Boletín UNAM-DGCS-091
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El director del IIJ de la UNAM sostuvo que
se logró dar vida a normas constitucionales que antes no eran observadas
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Intocable la noción de soberanía, porque es
la base dogmática de la democracia, afirmó
El cambio en nuestro país transformó la conducta de los actores
políticos, quienes dieron vida a normas constitucionales que antes no se
observaban, afirmó Diego Valadés Ríos, director del Instituto de
Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.
Agregó que por ello existen aspectos de nuestra Constitución que no
requieren modificación como es el concepto de soberanía, fundamental para la
democracia de un país.
Diego
Valadés indicó que la soberanía es base dogmática de la democracia e implica la
capacidad de todos los mexicanos de participar en el ejercicio del poder. Por
este motivo, subrayó, admitir que hay menos soberanía significa que los
ciudadanos tendremos menos derecho.
Al hablar en conferencia de prensa con motivo del Cuarto Congreso
Nacional de Derecho Constitucional, Valadés Ríos aseguró que la academia no
puede permanecer ajena a los cambios que se viven en el país. Por ello es
necesario examinar con sentido crítico el funcionamiento de las instituciones y
plantearles un destino para el futuro, agregó.
Al referirse a la reforma de la constitución mexicana de 1917, señaló
que ese documento estableció un sistema presidencialista con contenidos
autoritarios y centralizadores del poder de los cuales debe ser despojada ya
que, dijo, son incompatibles con el proceso de democratización del país.
El director del IIJ añadió que si se convocara en México a un congreso
constituyente, ello equivaldría a dar un golpe de Estado, pues se desconocería
al Congreso de la Unión y a las legislaturas estatales como órganos encargados
de reformar nuestra ley fundamental.
En su intervención, Salvador Valencia Carmona rechazó la posibilidad de
convocar a un congreso constituyente, porque, dijo, sería una falacia.
Existen instituciones, explicó, como el municipio libre y el derecho de
amparo arraigadas en nuestro sistema jurídico y, por lo tanto, no puede
pretenderse que en este aspecto México parta de cero.
Si nuestro país requiere o no una nueva Constitución, puntualizó,
deberá discutirse en forma amplia y resolverse mediante acuerdos y consensos.
Al analizar el tema de la reelección de los legisladores, el
investigador universitario consideró que sería positiva, sin embargo, advirtió,
no debe sugerirse la posibilidad de reelegir al titular del poder ejecutivo,
porque sería catastrófico para el país.
A su vez, Hugo Concha, coordinador de la Unidad de Investigación
Empírica del IIJ y especialista en impartición de justicia, aseveró que nuestra
Constitución se ha convertido en un conjunto de normas ambiguas,
contradictorias y difícilmente compatibles con la realidad política del país.
Lo que México necesita, puntualizó, es que la Constitución deje de ser
un documento sacro y se convierta en una auténtica norma jurídica, exigible
ante las autoridades por los ciudadanos.
En el Cuarto Congreso Nacional de Derecho Constitucional participarán
académicos de las universidades públicas del país y de las facultades de
derecho de la ciudad de México, así como de universidades extranjeras.
Durante los trabajos se abordarán la interpretación constitucional
contemporánea; democracia y gobernabilidad; impartición de justicia; economía y
constitución y derechos humanos, entre otros.