionales, sino de reglas de derecho internacional de aplicación generalizada incorporadas de manera unánime por el poder constituyente permanente en 1987 al texto de la ley fundamental, puntualizó.

 

Además, continuó, el mandato constitucional es unívoco y no permite al titular del Poder Ejecutivo Federal hacer uso discrecional de esos principios y determinar cuáles de esas reglas aplicará y cuáles no.


Bernardo Sepúlveda resaltó que a lo largo de 180 años de vida independiente, la política exterior mexicana ha proyectado la naturaleza de la identidad nacional y ha servido al Estado para salvaguardar intereses fundamentales como la integridad territorial, la explotación y el aprovechamiento de los recursos naturales, así como evitar que las políticas de fuerza y el conflicto permanente frustren la conformación de un sistema internacional ordenado.

 

Por otra parte, comentó, el hilo conductor de ese ámbito de la política estatal ha sido el logro del bienestar de los mexicanos, no obstante lo cual los diversos programas instrumentados para tal fin, orientados unos a privilegiar al mercado y otros a asignar un papel mayor al gobierno, han logrado resultados muy dispares.

 

El cambio en el modelo de desarrollo nacional y el papel predominante de los aspectos económicos en el rumbo asumido por los últimos gobiernos, ha dado resultados macroeconómicos positivos que contrastan con la mala distribución de los beneficios y la marginación del mercado local respecto a los indicadores del crecimiento, concluyó.

 

Durante la ceremonia inaugural del foro, presidida por el director de la FCPyS, Fernando Pérez Correa, éste manifestó que durante la década de los 90 el país modificó su política exterior para acomodarse a un orden mundial que aún no termina de configurarse.

 

En este esquema, muchos de los valores incorporados en la ley fundamental que orientan las relaciones de México con otras naciones han permanecido, pero hay quienes los critican por considerarlos anacrónicos.

 

En este contexto, añadió, el presidente de la República, Vicente Fox, ha optado, con apoyo restringido de la sociedad, por promover una política exterior cuyo pragmatismo trastoca esas normas constitucionales.


 

Tal entorno, precisó, se complica aún más a raíz de los acontecimientos del pasado 11 de septiembre en Estados Unidos y la reacción de ese país, todo lo cual obliga a un reacomodo de las relaciones de México con el exterior.

 

En la ceremonia inaugural estuvieron, además, Angélica Cuéllar, secretaria general de la FCPyS; Gilberto Silva Ruiz y Roberto Peña Guerrero, jefe de la División de Estudios Profesionales y coordinador de la carrera de Relaciones Internacionales de la dependencia universitaria, respectivamente.

 

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

Bernardo Sepúlveda Amor, ex secretario de Relaciones Exteriores, participó en la inauguración del IX Foro Nacional de Política Exterior que organizó la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM

 

 

FOTO 2

 

El ex canciller Bernardo Sepúlveda Amor (a la izquierda), participó en la inauguración del IX Foro Nacional de Política Exterior "Tradición y cambio en la política exterior de México" organizada por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Lo acompaña a su lado izquierdo el embajador Manuel Tello