Boletín UNAM-DGCS-107
REFORMAR LA CONSTITUCIÓN REQUIERE SU INTERPRETACIÓN CORRECTA Y REFERENDOS: CARPIZO
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El investigador universitario consideró necesaria la creación de una
“comisión de estilo” en el Congreso de la Unión
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Innecesario modificarla si no es indispensable
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Diego Valadés, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas,
inauguró el IV Congreso Nacional de Derecho
Constitucional
Reformar la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos requiere interpretar de
manera correcta su contenido, crear una comisión de estilo del Congreso de la
Unión y aplicar referendos, aseguró hoy Jorge Carpizo McGregor, académico del
Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, quien aclaró: no es
conveniente cambiar la Carta Magna si no es indispensable.
Durante el IV Congreso Nacional de Derecho
Constitucional, inaugurado por Diego Valadés, director del IIJ, subrayó: es
una paradoja quererla sustituir cuando la Constitución mexicana empezó a regir
los procesos políticos del país.
Carpizo McGregor
consideró, sin embargo, que hay aspectos que deben actualizarse, pero con
conocimientos y equilibrio para saber qué se quiere cambiar, porqué y para qué.
Aclaró no estar a
favor de la intangibilidad e inmutabilidad de la Constitución, porque el orden
jurídico es dinámico y cambiante por naturaleza, además de que debe ubicarse a
la vanguardia de las ideas protectoras del ser humano y de sus relaciones
sociales.
En el Auditorio Héctor Fix-Zamudio del IIJ, precisó:
México tendrá una nueva ley fundamental cuando lo decidan por consenso las
fuerzas sociales y políticas y lo ratifique el pueblo a través del referendo.
Para establecer
una nueva Carga Magna, explicó, los tres partidos políticos más importantes
deben ponerse de acuerdo sobre cuáles son los principios político-jurídicos de
la actual Constitución que deben subsistir y qué nuevas instituciones se
crearían; además, las principales organizaciones sociales tienen que estar de
acuerdo con ese consenso y contar con la aprobación de la ciudadanía.
Ante
constitucionalistas nacionales y extranjeros, Jorge Carpizo expresó: “sería
inadmisible cometer una equivocación
terrible y proporcionar la medicina a la persona sana y no al vecino,
que es quien la necesita”.
Al inaugurar el
Congreso, Diego Valadés señaló que es tiempo de que la comunidad académica
examine, discuta y proponga las bases del cambio institucional que el país
demanda.
Para ello,
consideró fundamental aceptar que la Constitución es una decisión del pueblo
soberano, por lo cual para reformarla sus representantes están obligados a
deliberar de manera pública, libre, informada, responsable y constructiva.
Asimismo, precisó,
la Carta Magna debe considerarse como un instrumento para racionalizar el
ejercicio del poder y no para destruirlo ni bloquearlo; reconocerla como la
garantía de un orden democrático que alienta la competencia en los procesos
electorales y la cooperación en las actividades institucionales, además de que
asegura los espacios políticos para formular los planes de gobierno, entre
otros factores fundamentales.
La Constitución es
un contrato que puede ratificarse o renovarse; a la nuestra le toca el segundo
aspecto, concluyó.