Boletín UNAM-DGCS-1080
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Final del Boletín
CADA VEZ MAYOR LA DEPENDENCIA Y SOMETIMIENTO DE LA ONU A ESTADOS UNIDOS:
CARLOS AGUIRRE
·
Error político y estratégico, el Premio Nobel a la ONU,
asegura el investigador de IIS
·
Sus buenas intenciones se estrellan
contra los intereses económicos y geopolíticos
Ante
la cada vez mayor pérdida de independencia y el sometimiento a los intereses
económicos y geopolíticos de Estados Unidos –demostrado al condenar el
terrorismo pero no así la guerra montada por George W. Bush–, el Premio Nobel
para la Organización de Naciones Unidas (ONU) es un terrible error político y
estratégico, advirtió Carlos Antonio Aguirre Rojas, académico del Instituto de
Investigaciones Sociales.
Puntualizó que frente al peso
de los intereses económicos, de los conflictos geopolíticos entre las potencias
y respecto a los países más débiles que gobiernan la vida en las sociedades se
estrellan las buenas intenciones de la ONU.
El organismo internacional
tiene buenos deseos, pero ha vivido una curva al pasar de un papel más neutral
e independiente y de plantear
opciones–aunque no tuviera mucha fuerza real para ser capaz de imponerlas–, a
someterse cada vez más a estos intereses económicos y geopolíticos.
Aguirre Rojas consideró
terrible la posición de la ONU y de su secretario general, Kofi Annan, respecto
al desenlace de los sucesos del 11 de septiembre.
Expuso que es correcta la
manifestación de condena al terrorismo por parte de Kofi Annan y Naciones
Unidas, pero criticable y un error de grandes proporciones que no repruebe con
la misma energía la guerra montada por George W. Bush mediante la fabricación
de un chivo expiatorio. Esto es, sin pruebas suficientes de que Osama Bin Laden
es el culpable.
El secretario general del organismo
internacional, agregó, mantuvo un silencio cómplice, lo que demuestra que la
ONU en general está en crisis.
Advirtió que si Naciones
Unidas no trata de reasumir y reconquistar la independencia que tuvo de los
años 50 a los 70, no tiene mucho futuro y va convirtiéndose cada vez más en
simple cómplice de potencias como Estados Unidos, el Grupo de los Ocho y Europa
Occidental.
Las decisiones de la ONU,
sostuvo Aguirre Rojas, están vinculadas con todos sus integrantes. Es decir,
deben acatar las recomendaciones de la Asamblea General y del Consejo de
Seguridad, pero el problema radica en que no dispone de medios para obligar a
los países a cumplir.
Uno de los principales
obstáculos a los que se enfrenta la ONU es la insuficiencia de fondos. Estados
Unidos aporta gran parte de estos recursos, pero sólo hasta los sucesos del 11
de septiembre cubrió el total de sus cuotas, cuyo rezago tenía 10 años.
En este momento la ONU condena
el terrorismo, pero no la guerra de Estados Unidos y de Bush. El hecho de que
la sede fundamental de Naciones Unidas esté en Nueva York tiene una influencia
importante.
Creada en 1945
La Organización de Naciones
Unidas, creada en 1945, es un sistema complejo con diversas instituciones
miembros y una serie de órganos fundamentales: la Asamblea General, el Consejo
de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Tutela –en vías de
desaparición–, el Tribunal Internacional de Justicia y la Secretaría General.
Los consejos también se
subdividen. Por ejemplo, el Económico y Social tiene a su cargo la Comisión
Económica para América Latina.
Además, cuenta con 30
organizaciones especializadas, entre las que destacan la Mundial de la Salud
(OMS), de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de
las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO), la
Internacional del Trabajo (OIT), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el
Banco Mundial (BM), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el
Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El Consejo de Seguridad y la
Secretaría General son los órganos más visibles. Su función, es mantener la paz
y la seguridad internacionales. En sus 56 años de funcionamiento la ONU creció.
Hoy día la integran 190 países del mundo, de un total de 230.
Carlos Antonio Aguirre comentó
que la causa por la que 40 países no forman parte de la ONU se debe a que son
de reciente creación. El mapa de África ha cambiado en los últimos 30 años y en
otro de los casos se trata de países pequeños, como las islas del Caribe en
América Latina, los cuales no cuentan con la fuerza suficiente para tener un
representante permanente.
La ONU cuenta con una Asamblea
General y en su órgano principal de deliberación cada país tiene derecho al
voto. El problema con sus decisiones es que aunque todos los países tienen voz
y voto, no se reúnen en forma permanente. Los acuerdos que logra no tienen
carácter obligatorio sólo de recomendación, por lo que no siempre los cumple la
nación en cuestión.
El especialista subrayó que a
la luz de lo sucedido en los últimos 50 años, la función del Consejo de
Seguridad no ha sido exitosa porque no ha impedido las guerras. Aunque ha
tratado de intervenir en los conflictos y propuesto soluciones, en la medida en
que son problemas económicos, geopolíticos y de equilibrio entre los Estados,
estos procesos escapan a la buena voluntad del Consejo y del propio secretario
general.
Otro inconveniente del Consejo
de Seguridad, abundó, es que su composición es asimétrica, pues sólo tiene
cinco miembros permanentes: China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y
Rusia, así como 10 integrantes rotativos que cambian cada dos años.
La participación mexicana
Destacó que recientemente
México fue aceptado como miembro rotativo del Consejo de Seguridad, función que
comenzará en enero de 2002, y calificó de triste esta designación por darse en
el momento en que el actual secretario de Relaciones Exteriores, Jorge G.
Castañeda, presentó una política de renuncia a la tradicional actitud mexicana
de defensa de la no intervención, de la neutralidad y de la resolución pacífica
de los conflictos.
Hasta ahora, señaló, México
desempeñó un papel digno con la no intervención. Pero, al renunciar a ella, el
lugar que tendrá en el Consejo de Seguridad será bastante secundario, poco
protagónico y relevante e, incluso, puede ser una experiencia negativa.
Del Premio Nobel de la Paz a
la ONU, Aguirre Rojas reflexionó que es un poco la compensación que le da el
Comité del Nobel por haber apoyado el proyecto de George W. Bush.
Planteó que para lograr un cambio de actitud
de la ONU, la mayoría de sus miembros, países pobres, deberían proponer una
rearticulación y transformación radical de ese organismo.
Finalmente, expuso la
necesidad de integrar un Consejo de Seguridad más justo, democrático y
equitativo con un mayor número de miembros permanentes, y elegir un secretario
general más crítico e independiente. También es necesario que la Asamblea
General tenga más poderes y haya una reactivación de las organizaciones
importantes como la OMS, la UNICEF y la OIT.
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Carlos Antonio Aguirre, académico
del Instituto de Investigaciones Sociales, calificó a la ONU como un ente de
sólo “buenas intenciones”, pero supeditada a los intereses estadounidenses.