9:00 hrs. Febrero 5 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-104

 

DEMANDAN TRATAR A LOS DISCAPACITADOS EN CONDICIONES DE IDENTIDAD E IGUALDAD

 

·        Debemos dejar de verlos con un sentimiento de lástima o admiración: Alejandro Pirron Curiel

·        El arquitecto consideró que aún son pocos los recursos destinados a dar solución a esta problemática

 

 

Para crear una cultura sobre la discapacidad en México es necesario dejar de considerar a las personas con capacidades físicas limitadas con sentimiento de lástima o admiración y tratarlas en condiciones de identidad e igualdad, afirmó Alejandro Pirron Curiel, profesor de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

 

En entrevista, el arquitecto destacó que a diario esas personas se enfrentan a gran cantidad de barreras, tanto físicas como socioculturales, las cuales les impiden integrarse a la sociedad en condiciones de igualdad.

 

Mencionó que dentro de las barreras físicas están las construidas y las inexistentes o por omisión. “De pronto, generamos una serie de obstáculos para discapacitados y hacemos escaleras sin barandales, pasos a desnivel, e incluso rampas, con una inclinación inadecuada, asimismo, colocamos buzones en cualquier lugar o salientes de ventanas que impiden el tránsito de los ciegos”.

 

Además, señaló el especialista en urbanismo, no hemos dotado de elevadores a edificios que lo requieren y tampoco hay la suficiente señalización en sitios públicos. De igual manera, añadió, calles y banquetas aún son poco susceptibles de ser transitadas o adaptadas.

 

Dentro de las barreras socioculturales, precisó, la primera es la concepción que se tiene del discapacitado, la cual generalmente va acompañada por un sentimiento de lástima o de admiración y casi nunca con una visión de igualdad.

 

Pirron Curiel consideró que si a las barreras físicas y culturales se les agrega la pertenencia de los discapacitados a otros grupos vulnerables, como los marginados o los huérfanos, el problema se complica exponencialmente porque, entonces, su integración a la sociedad resultará cada vez más difícil.

 

En ese sentido, apuntó, el reto más importante para los discapacitados es “buscar la igualdad, lo cual no significa su preferencia sobre otras personas, sino proporcionarles las mismas oportunidades de obtener un buen empleo o acceso a la educación”.

 

Por ejemplo, abundó, cualquier persona con discapacidad puede acudir a solicitar empleo, presentar su solicitud, someterse a una evaluación y concursar, como los demás, sin tener que enfrentarse a esas barreras impuestas por la sociedad.

 

En cuanto a educación, los discapacitados difícilmente pueden concluir sus estudios por problemas de accesibilidad, debido a que las escuelas aún no son construidas bajo esta perspectiva y tienen una serie de obstáculos los cuales, en su mayoría, pueden ser solucionados a bajo costo, puntualizó.

 

Si bien hay un interés manifiesto del gobierno y la sociedad por integrar a este sector de la población a las actividades cotidianas, finalmente el fenómeno económico indica que todavía son pocos los recursos destinados a solucionar esta problemática, consideró Pirron Curiel.

 

En la Facultad de Arquitectura, ejemplificó, ya se trabaja en distintos ámbitos, con el propósito de hacer más accesibles las instalaciones para los discapacitados. “En el aspecto físico existen cajones de estacionamiento para esta población y una rampa de acceso, pero aún falta adaptar algunas zonas”.

 

Asimismo, en el plan de estudios 1999 de área urbano ambiental, se consideró a esta población para el diseño de nuevas construcciones; además, existen cursos de licenciatura y posgrado sobre cómo hacer las adaptaciones pertinentes.

 

En este sentido, los arquitectos pueden ser gestores de ideas, sin embargo, necesitan partir del conocimiento de esta problemática, “para que al construir una simple rampa en una banqueta, sean capaces de asegurar que una persona con discapacidad transitará por ese lugar con plena confianza y autonomía sin requerir del auxilio de otra persona en calidad de bulto”, indicó.

 

Explicó: “después de analizar las características topográficas de la FA, nos dimos cuenta que mediante un sistema de rampas es posible facilitar el acceso de los discapacitados por nuestras instalaciones, cuando menos en la planta principal y los talleres. Se trata de llevar los sitios hacia las personas y no que estas vayan a los sitios”.

 

Además, concluyó, al implementar estos elementos los alumnos de la Facultad podrán observarlos y buscar la manera de desarrollar propuestas más efectivas.

 

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