19:00 hrs. Octubre 19 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1030bis                                                                                                                                                                              

NO HABRÁ TRANSFORMACIÓN EN LA UNAM SI NO HAY PARTICIPACIÓN ESTUDIANTIL

 

·        Aseguró Daniel Cazés al clausurar la Primera reunión de auto-estudio de las universidades mexicanas

·        Antes del congreso debemos construir un espacio en el que plantemos una plataforma mínima de consensos: Axel Didriksson

 

De cara a la reforma universitaria, Daniel Cazés Menache, director del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), advirtió que en la UNAM no se debe desencadenar ningún proceso de transformación si no hay participación estudiantil. "El congreso puede hacerse sin estudiantes, pero en la historia de las universidades, desde hace mil años, ningún cambio se ha hecho sin su participación", dijo.

 

Al respecto, Axel Didriksson Takayanagui, del Centro de Estudios sobre la Universidad (CESU), comentó que antes de realizar un congreso, los integrantes de la comunidad debemos, como condición sine qua non, construir un espacio concreto en el que los actores de la Universidad podamos plantear una plataforma mínima de consensos que nos permitan ir al congreso y construir los actores que hoy todavía no están presentes.

 

En el último día de trabajos de la Primera reunión de auto-estudio de las universidades mexicanas, Didriksson Takayanagui señaló que con la actual comisión especial del Consejo Universitario "no vamos a llegar a gran cosa. Si nada más se sigue así la idea del congreso, promovida por el Consejo Universitario, será un motivo de conflicto y no un camino de solución y transformación de la institución ".

 

Propuso que se organicen foros de discusión por dependencia; hay que hacerlos y construirlos con carácter resolutivo y de plataforma de discusión para determinar qué tipo de congreso queremos. "Eso no lo debe establecer el Consejo Universitario", es la comunidad la que tiene que definir los temas y los tiempos del congreso y que queremos de él".

 

Dijo que los promoverá en donde puedan realizarse esos foros por dependencia, escuela, facultad, centro e instituto, donde toda la comunidad comparta sus puntos de vista respecto a lo que quiere del congreso y la comisión organizadora se ponga a instrumentarlo.

 

En tanto, Martiniano Arredondo Galván, asesor de la Coordinación General de Reforma Universitaria, sostuvo que en la actualidad el énfasis discursivo tendría que ponerse en la reforma más que en el Congreso, ya que, poner el acento en éste último es hablar de algo que no tiene claridad.

 

Debemos reconocer que por lo grande, diversa, heterogénea y compleja que es la Universidad, "es difícil llegar a resolver problemas o realizar reformas específicas para todo el conjunto de la institución".

 

Por ello, es necesario que haya resoluciones en el ámbito local. Cada comunidad académica debe resolver de alguna manera sus propios problemas.

 

En la actualidad no se reconoce la heterogeneidad de la institución, y la normatividad que tenemos en la Universidad en términos generales es de carácter abstracto o general que homogeneiza o trata de homogeneizar realidades muy diversas.

 

Por ejemplo, la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Aragón tiene la misma normatividad que toda la Universidad, y en la institución se trata de igual manera al personal académico de institutos y centros de investigación que al personal académico de esta escuela, a pesar de que su situación es diferente.

 

Arredondo Galván agregó que en la UNAM los reglamentos tratan por igual al alumno que ingresa a Iniciación en el bachillerato, es decir adolescentes de 12 ó 13 años, que a los de posgrado, con 45 o más años. "No se pueden tratar de manera igual cuando hay situaciones muy diferentes".

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Concluyó la Primera reunión de auto-estudio de las universidades mexicanas, organizada por el CEIICH de la UNAM