14:00 hrs. Octubre 26 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1054

 

LA GLOBALIZACIÓN, POSITIVA PARA EL MOVIMIENTO FEMINISTA

 

·        Presenta espacios de acción, afirmó Nelly Stromquist, de la Universidad del Sur de California, Estados Unidos

·        Asistió al Panel Educación en América Latina. Retos locales de los feminismos en la globalización

 

La globalización no sólo tiene consecuencias negativas, también muestra espacios que pueden presentar posibilidades de acción positivas, sobre todo para el movimiento de mujeres, afirmó Nelly Stromquist, profesora e investigadora de la Universidad del Sur de California de Estados Unidos, en el Panel Educación en América Latina. Retos locales de los feminismos en la globalización.

 

Esas posibilidades, que no son muchas para el feminismo pero existen, “tienen que ver con los conceptos de otredad y alteridad”, indicó en el evento organizado por el Centro de Estudios sobre la Ciudad, la Facultad de Filosofía y Letras, el Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM y el Grupo de Educación Popular con Mujeres, con el apoyo de UNIFEM–México.

 

Un ejemplo de ello, señaló, es el fortalecimiento de las identidades locales, referidas particularmente a los pueblos indígenas, así como a los movimientos de mujeres y ecológicos, a fin de resolver conflictos existentes.

 

En el Auditorio Alfonso Caso de Ciudad Universitaria, la especialista agregó que otro punto a favor de la globalización en cuanto al movimiento feminista, es la “universalización de los movimientos reivindicatorios”, lo que ha llevado a acuerdos internacionales que imponen cierta responsabilidad que no es fácil evadir.

 

También, Nelly Stromquist consideró que son positivas las migraciones, “que se están creando tanto en los países que dejan salir como en los que reciben, nuevos tipos de familias con responsabilidades diferentes a las de antaño. Esto ha dado cambios culturales que permiten que la mujer tenga una mayor autonomía y responsabilidad que antes”.

 

Hay una gran posibilidad de tener más información con mayor velocidad y precisión de otros países, a través de los cuales circulan modelos de igualdad, lo que permite el acceso a otras realidades, recalcó. “Lo único malo de esto es que los mensajes en ocasiones se reciben de manera acrítica”.

 

De las consecuencias de la globalización en la educación latinoamericana, cuyos países presentan al respecto grandes similitudes, destacó la descentralización del sistema escolar, porque se piensa que así habrá más injerencia por parte de la comunidad. “Esta, en cierto modo, parece anunciar una mayor democratización; sin embargo, hay esfuerzos por parte del Estado de retirar su responsabilidad y pasarla a la comunidad”.

 

Asimismo, otra consecuencia es la creciente privatización del sistema educativo, la cual es muy notoria en el nivel primario, pero aún más en la educación superior. No obstante, afirmó, esto no es recomendable como una forma de expandir el sistema de forma menos costosa para el Estado, pero sí como una manera de influir en la equidad.

 

También se observa la existencia de la evaluación del desempeño institucional y el de los estudiantes, porque se quiere saber con exactitud cómo los sistemas educativos están preparando a los individuos, particularmente para el mercado laboral. “Las pruebas estandarizadas están creando un control nacional, inclusive regional”.

 

Finalmente, dijo que se está marcando la competencia entre instituciones, lo cual puede llevar a que se cierren los organismos del Estado, que tienen pocos recursos, y que se aumenten ciertas instituciones privadas, y así se amplíe –tal vez sin querer- las universidades de carácter religioso en contra de las laicas.

 

Fanni Muñoz Cabrejo, de la Universidad Pontificia Católica de Perú, subrayó que incorporar la perspectiva de género en la educación supone una nueva forma de concebir el conocimiento, de desarrollar habilidades y actitudes.

 

Implica la resignificación de las teorías educativas, además de la construcción de un nuevo lenguaje educativo, donde la razón y el cuerpo se fusionen para, finalmente, dar lugar a una nueva simbolización justamente del lenguaje y del género.

 

 

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La investigadora de la Universidad del Sur de California, Nelly Stromquist, afirmó que la globalización ha abierto posibilidades de acción a los movimientos feministas.

 

Graciela Morgade, Marisa Belausteguigoitia, Malú Valenzuela, Fanni Muñoz y Nelly Stromquist, durante el Panel Educación en América Latina. Retos locales de los feminismos en la globalización.

 

El  Panel Educación en América Latina. Retos locales de los feminismos en la globalización estuvo organizado por el Centro de Estudios sobre la Ciudad, el Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM y el Grupo de Educación Popular con Mujeres.                                                                                                                                            

DIFÍCIL ALCANZAR DE MANERA PLENA EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA EN NUESTRO PAÍS

 

·        Subsisten rasgos arcaicos y condiciones de pobreza que lo obstaculizan, aseguró María del Refugio González

·        Estado de derecho y democracia elementos inseparables que no pueden existir uno sin el otro

 

Mientras en nuestro país subsistan, por un lado, rasgos arcaicos y, por el otro, condiciones de pobreza generalizada en numerosas entidades, ni el Estado de derecho ni la democracia se podrán alcanzar de manera plena, aseguró María del Refugio González, directora general de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Economía.

 

Al dictar la conferencia Modelos de Estado y democracia, dentro de los actos conmemorativos por el 450 aniversario de la Fundación de la Universidad, señaló que el Estado de derecho y la democracia son dos elementos de un mismo binomio, considerados de vital importancia para nuestro desarrollo. Sin embargo México tiene rasgos arcaicos difíciles de remover.

 

Dijo que el Estado de derecho y la democracia son dos elementos inseparables, no puede existir uno sin el otro, por ello, es necesario analizar los modelos de Estado que ha habido en nuestro país, lo cual permitirá apreciar que tan cerca o tan lejos estamos de un Estado democratizado generalizado o razonable.

 

En el auditorio Bernardo Quintana del Palacio de Minería, la ex abogada de la UNAM comentó que para que el ciudadano ejerza por completo sus derechos necesita información, la posibilidad de moverse de manera libre, asociarse con agrupaciones y partidos políticos, y “nada de ello es posible si la única opción que tiene es buscar la forma de sobrevivir”.

 

Explicó que entre 1917 y 2001 se dieron varios modelos de Estado en nuestro país. De 1917 a 1930 uno social revolucionario; entre 1940 y 1970 el de la revolución institucionalizada y de 1982 a la fecha se constituyó el nuevo modelo.

 

Este nuevo modelo, agregó, es de modernización, pero también de globalización. Además, implica una nueva realidad o modo de interacción entre gobernantes y gobernados, en el que se han dado reformas capitales en economía, pero también en derechos humanos y en la participación política social.

 

“Si de algo podemos estar satisfechos los mexicanos es que poco a poco se hizo una reforma para garantizar, cada vez más, con matices y variantes regionales la participación política”.

 

Asimismo, se percibe un fortalecimiento del Estado de derecho y la Constitución se ha transformado en un instrumento jurídico, no por las propias reformas de la Carta Magna, sino por las mejores herramientas que tenemos para defenderla.

 

Refugio González explicó que en estos últimos años se ha incrementado la participación de la población en los procesos políticos, en especial los electorales, ya que se crearon órganos ciudadanos para calificar las elecciones.

 

En materia de derechos humanos, recalcó, a partir de 1992 se crearon órganos encargados de proteger estos derechos en todo el país. También se reformó el artículo 130 y se reconoció la personalidad jurídica de las iglesias, lo cual abrió la posibilidad de que actúen abiertamente en la sociedad.

 

Explicó que otro de los avances fue la adición al artículo cuarto constitucional, con lo que se reconoció el carácter pluricultural de la nación y la cultura de los pueblos indígenas, y se modificó el artículo 27 lo que flexibilizo el marco jurídico de la propiedad agraria.

 

Empero, aseveró que entre 1982 y 2001 han transcurrido apenas 19 años, y menos de 10 de ellos corresponden a las grandes reformas de 1992 y 1993, “los mexicanos apenas nos estamos acostumbrando a todas estas reformas”.

 

 

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Pie de foto uno

 

María del Refugio González, directora general de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Economía.

 

 

Pie de foto dos

 

La jurista universitaria y funcionaria del gobierno federal, María del Refugio González, consideró inseparables Estado de derecho y democracia.