12:00 hrs. Febrero 6 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-107

 

REFORMAR LA CONSTITUCIÓN REQUIERE SU INTERPRETACIÓN CORRECTA Y REFERENDOS: CARPIZO

 

·        El investigador universitario consideró necesaria la creación de una “comisión de estilo” en el Congreso de la Unión

·        Innecesario modificarla si no es indispensable

·        Diego Valadés, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, inauguró el IV Congreso Nacional de Derecho Constitucional

 

 

Reformar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos requiere interpretar de manera correcta su contenido, crear una comisión de estilo del Congreso de la Unión y aplicar referendos, aseguró hoy Jorge Carpizo McGregor, académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, quien aclaró: no es conveniente cambiar la Carta Magna si no es indispensable.

 

Durante el IV Congreso Nacional de Derecho Constitucional, inaugurado por Diego Valadés, director del IIJ, subrayó: es una paradoja quererla sustituir cuando la Constitución mexicana empezó a regir los procesos políticos del país.

 

Carpizo McGregor consideró, sin embargo, que hay aspectos que deben actualizarse, pero con conocimientos y equilibrio para saber qué se quiere cambiar, porqué y para qué.

 

Aclaró no estar a favor de la intangibilidad e inmutabilidad de la Constitución, porque el orden jurídico es dinámico y cambiante por naturaleza, además de que debe ubicarse a la vanguardia de las ideas protectoras del ser humano y de sus relaciones sociales.

 

En el Auditorio Héctor Fix-Zamudio del IIJ, precisó: México tendrá una nueva ley fundamental cuando lo decidan por consenso las fuerzas sociales y políticas y lo ratifique el pueblo a través del referendo.

 

Para establecer una nueva Carga Magna, explicó, los tres partidos políticos más importantes deben ponerse de acuerdo sobre cuáles son los principios político-jurídicos de la actual Constitución que deben subsistir y qué nuevas instituciones se crearían; además, las principales organizaciones sociales tienen que estar de acuerdo con ese consenso y contar con la aprobación de la ciudadanía.

 

Ante constitucionalistas nacionales y extranjeros, Jorge Carpizo expresó: “sería inadmisible cometer una equivocación  terrible y proporcionar la medicina a la persona sana y no al vecino, que es quien la necesita”.

 

Al inaugurar el Congreso, Diego Valadés señaló que es tiempo de que la comunidad académica examine, discuta y proponga las bases del cambio institucional que el país demanda.

 

Para ello, consideró fundamental aceptar que la Constitución es una decisión del pueblo soberano, por lo cual para reformarla sus representantes están obligados a deliberar de manera pública, libre, informada, responsable y constructiva.

 

Asimismo, precisó, la Carta Magna debe considerarse como un instrumento para racionalizar el ejercicio del poder y no para destruirlo ni bloquearlo; reconocerla como la garantía de un orden democrático que alienta la competencia en los procesos electorales y la cooperación en las actividades institucionales, además de que asegura los espacios políticos para formular los planes de gobierno, entre otros factores fundamentales.

 

La Constitución es un contrato que puede ratificarse o renovarse; a la nuestra le toca el segundo aspecto, concluyó.

 

 

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