09:00 hrs. Enero 11 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-021

 

DESARROLLAN EN LA UNAM UN VERIFICADOR DE EMISIONES CONTAMINANTES PRODUCIDAS POR MOTOCICLETAS

 

 

·        El Gobierno del Distrito Federal apoya el proyecto realizado por la facultad y el instituto de Ingeniería de la UNAM

·        Se estima que en la ciudad de México existen aproximadamente 500 mil vehículos de ese tipo

 

 

La facultad y el instituto de Ingeniería, con apoyo del Gobierno del Distrito Federal (GDF) desarrollaron un equipo para medir emisiones de contaminantes en motocicletas, el cual puede ser utilizado en cualquier Verificentro.

 

En aproximadamente dos minutos y medio este equipo analiza, segundo a segundo, los gases que expulsan los vehículos de dos ruedas: monóxido y bióxido de carbono, óxido de nitrógeno, hidrocarburos no quemados y oxígeno.

 

Rogelio González Oropeza, responsable del Laboratorio de Control de Emisiones (LCE) de la Facultad de Ingeniería, donde nació este proyecto hace tres años, manifestó que se trata de un “traje hecho a la medida de las necesidades del GDF para la verificación de motocicletas”.

 

Explicó que en su funcionamiento se cuenta con un instrumento para medir la potencia motriz de esos vehículos, la fuerza con la cual gira la rueda, así como su velocidad.

 

Asimismo, el equipo dispone de un grupo de sensores, analizador de gases, circuitos de acondicionamiento, adquisidor de datos -instrumentado alrededor de una computadora- y el software que permite manipular el equipo.

 

De manera adicional, detalló Lauro Santiago Cruz, encargado del Área de Instrumentación del LCE y quien instrumentó este diseño, se incluyen elementos de seguridad indispensables: tope, abrazaderas o mordazas controlados desde la computadora y situados en las partes laterales de la motocicleta para sujetarla, así como dos cinturones.

 

Para medir las emisiones de contaminantes, González Oropeza manifestó que fue esencial desarrollar los distintos ciclos de manejo en la Ciudad de México, es decir, conocer las condiciones reales en las cuales circulan las motocicletas en las calles, para ello se tomaron las características propias de estos vehículos, como tránsito vehicular, horas del día y condiciones climáticas.

 

Para ello, afirmó Santiago Cruz, se trazaron diferentes rutas a fin de recabar información precisa, con la participación de la Sociedad Mexicana de Motociclismo, mediante la utilización de diferentes modelos de motos: desde  las pequeñas, de 50 centímetros cúbicos, hasta las más grandes, de mil 250 centímetros cúbicos.

 

Para que en un país se puedan vender vehículos nuevos, señaló González Oropeza, éstos deben pasar una prueba de homologación con base en el ciclo de manejo. El que se utiliza actualmente en nuestro país se desarrolló en California en 1975; sin embargo, de ese tiempo a la fecha, las condiciones de la ciudad son muy diferentes. “Pero ahora ya contamos con esa información, tanto en motos como en coches”, acotó.

 

En este contexto, subrayó que no existe un registro adecuado y  confiable de la cantidad y menos de cada tipo, de motocicletas que existen en la Ciudad de México, pero se calcula que hasta mediados del año pasado el parque vehicular era de alrededor de 500 mil.

 

“La contaminación que emiten es importante, sobre todo aquellas motocicletas que no reciben el mantenimiento adecuado; las nuevas, por supuesto, no tienen tantos problemas como las antiguas”, aseveró.

 

Ahora, continuó, el siguiente paso es capacitar a los trabajadores del GDF, quien se haría cargo del equipo para hacer las pruebas necesarias y así obtener los datos estadísticos suficientes para establecer la norma respectiva. Se esperan que la respuesta de las nuevas autoridades sea favorable para continuar con este trabajo, puntualizó.

 

Cabe mencionar que en el proyecto han participado estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado, apoyados por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA) de la UNAM y del Instituto Nacional de Ecología.

 

 

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