9:00 hrs. Enero 21 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-048

 

DOS MIL 500 DEPORTACIONES DIARIAS DE EU A MÉXICO EN CONDICIONES INHUMANAS: INSTITUTO NACIONAL DE MIGRACIÓN

 

·        En ciudades fronterizas de Baja California los migrantes sufren maltrato físico y verbal

·        Las principales víctimas son mujeres y niños indocumentados

 

 

En las ciudades fronterizas de Baja California se realizan dos mil 500 deportaciones diarias y, en muchos casos, los traslados se efectúan en condiciones inhumanas, porque a las personas se les esposa con grilletes, las mantienen amontonadas y sin higiene, además de que son víctimas de maltratos físicos y verbales, afirmó el comisionado del Instituto Nacional de Migración, de la Secretaría de Gobernación, Felipe de Jesús Preciado Coronado.

 

Al participar en las Jornadas en Materia de Migración, organizadas por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, precisó: las deportaciones se llevan a cabo en horarios nocturnos de alto riesgo y afectan en su mayoría a mujeres y niños. En estas acciones una práctica común es la destrucción de documentos de identificación.

 

Para defender y promover los derechos y dignidad de los migrantes, indicó, se necesitan más que campañas, porque el establecimiento de una política que aminore ese problema depende de enfoques y estrategias globales.

 

En este sentido, Preciado Coronado subrayó la necesidad de promover el diálogo político entre México y las naciones con las cuales guarda relación directa en esta materia -en especial con sus vecinos del sur y del norte-, a fin de dar respeto a los migrantes.

 

El fenómeno migratorio, dijo, más allá de sus efectos sociales y económicos, se ha transformado en un hecho político que altera la dinámica de los pueblos e incide en el desarrollo cultural de las naciones, razones por las cuales se debe analizar desde una perspectiva internacional.

 

En su oportunidad, el analista político Alejandro Carrillo subrayó la importancia de convenios binacionales, subregionales y regionales entre países de América Latina, y entre esa región y la zona norteamericana del continente, con el propósito de establecer acuerdos comunes en materia migratoria.

 

Sin embargo, acotó, ese proceso no es fácil porque en algunos casos se trata de naciones en las cuales ciertos problemas migratorios corresponden al ámbito federal y es difícil integrar los intereses de cada entidad.

 

El camino para regular este fenómeno en Latinoamérica aún es largo, “sobre todo si no queremos quedarnos en la retaguardia de los países que buscan armonizar Estado de derecho con realismo económico y justicia social”, concluyó.

 

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