Boletín UNAM-DGCS-093
LOS DERECHOS HUMANOS, SUSTENTO PARA EJERCER
JURISDICCIÓN UNIVERSAL CONTRA CRÍMENES ATROCES: CNDH
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Son prerrogativas que los individuos
han logrado: Fernando Serrano Migallón
·
Organizó la Facultad de Derecho de
la UNAM la conferencia "transición democrática y protección de los
derechos humanos"
La defensa de los derechos humanos es el
principal sustento sobre el cual los sistemas judiciales nacionales ejercen el
criterio de la jurisdicción universal para evitar la impunidad de los crímenes
más atroces, aseguró el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos
(CNDH), José Luis Soberanes Fernández.
A su vez, el director de la Facultad de Derecho
de la UNAM, Fernando Serrano Migallón, indicó que las garantías son una serie
de prerrogativas que los individuos le han arrancado al poder desde la
existencia misma de la división entre gobernantes y gobernados.
Mariclaire Acosta, embajadora especial de la
Secretaría de Relaciones Exteriores para la Democracia y los Derechos Humanos,
dijo que en la actualidad los derechos fundamentales son sustento de la
democracia, porque ya no es sostenible una relación estéril entre un gobierno
de legalidad autoritario y otro de mayoría.
Al participar en el ciclo anual de conferencia
y mesas redondas: "Transición democrática y protección de los derechos
humanos", organizado por la Facultad de Derecho, el presidente de la CNDH
explicó que la protección y promoción de los derechos fundamentales llevó a la
apertura a un extremo en donde se habla, incluso, de la disolución de las
soberanías nacionales.
Ante el presidente del Instituto Federal
Electoral (IFE), José Woldenberg, Soberanes Fernández indicó que en la
actualidad la apertura no se entiende exenta de la tutela de los derechos
fundamentales, lo cual comprueba que sin ellos la democracia no existe.
En el auditorio "José Castillo
Larrañaga" de la Unidad de Posgrado de la FD, señaló que la apertura
comienza con la pluralidad política, pero no se agota en las urnas, por lo cual
la oportunidad de una sociedad más abierta plantea desafíos, sobre todo
tratándose de derechos humanos.
Luego, mencionó los retos fundamentales desde
el punto de vista interno: lograr la conciliación entre los derechos
individuales y colectivos, pues se presentan situaciones como la de las
comunidades indígenas; mantener la tolerancia, sobre todo religiosa, pues el
clima de confrontación que por esa razón se vive entre algunos grupos, como los
indígenas, es un síntoma preocupante en una sociedad plural.
En su oportunidad, Fernando Serrano Migallón
comentó que en la transición que vive
el país, es necesario incluir los derechos humanos en el cambio, no sólo de un
partido político en el Ejecutivo Federal, sino en la manera de ver el fenómeno
público.
Para Mariclaire Acosta ahora toca a los
mexicanos remontar la desconfianza característica que aún se arrastra de un
régimen autoritario durante el cual gran parte de las recomendaciones de los
organismos internacionales, en materia de derechos humanos, son desconocidas y
se ignora el destino que tuvieron.
Reconoció que los compromisos
internacionales en materia de derechos humanos no se cumplen cabalmente en
nuestro país, ya que los jueces se resisten a aplicarlos y los litigantes muestran
una actitud negativa hacia ellos, con la sola excepción de los abogados
vinculados a los organismos públicos defensores de derechos humanos o las
organizaciones civiles.
Agregó que pese a los
esfuerzos de la sociedad y el gobierno la tortura aún se utiliza en México,
razón por la cual otorgar facultades jurídicas a las comisiones de derechos
humanos en los casos de violaciones graves es una asignatura pendiente.
Finalmente, añadió, el actual
gobierno federal tiene muchas posibilidades de lograr avances en materia de
derechos humanos ya que goza de legitimidad de origen, lo que le permitirá
hacer reformas profundas en materias como la impartición de justicia, en donde
aún se presentan obstáculos al pleno respeto a las garantías individuales.
Por su parte, José Woldenberg sostuvo que
la democratización de nuestro país y el progreso en el respeto a los derechos
humanos son parte de un mismo fenómeno, al que calificó como una “ola
civilizadora”.
La democracia, subrayó el
consejero presidente del IFE, es el único marco que permite el respeto a los
derechos humanos y por ello la historia política mexicana está vinculada a la
protección de los derechos fundamentales, ya que el despliegue de las
libertades políticas abrió las puertas a las denuncias por abusos cometidos por
las autoridades en contra de los individuos.
Los derechos fundamentales de
la persona como la libertad personal, la de imprenta y opinión así como las de
reunión y asociación se complementaron, acotó, con la libertad política de los
ciudadanos.
Eso pudo apreciarse,
puntualizó, en las elecciones del dos de julio del año pasado, en las cuales el
ejercicio de esas libertades por parte de los ciudadanos impidió toda
posibilidad de fraude, lo que cerró un episodio de dudas y sospechas en la historia
nacional.
Finalmente, Evencio Martínez Ramírez,
presidente estatal de la Comisión de Derechos Humanos de Oaxaca, afirmó que la
alternancia en el poder no es garantía para una plena democracia pues ésta es
frágil.
“En los tiempos actuales muchos ámbitos
han cambiado en el país en esa materia, la tortura y otras violaciones humanas,
antes prácticas cotidianas y encubiertas, hoy son cada vez menos denunciadas y
sancionadas”, concluyó.
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