9:00 hrs. Diciembre 30 de 2000


Boletín UNAM-DGCS-875

 

LOS MEXICANOS DEBEMOS DECIDIR CÓMO ACTUAR ANTE TEMAS COMO LA CLONACIÓN Y EL GENOMA HUMANO

 

·        La bioética es una respuesta a la posibilidad del qué hacer sobre estos y otros controvertidos temas

·        Carlos Viesca Treviño, coordinador del Posgrado de Bioética de la UNAM, sugirió abrir la discusión para definir el rumbo

 

Frente a planteamientos como la clonación, el desciframiento del genoma humano, el suicidio asistido, la eutanasia y la donación de órganos, es necesario abrir la discusión, que tome como punto de partida lo que piensa la sociedad mexicana y que dicen los valores universales.

 

Carlos Viesca Treviño, coordinador del Posgrado de Bioética y jefe del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la UNAM, aseguró que la bioética, definida como el estudio de la conducta relacionada con la salud y con la curación de las enfermedades, es una respuesta a la posibilidad de qué hacer frente a estos controvertidos temas.

 

"Un aspecto de la ciencia de la segunda mitad del siglo XX era la capacidad de romper con todo lo que se consideraba como límite. Antes, por ejemplo, no se podían extirpar órganos nones, hoy esto se hace. Pero, ahora la pregunta es ¿dónde ponemos el límite? y ¿dónde lo dejamos hoy, para romperlo mañana?".

 

La bioética surgió a principios de los años 70, sin embargo en nuestro país el nacimiento de esa disciplina fue tardío y hoy apenas es incipiente. Ello, agregó el coordinador del Posgrado en Bioética, se debe a que en México hay gran confianza entre médicos y pacientes; en tanto que en países como Estados Unidos, donde esta disciplina se desarrolló temprano, se debió a la eterna desconfianza entre el enfermo y el médico y a la cultura de las demandas penales.

 

Hasta hace unos años el médico sabía que él era lo mejor para el enfermo, pero hoy la sociedad establece que ambos están en las mismas condiciones: que el paciente no sabe de medicina pero sí lo que le conviene y siente lo que es bueno para él, lo cual plantea la necesidad de considerar su autonomía.

 

A diferencia de los años 50, la sociedad mexicana se muestra ahora más plural en su ideología y creencias. Ese pluralismo obliga a que el médico entienda quién es su paciente y cómo debe atenderlo sin transgredir su individualidad, comentó Viesca Treviño.

 

Sin embargo, no son cuestiones religiosas las que detienen el avance de la bioética. La religión plantea problemas por resolver en la vida diaria, pero los aspectos filosóficos y científicos obligan a replantearlos ya no en términos del creyente sino de la filosofía de la ciencia, añadió.

 

En cuanto a temas como el aborto provocado, la esterilización y la fabricación de armas químicas y nucleares, Viesca Treviño subrayó que son decisiones que se deben tomar de acuerdo con la sociedad mexicana.

 

Cuando hay una instancia totalitaria que no toma en cuenta el deseo y la situación de los individuos, se está ante un hecho reprobable en lo moral. Hay problemas escabrosos como el aborto provocado y la eutanasia, ambos penalizados, aunque "no sabemos si seguirán así".

 

Por desgracia, reconoció el especialista, no siempre se consideran los sentimientos y las razones de terceras personas ni se tiene un pensamiento bioético serio para que sean tomados en cuenta. Las personas no tienen ningún derecho de afectar la vida de otra, y sin embargo sucede.

 

Finalmente, el investigador universitario manifestó su confianza de que el avance de la ciencia no se vea frenado por los valores morales y que sobre éstos siempre se mantengan los criterios científicos.

 

 

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