9:00 hrs. Enero 3 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-003

 

 

MEJORAN TECNOLOGÍA PARA DESINTEGRAR CÁLCULOS RENALES Y BILIARES INVESTIGADORES DE LA UNAM

 

·        Especialistas del Laboratorio de Choques Débiles del Instituto de Física depuran la técnica para reducir el tratamiento y los daños al tejido

·        Los resultados experimentales son positivos y en el año 2002 se podría aplicar la técnica en personas, aseguró Achim Loske

 

 

Investigadores del Laboratorio de Choques Débiles del Instituto de Física (IF) de la UNAM, en Juriquilla, mejoraron el diseño de un generador de ondas de choque que se utiliza para la desintegración de cálculos renales y biliares sin cirugía y que permite a los pacientes reanudar su vida cotidiana en 48 horas.

 

El tratamiento de pacientes por esta técnica tuvo su origen en Alemania en 1980 y su éxito es tal que millones de pacientes se beneficiaron con este avance tecnológico en aquel país. En el caso de Estados Unidos se diagnostican más de un millón de casos de litiasis renal al año, de los cuales el 70 por ciento son tratados con este método.

 

Desde su introducción han aparecido más de 40 variaciones tecnológicas, entre ellas el electrohidráulico, que genera ondas de choque con presión de hasta 2 mil veces la atmósfera.


El reto del grupo de investigación de la UNAM, que encabezan los doctores Achim M. Loske y Fernando E. Prieto, es reducir hasta en 30 por ciento el tiempo de tratamiento, que generalmente dura entre 30 y 90 minutos.

 

“Las ondas de choque se generan por medio de una descarga eléctrica de alto voltaje en agua y se concentran en una pequeña región con un reflector elipsoidal”, explicaron los investigadores.

 

Las descargas eléctricas (de 15 mil a 30 mil voltios) se originan entre dos electrodos producidos por un plasma que se expande y genera una onda de presión esférica para concentrar la energía liberada entre esos electrodos. En el punto donde se encuentra el cálculo se usa un reflector de forma bifocal.

 

La innovación de los integrantes del Laboratorio de Choques Débiles del IF consiste en un nuevo diseño de dicho reflector. A diferencia de los comerciales, éste no posee simetría rotacional (es decir, al girarlo en torno a un eje longitudinal, no es parejo), sino que se compone por dos sectores de reflectores elipsoidales simétricos con una forma diferente cada uno.

 

Los experimentos in vitro se realizaron con modelos de cálculos renales reconocidos internacionalmente como patrones para este tipo de estudios, ya que presentan propiedades mecánicas similares a las de cierto tipo de cálculos.

 

Los resultados mostraron que el reflector bifocal fue más eficiente en pulverizar los cálculos renales, comparado con el diseño convencional.

 

Los resultados dependen, entre otros factores, de la composición, la geometría y/o el tamaño de los modelos. Debido a que el objetivo es la pulverización del cálculo con daño mínimo al tejido, el siguiente paso serán los experimentos con animales para comprobar que el daño causado por el reflector bifocal es igual o menor al que induce el sistema convencional.


A principio del año 2001 se comenzarán estos experimentos, en vivo, con perros en un hospital de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y es posible que a finales del 2002 se realicen las primeras aplicaciones en humanos, concluyó el doctor Loske.

 

 

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