Boletín UNAM-DGCS-104
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Debemos dejar de
verlos con un sentimiento de lástima o admiración: Alejandro Pirron Curiel
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El arquitecto
consideró que aún son pocos los recursos destinados a dar solución a esta
problemática
Para crear una cultura sobre la discapacidad en México es necesario
dejar de considerar a las personas con capacidades físicas limitadas con
sentimiento de lástima o admiración y tratarlas en condiciones de identidad e
igualdad, afirmó Alejandro Pirron Curiel, profesor de la Facultad de
Arquitectura de la UNAM.
En entrevista, el arquitecto destacó que a diario esas personas se
enfrentan a gran cantidad de barreras, tanto físicas como socioculturales, las
cuales les impiden integrarse a la sociedad en condiciones de igualdad.
Mencionó que dentro de las barreras físicas están las construidas y
las inexistentes o por omisión. “De pronto, generamos una serie de obstáculos
para discapacitados y hacemos escaleras sin barandales, pasos a desnivel, e
incluso rampas, con una inclinación inadecuada, asimismo, colocamos buzones en
cualquier lugar o salientes de ventanas que impiden el tránsito de los ciegos”.
Además, señaló el especialista en urbanismo, no hemos dotado de
elevadores a edificios que lo requieren y tampoco hay la suficiente
señalización en sitios públicos. De igual manera, añadió, calles y banquetas
aún son poco susceptibles de ser transitadas o adaptadas.
Dentro de las barreras socioculturales, precisó, la primera es la
concepción que se tiene del discapacitado, la cual generalmente va acompañada
por un sentimiento de lástima o de admiración y casi nunca con una visión de
igualdad.
Pirron Curiel consideró que si a las barreras físicas y culturales se
les agrega la pertenencia de los discapacitados a otros grupos vulnerables,
como los marginados o los huérfanos, el problema se complica exponencialmente
porque, entonces, su integración a la sociedad resultará cada vez más difícil.
En ese sentido, apuntó, el reto más importante para los discapacitados
es “buscar la igualdad, lo cual no significa su preferencia sobre otras
personas, sino proporcionarles las mismas oportunidades de obtener un buen
empleo o acceso a la educación”.
Por ejemplo, abundó, cualquier persona con discapacidad puede acudir a
solicitar empleo, presentar su solicitud, someterse a una evaluación y
concursar, como los demás, sin tener que enfrentarse a esas barreras impuestas
por la sociedad.
En cuanto a educación, los discapacitados difícilmente pueden concluir
sus estudios por problemas de accesibilidad, debido a que las escuelas aún no
son construidas bajo esta perspectiva y tienen una serie de obstáculos los
cuales, en su mayoría, pueden ser solucionados a bajo costo, puntualizó.
Si bien hay un interés manifiesto del gobierno y la sociedad por
integrar a este sector de la población a las actividades cotidianas, finalmente
el fenómeno económico indica que todavía son pocos los recursos destinados a
solucionar esta problemática, consideró Pirron Curiel.
En la Facultad de Arquitectura, ejemplificó, ya se trabaja en
distintos ámbitos, con el propósito de hacer más accesibles las instalaciones
para los discapacitados. “En el aspecto físico existen cajones de estacionamiento
para esta población y una rampa de acceso, pero aún falta adaptar algunas
zonas”.
Asimismo, en el plan de estudios 1999 de área urbano ambiental, se
consideró a esta población para el diseño de nuevas construcciones; además,
existen cursos de licenciatura y posgrado sobre cómo hacer las adaptaciones
pertinentes.
En este sentido, los arquitectos pueden ser gestores de ideas, sin
embargo, necesitan partir del conocimiento de esta problemática, “para que al
construir una simple rampa en una banqueta, sean capaces de asegurar que una
persona con discapacidad transitará por ese lugar con plena confianza y
autonomía sin requerir del auxilio de otra persona en calidad de bulto”,
indicó.
Explicó: “después de analizar las características topográficas de la
FA, nos dimos cuenta que mediante un sistema de rampas es posible facilitar el
acceso de los discapacitados por nuestras instalaciones, cuando menos en la
planta principal y los talleres. Se trata de llevar los sitios hacia las
personas y no que estas vayan a los sitios”.
Además,
concluyó, al implementar estos elementos los alumnos de la Facultad podrán
observarlos y buscar la manera de desarrollar propuestas más efectivas.