Boletín UNAM-DGCS-1054
LA GLOBALIZACIÓN, POSITIVA PARA EL MOVIMIENTO FEMINISTA
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Presenta espacios de acción, afirmó Nelly Stromquist, de la Universidad
del Sur de California, Estados Unidos
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Asistió al Panel Educación en América Latina. Retos locales de los
feminismos en la globalización
La globalización no sólo tiene consecuencias
negativas, también muestra espacios que pueden presentar posibilidades de
acción positivas, sobre todo para el movimiento de mujeres, afirmó Nelly
Stromquist, profesora e investigadora de la Universidad del Sur de California
de Estados Unidos, en el Panel Educación en América Latina. Retos locales de
los feminismos en la globalización.
Esas posibilidades, que no son muchas para el
feminismo pero existen, “tienen que ver con los conceptos de otredad y
alteridad”, indicó en el evento organizado por el Centro de Estudios sobre la
Ciudad, la Facultad de Filosofía y Letras, el Programa Universitario de
Estudios de Género de la UNAM y el Grupo de Educación Popular con Mujeres, con
el apoyo de UNIFEM–México.
Un ejemplo de ello, señaló, es el
fortalecimiento de las identidades locales, referidas particularmente a los
pueblos indígenas, así como a los movimientos de mujeres y ecológicos, a fin de
resolver conflictos existentes.
En el Auditorio Alfonso Caso de Ciudad
Universitaria, la especialista agregó que otro punto a favor de la
globalización en cuanto al movimiento feminista, es la “universalización de los
movimientos reivindicatorios”, lo que ha llevado a acuerdos internacionales que
imponen cierta responsabilidad que no es fácil evadir.
También, Nelly Stromquist consideró que son
positivas las migraciones, “que se están creando tanto en los países que dejan
salir como en los que reciben, nuevos tipos de familias con responsabilidades
diferentes a las de antaño. Esto ha dado cambios culturales que permiten que la
mujer tenga una mayor autonomía y responsabilidad que antes”.
Hay una gran posibilidad de tener más
información con mayor velocidad y precisión de otros países, a través de los
cuales circulan modelos de igualdad, lo que permite el acceso a otras
realidades, recalcó. “Lo único malo de esto es que los mensajes en ocasiones se
reciben de manera acrítica”.
De las consecuencias de la globalización en la
educación latinoamericana, cuyos países presentan al respecto grandes
similitudes, destacó la descentralización del sistema escolar, porque se piensa
que así habrá más injerencia por parte de la comunidad. “Esta, en cierto modo,
parece anunciar una mayor democratización; sin embargo, hay esfuerzos por parte
del Estado de retirar su responsabilidad y pasarla a la comunidad”.
Asimismo, otra consecuencia es la creciente
privatización del sistema educativo, la cual es muy notoria en el nivel primario,
pero aún más en la educación superior. No obstante, afirmó, esto no es
recomendable como una forma de expandir el sistema de forma menos costosa para
el Estado, pero sí como una manera de influir en la equidad.
También se observa la existencia de la
evaluación del desempeño institucional y el de los estudiantes, porque se
quiere saber con exactitud cómo los sistemas educativos están preparando a los
individuos, particularmente para el mercado laboral. “Las pruebas
estandarizadas están creando un control nacional, inclusive regional”.
Finalmente, dijo que se está marcando la
competencia entre instituciones, lo cual puede llevar a que se cierren los
organismos del Estado, que tienen pocos recursos, y que se aumenten ciertas
instituciones privadas, y así se amplíe –tal vez sin querer- las universidades
de carácter religioso en contra de las laicas.
Fanni Muñoz Cabrejo, de la Universidad
Pontificia Católica de Perú, subrayó que incorporar la perspectiva de género en
la educación supone una nueva forma de concebir el conocimiento, de desarrollar
habilidades y actitudes.
Implica la resignificación de las teorías
educativas, además de la construcción de un nuevo lenguaje educativo, donde la
razón y el cuerpo se fusionen para, finalmente, dar lugar a una nueva
simbolización justamente del lenguaje y del género.
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La investigadora de la Universidad del Sur de
California, Nelly Stromquist, afirmó que la globalización ha abierto
posibilidades de acción a los movimientos feministas.
Graciela Morgade, Marisa Belausteguigoitia, Malú
Valenzuela, Fanni Muñoz y Nelly Stromquist, durante el Panel Educación en
América Latina. Retos locales de los feminismos en la globalización.
El Panel Educación en América Latina. Retos locales de los feminismos en la globalización estuvo organizado por el Centro de Estudios sobre la Ciudad, el Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM y el Grupo de Educación Popular con Mujeres.
DIFÍCIL ALCANZAR DE MANERA PLENA EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA EN
NUESTRO PAÍS
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Subsisten rasgos arcaicos y condiciones de pobreza que lo obstaculizan,
aseguró María del Refugio González
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Estado de derecho y democracia elementos inseparables que no pueden
existir uno sin el otro
Mientras en nuestro país subsistan, por un
lado, rasgos arcaicos y, por el otro, condiciones de pobreza generalizada en
numerosas entidades, ni el Estado de derecho ni la democracia se podrán
alcanzar de manera plena, aseguró María del Refugio González, directora general
de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Economía.
Al dictar la conferencia Modelos de Estado y
democracia, dentro de los actos conmemorativos por el 450 aniversario de la
Fundación de la Universidad, señaló que el Estado de derecho y la democracia son
dos elementos de un mismo binomio, considerados de vital importancia para
nuestro desarrollo. Sin embargo México tiene rasgos arcaicos difíciles de
remover.
Dijo que el Estado de derecho y la democracia
son dos elementos inseparables, no puede existir uno sin el otro, por ello, es
necesario analizar los modelos de Estado que ha habido en nuestro país, lo cual
permitirá apreciar que tan cerca o tan lejos estamos de un Estado democratizado
generalizado o razonable.
En el auditorio Bernardo Quintana del Palacio de Minería, la ex abogada
de la UNAM comentó que para que el ciudadano ejerza por completo sus derechos
necesita información, la posibilidad de moverse de manera libre, asociarse con
agrupaciones y partidos políticos, y “nada de ello es posible si la única
opción que tiene es buscar la forma de sobrevivir”.
Explicó que entre 1917 y 2001 se dieron varios
modelos de Estado en nuestro país. De 1917 a 1930 uno social revolucionario;
entre 1940 y 1970 el de la revolución institucionalizada y de 1982 a la fecha
se constituyó el nuevo modelo.
Este nuevo modelo, agregó, es de modernización,
pero también de globalización. Además, implica una nueva realidad o modo de
interacción entre gobernantes y gobernados, en el que se han dado reformas
capitales en economía, pero también en derechos humanos y en la participación
política social.
“Si de algo podemos estar satisfechos los
mexicanos es que poco a poco se hizo una reforma para garantizar, cada vez más,
con matices y variantes regionales la participación política”.
Asimismo, se percibe un fortalecimiento del
Estado de derecho y la Constitución se ha transformado en un instrumento
jurídico, no por las propias reformas de la Carta Magna, sino por las mejores
herramientas que tenemos para defenderla.
Refugio González explicó que en estos últimos
años se ha incrementado la participación de la población en los procesos
políticos, en especial los electorales, ya que se crearon órganos ciudadanos
para calificar las elecciones.
En materia de derechos humanos, recalcó, a
partir de 1992 se crearon órganos encargados de proteger estos derechos en todo
el país. También se reformó el artículo 130 y se reconoció la personalidad
jurídica de las iglesias, lo cual abrió la posibilidad de que actúen
abiertamente en la sociedad.
Explicó que otro de los avances fue la adición
al artículo cuarto constitucional, con lo que se reconoció el carácter
pluricultural de la nación y la cultura de los pueblos indígenas, y se modificó
el artículo 27 lo que flexibilizo el marco jurídico de la propiedad agraria.
Empero, aseveró que entre 1982 y 2001 han
transcurrido apenas 19 años, y menos de 10 de ellos corresponden a las grandes
reformas de 1992 y 1993, “los mexicanos apenas nos estamos acostumbrando a
todas estas reformas”.
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Pie de foto uno
María del Refugio
González, directora general de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Economía.
Pie de foto dos
La jurista
universitaria y funcionaria del gobierno federal, María del Refugio González,
consideró inseparables Estado de derecho y democracia.