9:00 hrs. Enero 21 del 2001
DOS MIL 500 DEPORTACIONES DIARIAS DE EU A MÉXICO EN CONDICIONES INHUMANAS: INSTITUTO NACIONAL DE MIGRACIÓN
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En ciudades fronterizas de Baja California los migrantes sufren maltrato
físico y verbal
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Las principales víctimas son mujeres y niños indocumentados
En las ciudades
fronterizas de Baja California se realizan dos mil 500 deportaciones diarias y,
en muchos casos, los traslados se efectúan en condiciones inhumanas, porque a
las personas se les esposa con grilletes, las mantienen amontonadas y sin
higiene, además de que son víctimas de maltratos físicos y verbales, afirmó el
comisionado del Instituto Nacional de Migración, de la Secretaría de
Gobernación, Felipe de Jesús Preciado Coronado.
Al participar en las
Jornadas en Materia de Migración, organizadas por el Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM, precisó: las deportaciones se llevan a
cabo en horarios nocturnos de alto riesgo y afectan en su mayoría a mujeres y
niños. En estas acciones una práctica común es la destrucción de documentos de
identificación.
Para defender y
promover los derechos y dignidad de los migrantes, indicó, se necesitan más que
campañas, porque el establecimiento de una política que aminore ese problema
depende de enfoques y estrategias globales.
En este sentido,
Preciado Coronado subrayó la necesidad de promover el diálogo político entre
México y las naciones con las cuales guarda relación directa en esta materia
-en especial con sus vecinos del sur y del norte-, a fin de dar respeto a los
migrantes.
El fenómeno
migratorio, dijo, más allá de sus efectos sociales y económicos, se ha
transformado en un hecho político que altera la dinámica de los pueblos e
incide en el desarrollo cultural de las naciones, razones por las cuales se
debe analizar desde una perspectiva internacional.
En su oportunidad, el
analista político Alejandro Carrillo subrayó la importancia de convenios
binacionales, subregionales y regionales entre países de América Latina, y
entre esa región y la zona norteamericana del continente, con el propósito de
establecer acuerdos comunes en materia migratoria.
Sin embargo, acotó,
ese proceso no es fácil porque en algunos casos se trata de naciones en las
cuales ciertos problemas migratorios corresponden al ámbito federal y es
difícil integrar los intereses de cada entidad.
El camino para regular este fenómeno en
Latinoamérica aún es largo, “sobre todo si no queremos quedarnos en la
retaguardia de los países que buscan armonizar Estado de derecho con realismo
económico y justicia social”, concluyó.
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