9:00 hrs. Diciembre 29 de 2000


Boletín UNAM-DGCS-872

 

EL EMBARAZO A EDAD TEMPRANA DETERIORA LA CALIDAD DE VIDA DE LAS JÓVENES

 

·        Catherine Menkes, del CRIM, señaló que este problema de salud reproductiva conduce a una mayor mortalidad materno-infantil

·        La investigadora indicó que una parte importante de estos embarazos terminan en aborto

 

 

Los embarazos a edad temprana reducen las oportunidades de educación formal e impiden mejorar la calidad de vida de las adolescentes, afirmó Catherine Menkes Bancet, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM.

 

En entrevista, la demógrafa señaló que este problema de salud reproductiva representa un riesgo bio-psico-social para la madre y el recién  nacido y conlleva a mayor mortalidad materno-infantil.

 

De hecho, indicó, parte importante de estos embarazos terminan en aborto y muchos de ellos se llevan a cabo en condiciones de inseguridad. Se ha demostrado que, por múltiples razones, las adolescentes embarazadas recurren al aborto en etapas avanzadas, lo cual aumenta el riesgo de salud reproductiva para la mujer.  


 

Aunque en los últimos años, dijo, en México los programas de planificación familiar parecen haber disminuido las tasas de aborto espontáneo o inducido, éstas aún son elevadas, debido a los tabúes, presiones sociales y valores morales que hay alrededor de la sexualidad y el aborto en particular; por ello, los datos al respecto son inciertos y en general subestimados, porque arrojan cifras muy dispares.

 

Además, señaló, otro problema importante de salud reproductiva en los adolescentes y los jóvenes es que el 64.8 por ciento de los hombres y el 65.1 por ciento de las mujeres de entre 12 y 24 años no tienen acceso al servicio de salud. En estas condiciones este derecho llega a ser un ideal inalcanzable para la gran parte de la población joven de nuestro país.

 

Por otro lado, agregó la especialista en salud reproductiva, también las enfermedades de transmisión sexual han aumentado de manera importante entre los jóvenes. "Evidentemente estos factores se relacionan con el uso inadecuado de los métodos anticonceptivos y el acceso limitado a los mismos ".

 

Explicó que aunque en México aumentó la frecuencia de relaciones sexuales y disminuyó la edad promedio de la primera relación sexual, de todas formas la población adolescente muestra un porcentaje reducido de uso de métodos anticonceptivos para prevenir el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual.

 

Al respecto, abundó Menkes Bancet, la Encuesta Nacional de Planificación Familiar mostró que el 11.9 por ciento de las mujeres de la generación 1940-49 tuvo relaciones pre-maritales, mientras que para los años sesentas este porcentaje aumentó a 23.3. Un dato alarmante de este mismo sondeo mostró que sólo 4 de cada 100 mujeres de entre 15 y 19 años sugieren a su compañero el uso del condón como método preventivo en su primera relación sexual.

 

También se encontró que la inestabilidad en las parejas de jóvenes, las dificultades de negociación sobre el uso de métodos anticonceptivos determina que esta población sea un grupo de alto riesgo para contraer enfermedades de transmisión sexual.


 

Entre las principales consecuencias de estos problemas de salud pública, destacó: "el embarazo adolescente afecta principalmente a las mujeres, porque en ocasiones su compañero no asume las responsabilidades que implica tener un hijo, aunque también han crecido de manera importante, en los últimos veinte años, las uniones por motivos de embarazo.

 

Aún así, abundó, las muertes maternas o complicaciones en la salud por problemas de aborto o reproductivos afectan primordialmente al sexo femenino. En cambio, las enfermedades de transmisión afectan a ambos sexos.

 

En este contexto, consideró la investigadora, en materia de salud pública este grupo de la población constituye un sector prioritario en México. Parte de su importancia radica en que debido a la inercia demográfica de las últimas décadas los jóvenes constituyen un grupo numéricamente  importante.

 

"Existen más de mil millones de jóvenes en el mundo y un  poco más de la mitad tienen entre 15 y 19 años, y en los países en  desarrollo la proporción de este grupo de edad tiende a ser elevada. En México, por ejemplo, se calcula que la población de 10 a 19 años constituye el 22 por ciento de la población actual ", precisó.

 

En nuestro país, puntualizó, existen muchas instituciones dedicadas a atender la salud reproductiva de los adolescentes y jóvenes en México, como el Consejo Nacional de Población que, en los últimos años, ha puesto énfasis en la comunicación con ellos, estimulándolos a que sean quienes planeen su vida;  también se ha preocupado por darles información sobre métodos anticonceptivos.

 

Sin embargo, manifestó Menkes Bancet, falta mucho por hacer para atender la salud reproductiva de los jóvenes. "Es necesario que tengan mayor acceso a los servicios de salud; a información de los métodos anticonceptivos más libre, completa y dirigida a los distintos sectores sociales; así como a más talleres con jóvenes, donde reflexionen sobre lo que quieren de la vida, lo que significa planear su vida y qué buscan de la relación con su pareja.


Por ello, es importante hacer investigaciones que permitan dar mensajes de comunicación para atender las necesidades particulares de los jóvenes. Es inminente la necesidad de que instituciones de distintos sectores de desarrollo social, de economía, de educación, de salud  y de población realicen esfuerzos conjuntos para abordar esta problemática, concluyó.

 

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