06:00 hrs. Octubre 13 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1005

 

Palacio de Minería

Pies de Foto al Final del Boletín

 

EN LOS JÓVENES, CASAMIENTO Y PATERNIDAD, POSIBILIDAD DE ACCEDER AL RECONOCIMIENTO SOCIAL

 

·        Aseveró Ena Eréndira Niño Calixto, de la Facultad de Psicología de la UNAM

·        Participó en la conferencia Embarazo en la adolescencia...¿deseado o no deseado?

 

Uno de los principales factores socioculturales que propician los embarazos entre la población joven se encuentra en la conceptualización del casamiento y la maternidad o paternidad como única posibilidad de acceder al reconocimiento social y de aumentar la autoestima, afirmó Ena Eréndira Niño Calixto, académica del Programa de Sexualidad Humana de la Facultad de Psicología de la UNAM.

 

Otros factores: creen lograr así la reafirmación por parte de otros de su identidad psico-social. También influye la necesidad de la mujer de llamar la atención, y en el varón surge la necesidad de la imagen de la madre, de brindar protección.

 

Acerca de los factores individuales que inciden para un mayor riesgo de embarazo en adolescentes resaltó la búsqueda de identidad, en este sentido, buscan diferentes maneras de ser, y adoptan una identidad transitoria; rompimiento del autocontrol (debilitamiento del yo); fragilidad emocional, una creciente necesidad de afecto, y si no la satisfacen en su casa la buscan en otro lado; también la falta de alguno de los padres, sobre todo si hubo un vínculo fuerte con él y manejo de una doble moral sexual.

 

Durante la Conferencia Embarazo en la adolescencia... ¿deseado o no deseado?, en el marco de los festejos por los 450 años de la Universidad de México, diferenció entre los embarazos no deseados, los no planeados y los inesperados, dijo que los primeros son aquellos que se presentan en una pareja cuando no hay un vínculo afectivo fuerte, estable; el segundo, cuando ya existe un proyecto conjunto, pero no se había pensado todavía en tener un hijo, y el inesperado es cuando falló el método anticonceptivo. Desafortunadamente, de los tres el que más se presenta es el no deseado.

 

En la Excapilla del Palacio de Minería, la académica añadió que cuando ocurre un embarazo en adolescentes, la familia termina por enterarse y la primera opción que ésta presenta es que se casen o vivan juntos, lo cual trae como consecuencia implicaciones para asumir una maternidad o paternidad en gente joven cuando todavía no están preparados emocionalmente para ello.

 

Sobre los principales problemas que enfrentan los jóvenes en general destacó las altas tasas de embarazos, la interrupción de embarazos con el aborto, el elevado índice de hijos no deseados, quienes la mayoría de las veces terminan por convertirse en un estorbo, y del contagio de enfermedades de transmisión sexual; agresiones sexuales, sobre todo en las mujeres, como abuso violación y hostigamiento; deserción escolar e ingreso temprano al ámbito laboral.

 

Al iniciar su vida sexual los jóvenes cuando inician: se enfrentan a carencia de información en cuanto al desarrollo psicosexual femenino y masculino, a problemas de salud relacionados con el ejercicio sexual, así como al efecto negativo que en el ámbito psicológico y social tienen al inicio temprano de su conducta reproductiva, al compromiso de la pareja en la toma de decisiones respecto a la planeación de los actos sexuales y la elección de un método anticonceptivo.

 

Por su parte, David Silva Abarca, responsable del Área de Adolescentes en el Instituto Mexicano del Seguro Social, se preguntó que si en México ha disminuido la tasa de fecundidad, ha aumentado la escolaridad, y no ha aumentado el número de relaciones sexuales que mantienen los adolescentes, ni ha disminuido la edad de inicio, entonces por qué se sataniza el embarazo de mujeres entre 13 y 20 años de edad. La respuesta, dijo, es que nuestra sociedad está dirigida a no responsabilizarse de los problemas sociales y trasladarlos a los individuos.

 

“Usted –dicen- tiene el problema familiar porque no se comunica con sus hijos, pero cómo le hago o a qué horas si tengo cuatro o cinco trabajos para mantener a mi familia”.

 

Adicionalmente, los sistemas de salud mexicanos tienen tres grandes problemas en relación con los adolescentes. El primero, que considera genéricamente que el embazo en este sector de la población es malo.

 

El otro es que se orientan solo  hacia la cura de las enfermedades y no a la prevención. “Como los adolescentes no se mueren y no padecen tantas enfermedades”, se olvida de que el 90 por ciento de las adicciones se adquieren en esta etapa, y que la gran mayoría contraen el sida también en esta época de su vida, por ejemplo. Ellos no tienen tantos padecimientos, pero tienen riesgo, no son población de alto riesgo, sino susceptible, y así hay que entenderlo.

 

Finalmente, les hemos mentido. Les decimos que se van a morir si se embarazan, cuando no es cierto. Esto sería ir en contra de la naturaleza. Siglos atrás todas las adolescentes se embarazaban y, por lo tanto, nuestra especie se hubiera acabado si se hubiera llegado a ese extremo. La exigencia de procrear antes de los 30 años antes era universal.

 

 

 

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FOTO 1

 

Un factor propiciatorio de embarazos entre la población joven es que ésta conceptualiza el casamiento y la maternidad o paternidad como única posibilidad de acceder al reconocimiento social y de aumentar la autoestima, afirmó Ena Eréndira Niño Calixto, de la Facultad de Psicología de la UNAM

 

 

FOTO 2

 

David Silva Abarca, responsable del Área de Adolescentes en el Instituto Mexicano del Seguro Social, y Ena Eréndira Niño Calixto, del la Facultad de Psicología de la UNAM, participaron en la conferencia Embarazo en la adolescencia... ¿deseado o no deseado?, en el Palacio de Minería