14:30 hrs. Octubre 17 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1021                                                                                                                                                                                        

 

 

ELABORAR EL REGLAMENTO EN MATERIA TRANSGÉNICA CON LA PARTICIPACIÓN DE INVESTIGADORES Y PRODUCTORES

 

·        Opinó Amanda Gálvez Mariscal, investigadora de la Facultad de Química.

·        Se llevó a cabo el foro Los alimentos transgénicos: un debate impostergable, en la FES Cuautitlán.

 

En México, las reglamentaciones en materia de alimentos transgénicos deberán responder a las necesidades de un país tan complicado como el nuestro, que es megadiverso importador de granos y semillas y que tiene la más alta biodiversidad del maíz en el mundo, afirmó Amanda Gálvez Mariscal, investigadora de la Facultad de Química.

 

En el foro Los alimentos transgénicos: un debate impostergable, organizado por la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, agregó que en la realización de esta reglamentación deberán participar todas las dependencias públicas involucradas, investigadores, sin dejar de lado la opinión de los productores.

 

En la actualidad los desarrollos comerciales en la materia en el ámbito internacional no están enfocados para darle una mayor resistencia a los cultivos contra plagas y enfermedades, sino a herbicidas. Falta mayor compromiso con el consumidor y el ambiente, así como extender la reglamentación a otros ámbitos (microorganismos animales y alimentos) en los cuales debemos hablar de su cuidado e identificación.

Julio Muñoz Rubio, de la Facultad de Ciencias, dijo que al hablar de alimentos transgénicos o genéticamente modificados, la producción, difusión y comercialización de éstos queda legitimada por ser resultado de la investigación científica.

 

“Queda legitimada ante la propia comunidad científica y la opinión pública, porque aquello que ha resultado de una investigación tiene un carácter de objetivo, verdadero y preciso, y una validez universal desde hace varios siglos, y los alimentos transgénicos no son la excepción”.

 

Amanda Gálves señaló que en nuestro país también se debe apoyar la creación de nuevos negocios con una derrama económica importante, pero con especial énfasis de cuidar la salud humana y el ambiente.

 

Al referirse al etiquetado de los alimentos transgénicos, Amanda Gálvez destacó que en la actualidad hay un amplio debate al respecto no obstante, “no contamos con un sistema de vigilancia y monitoreo para ese etiquetado”. En alimentos, agregó, lo que debemos tener en cuenta es que en Estados Unidos la reglamentación de etiquetado no existe, pero en Europa sí.

 

“Nuestra posición en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica es muy difícil ya que importamos una gran cantidad de productos  de acuerdo con las cuotas del propio tratado, sin segregar y sin etiquetar.

 

Por ello advirtió, si un industrial pretende exportar a Europa, el problema será qué porcentaje será transgénico, ya que ni siquiera sabemos qué importamos.

 

La Secretaría de Salud da los permisos de importación para maíz, pero no investiga cuánto ni qué porcentaje es transgénico, lo único que sabe es que ese maíz no hace daño.

 

Julio Muñoz Rubio señaló que es indispensable iniciar una reflexión sobre los alimentos transgénicos pero sobre todo, acerca del desarrollo de toda una concepción del mundo que permea desde hace muchos siglos la investigación, y que en la actualidad en muchas esferas, pero en particular la biotecnología y la ingeniería genética tienen un enorme peso.

 

 

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