06:00 hrs. Noviembre 7 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1093                                                                                                               Palacio de Minería

 

 

CADA AÑO PIERDE MÉXICO 600 MIL HECTÁREAS DE BOSQUES: ROBERTO ESCALANTE

 

·        El economista de la UNAM indicó que se considera un elemento estratégico en la seguridad nacional

·        Comentó que no existe una política adecuada para el manejo y control forestal

 

Aunque la contribución del sector forestal al Producto Interno Bruto del país es mínima (0.2%), está considerado como una riqueza importante para la nación por los beneficios ambientales que nos brinda, además de ser un elemento estratégico en la seguridad nacional, lamentablemente cada año se pierden 600 mil hectáreas de bosques, afirmó el académico de la Facultad de Economía, Roberto Escalante.

 

Escalante indicó que no existe una política adecuada para el manejo y control forestal, cuyos recursos podrían contribuir a la generación de empleos o productos con valor agregado.

 

En el salón Bernardo Quintana, del Palacio de Minería, el especialista universitario señaló que se trata de un sector económico y un recurso natural importante que se emplea de manera inadecuada, y las repercusiones de este mal manejo –añadió– serán graves en el futuro.

 

Roberto Escalante explicó que el objetivo del texto, del cual es uno de los compiladores, no sólo es mostrar la importancia económica que tiene el sector forestal en la economía nacional, sino advertir que las formas y estrategias empleadas en su manejo son desacertadas.

 

Indicó que hay otros aspectos del sector forestal que podrían aprovecharse para generar recursos económicos en actividades tales como el ecoturismo, la medicina, y la producción de cierto tipo de flora, por ejemplo.

Apuntó que hay países –como Finlandia– que pasaron de tener vocación de pescadores, a ser una potencia económica empleando de manera adecuada sus recursos forestales. En el caso de México se han dejado de hacer muchas cosas que han impedido que el país se beneficie de dichos recursos.

 

Por ejemplo –dijo– no existe un inventario forestal nacional exacto, no son claros los derechos de propiedad, además de que no se cuenta con la tecnología adecuada para transformar recursos forestales en insumos y productos, pues las políticas públicas son equivocadas, los presupuestos destinados al desarrollo de este sector son limitados, la comercialización es inadecuada, además de prevalecer la corrupción y el comercio ilegal.

 

Por otra parte, hay pocas organizaciones campesinas que se dediquen a cuidar los bosques. Por esos múltiples factores, hoy resulta más barato importar madera que adquirir la que se produce en México, lo cual dificulta su venta, añadió Roberto Escalante.

 

Consideró que el cambio del uso del suelo es uno de los más grandes enemigos de los bosques. De hecho, dijo, existieron subsidios perversos, como el proporcionado por Procampo el cual estimuló la tala y el desmonte para obtener los beneficios económicos para el cultivo de tierras.

 

Destacó que a pesar de que el país importa madera, se siguen perdiendo grandes extensiones de bosques en el país. “Se trata de un asunto importante y que le corresponde al gobierno preservarlos junto con todos los recursos naturales. De continuar la tendencia de deterioro –de acuerdo con el Gobierno Federal– podría ponerse en peligro la seguridad nacional”.

 

Por último, Roberto Escalante precisó que el horizonte para los bosques mexicanos es poco promisorio, y la situación nacional no será distinta a la que han vivido algunos países europeos donde los bosques se acabaron.

 

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