9:00 hrs. Enero 6 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-009

 

LOS CORRIDOS SOBRE NARCOTRAFICANTES REFLEJAN LA IDENTIDAD DE ÉSTOS: LUIS  ASTORGA

 

·        Resaltan su ego al musicalizar su historia sin importarles la forma en que la sociedad los juzgue, dice el investigador

 

 

Los corridos son un elemento importante en la conformación de la identidad de los traficantes de drogas, al devolverles musicalizada su historia, lo que hace resaltar su ego, pues la gente los reconoce, independientemente de la forma en que sean juzgados, afirmó Luis Alejandro Astorga Almazán, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

 

 Los traficantes de estupefacientes son un grupo social que surgió a principios del siglo XX y que se consolida entre los años 60 y 70, aunque no eran populares. Nadie hablaba de ellos públicamente de manera positiva ni tenían identidad.

 

La historia del género de los corridos viene por lo menos del siglo XIX y narra múltiples aspectos de la vida cotidiana, son versos en el lenguaje popular en los que se cuentan historias en las que se describe el sentir de la población sobre distintos hechos. De alguna manera los corridos transmiten la historia de forma oral, afirmó el investigador.

 

El fenómeno del narcotráfico en México inicia a principios del siglo XX, y no es sino hasta los años 30 cuando aparece un corrido llamado “Carga Blanca”, que aún cuando no menciona el tipo de droga a la que se refería se puede inferir  que es heroína, pues además de ser un polvo blanco es un derivado del opio, el cual era el producto más importante en el mercado de la época.

 

Después de ese corrido no se tiene registro de algún otro, señaló Luis Astorga, hasta mediados de los años 70, cuando inicio el consumo de marihuana en Estados Unidos y llegó a su punto máximo y comenzó el de la cocaína, con un mercado infinitamente mayor. Entonces algunos compositores se dedican a hacer corridos sobre esto, “pero no con la intención de ensalzar las actividades de los traficantes de drogas, sino dar cuenta de lo que ocurría”.

 

Los compositores de corridos, por lo regular gente del pueblo, tienen la función social de ser los traductores y los voceros de los sentimientos y las percepciones colectivas, indicó el investigador universitario, por lo que esta expresión se recibe como algo innovador, que les dice cosas distintas a lo que la prensa y el gobierno señala. Además, reflejan lo que ellos han vivido durante décadas, sienten que esos corridos llenan un vacío y que corresponden a su manera de  pensar, lo que genera el éxito comercial de este género musical.

 

Luis Astorga, autor del libro “Mitología del narcotraficante en México”, apuntó que los rumores en los que se dice que los grupos musicales son apoyados por los narcos dañan la imagen de los artistas. Lo que sí puede existir es el gusto personal de algún traficante por la interpretación de sus canciones o de su corrido hecho por algún grupo musical, concluyó.

 

 

 

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