Boletín UNAM-DGCS-1005
Palacio
de Minería
Pies de Foto al Final del Boletín
EN LOS JÓVENES, CASAMIENTO Y PATERNIDAD, POSIBILIDAD DE ACCEDER AL
RECONOCIMIENTO SOCIAL
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Aseveró Ena Eréndira Niño Calixto, de la Facultad de Psicología de la
UNAM
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Participó en la conferencia Embarazo en la adolescencia...¿deseado o no
deseado?
Uno de los principales factores socioculturales
que propician los embarazos entre la población joven se encuentra en la
conceptualización del casamiento y la maternidad o paternidad como única
posibilidad de acceder al reconocimiento social y de aumentar la autoestima,
afirmó Ena Eréndira Niño Calixto, académica del Programa de Sexualidad Humana
de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Otros factores: creen lograr así la
reafirmación por parte de otros de su identidad psico-social. También influye la
necesidad de la mujer de llamar la atención, y en el varón surge la necesidad
de la imagen de la madre, de brindar protección.
Acerca de los factores individuales que inciden
para un mayor riesgo de embarazo en adolescentes resaltó la búsqueda de identidad,
en este sentido, buscan diferentes maneras de ser, y adoptan una identidad
transitoria; rompimiento del autocontrol (debilitamiento del yo); fragilidad
emocional, una creciente necesidad de afecto, y si no la satisfacen en su casa
la buscan en otro lado; también la falta de alguno de los padres, sobre todo si
hubo un vínculo fuerte con él y manejo de una doble moral sexual.
Durante la Conferencia Embarazo en la adolescencia... ¿deseado o no deseado?, en el marco
de los festejos por los 450 años de la Universidad de México, diferenció entre
los embarazos no deseados, los no planeados y los inesperados, dijo que los
primeros son aquellos que se presentan en una pareja cuando no hay un vínculo
afectivo fuerte, estable; el segundo, cuando ya existe un proyecto conjunto,
pero no se había pensado todavía en tener un hijo, y el inesperado es cuando
falló el método anticonceptivo. Desafortunadamente, de los tres el que más se
presenta es el no deseado.
En la Excapilla del Palacio de Minería, la
académica añadió que cuando ocurre un embarazo en adolescentes, la familia
termina por enterarse y la primera opción que ésta presenta es que se casen o
vivan juntos, lo cual trae como consecuencia implicaciones para asumir una
maternidad o paternidad en gente joven cuando todavía no están preparados
emocionalmente para ello.
Sobre los principales problemas que enfrentan
los jóvenes en general destacó las altas tasas de embarazos, la interrupción de
embarazos con el aborto, el elevado índice de hijos no deseados, quienes la
mayoría de las veces terminan por convertirse en un estorbo, y del contagio de
enfermedades de transmisión sexual; agresiones sexuales, sobre todo en las
mujeres, como abuso violación y hostigamiento; deserción escolar e ingreso
temprano al ámbito laboral.
Al iniciar su vida sexual los jóvenes cuando
inician: se enfrentan a carencia de información en cuanto al desarrollo
psicosexual femenino y masculino, a problemas de salud relacionados con el
ejercicio sexual, así como al efecto negativo que en el ámbito psicológico y
social tienen al inicio temprano de su conducta reproductiva, al compromiso de
la pareja en la toma de decisiones respecto a la planeación de los actos
sexuales y la elección de un método anticonceptivo.
Por su parte, David Silva Abarca, responsable
del Área de Adolescentes en el Instituto Mexicano del Seguro Social, se
preguntó que si en México ha disminuido la tasa de fecundidad, ha aumentado la
escolaridad, y no ha aumentado el número de relaciones sexuales que mantienen
los adolescentes, ni ha disminuido la edad de inicio, entonces por qué se
sataniza el embarazo de mujeres entre 13 y 20 años de edad. La respuesta, dijo,
es que nuestra sociedad está dirigida a no responsabilizarse de los problemas
sociales y trasladarlos a los individuos.
“Usted –dicen- tiene el problema familiar
porque no se comunica con sus hijos, pero cómo le hago o a qué horas si tengo
cuatro o cinco trabajos para mantener a mi familia”.
Adicionalmente, los sistemas de salud mexicanos
tienen tres grandes problemas en relación con los adolescentes. El primero, que
considera genéricamente que el embazo en este sector de la población es malo.
El otro es que se orientan solo hacia la cura de las enfermedades y no a la
prevención. “Como los adolescentes no se mueren y no padecen tantas
enfermedades”, se olvida de que el 90 por ciento de las adicciones se adquieren
en esta etapa, y que la gran mayoría contraen el sida también en esta época de
su vida, por ejemplo. Ellos no tienen tantos padecimientos, pero tienen riesgo,
no son población de alto riesgo, sino susceptible, y así hay que entenderlo.
Finalmente, les hemos mentido. Les decimos que
se van a morir si se embarazan, cuando no es cierto. Esto sería ir en contra de
la naturaleza. Siglos atrás todas las adolescentes se embarazaban y, por lo
tanto, nuestra especie se hubiera acabado si se hubiera llegado a ese extremo.
La exigencia de procrear antes de los 30 años antes era universal.
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Un factor
propiciatorio de embarazos entre la población joven es que ésta conceptualiza
el casamiento y la maternidad o paternidad como única posibilidad de acceder al
reconocimiento social y de aumentar la autoestima, afirmó Ena Eréndira Niño
Calixto, de la Facultad de Psicología de la UNAM
David Silva
Abarca, responsable del Área de Adolescentes en el Instituto Mexicano del
Seguro Social, y Ena Eréndira Niño Calixto, del la Facultad de Psicología de la
UNAM, participaron en la conferencia Embarazo en la adolescencia... ¿deseado o
no deseado?, en el Palacio de Minería