Boletín UNAM-DGCS-1110
LOS JÓVENES ENFRENTAN DESAFÍOS QUE LES IMPIDEN ACCEDER A UNA MEJOR CALIDAD DE VIDA
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Amanda Bravo
Hernández, representante de la asociación colombiana Fe y Alegría, indicó que
la educación juega un papel importante para hacerle frente a los cambios
acelerados de la sociedad
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Presentó en la DGSM de
la UNAM el programa Habilidades para la Vida, el cual forma parte del programa
de trabajo de esa dependencia universitaria
La globalización de la economía y de las
sociedades hacen que las nuevas generaciones enfrenten desafíos, como la
urbanización apresurada, la transformación de la familia, la falta de equidad
en el acceso a los servicios de salud y educación, la carencia de espacios para
participar como ciudadanos y la falta de oportunidades laborales, entre otros.
Lo anterior fue señalado por
Amanda Bravo Hernández, representante de la asociación colombiana Fe y Alegría, al presentar en la
Dirección General de Servicios Médicos (DGSM) de la UNAM el programa Habilidades para la vida, estrategia que
forma parte del programa
de trabajo de esa dependencia universitaria.
Destacó que en la actualidad existe una
mayor conciencia del desafío que enfrentan los jóvenes para insertarse en la
sociedad y acceder a todos los beneficios que les pudieran brindar una mejor
calidad de vida.
Ello, insistió, es un gran reto para las
nuevas generaciones, y la educación juega un papel importante para hacerle
frente a los cambios que se producen en la sociedad. Sin embargo, dijo, los
contenidos de los programas educativos tradicionales “son un lastre”, ya que no
responden a las necesidades ni intereses de los jóvenes.
Por otro lado –añadió– la sola
capacitación o entrenamiento laboral, o el ser competente, tampoco les
garantiza los elementos necesarios para tener éxito en esta sociedad tan
compleja que les está tocando vivir, de ahí la necesidad de implementar el
programa Habilidades para la vida, el
cual en Colombia fue puesto en marcha hace algunos años con buenos resultados
entre los jóvenes, indicó Amanda Bravo.
Señaló que un elemento importante para la
implantación del programa es que hoy hay un mayor reconocimiento del papel
fundamental que tiene la competencia psicosocial en el desarrollo de la salud,
el bienestar integral y las relaciones de convivencia.
En 1990, la Organización Mundial de la Salud
lanzó la iniciativa y poco tiempo después la Organización Panamericana de la
Salud (OPS) la asumió para aplicarla en la región latinoamericana porque
reconoció en la propuesta un gran potencial para ayudar en el desarrollo humano
integral.
Amanda Bravo explicó que la iniciativa favorece
la adopción de estilos de vida saludables y, por supuesto, posicionamiento de
las personas para que puedan hacer frente a los desafíos de la vida
contemporánea. Habilidades para la vida
–puntualizó- no sólo pretende prevenir situaciones específicas de riesgo o de
enfermedad, sino múltiples objetivos tanto de salud como sociales, en niños y
jóvenes de todos los grados escolares.
Señaló que la UNESCO reconfirmó el Compromiso
para las Américas, firmado por todas las naciones, donde el aprendizaje de
habilidades esenciales para la vida y la ciudadanía son ahora imprescindibles
para lograr la meta de educación para todos.
La OMS, agregó, estableció una escala de 10
habilidades, necesarias y comunes a todas las personas de todas las sociedades,
sin importar su cultura: conocimiento de sí mismo, empatía, comunicación
efectiva, saber relacionarse con las otras personas, tomar decisiones, resolver
problemas y conflictos, pensar crítica y creativamente, manejar las emociones y
sentimientos, así como el estrés.
Las habilidades para la vida se utilizan para
prevenir problemas psicosociales y de salud, promover los factores de
resilencia (capacidad de salir adelante en situaciones adversas), promover el
desarrollo humano integral, aspectos que han hecho que la OPS adopte este
programa de salud para promoverlo en el continente americano, y facilitar el
ejercicio de valores de convivencia pacífica.
Comentó que el entrenamiento en habilidades
para la vida en docentes y alumnos de los países donde se ha aplicado la estrategia permitió cambios positivos de
actitudes y un desarrollo de la capacidad de escuchar a los demás.
El director general de Servicios Médicos,
Joaquín López Bárcenas, por su parte, explicó que la idea de impartir el curso
entre personal de distintas áreas de la UNAM, así como del Instituto Mexicano
del Seguro Social y de la Secretaría de Salud, responde a la necesidad de capacitar
personal en este ámbito.
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