9:00 hrs. Diciembre 27 de 2000
Boletín
UNAM-DGCS-869
ESTUDIAN VESTIGIOS ARQUEOLÓGICOS EN LA INEXPLORADA
PERIFERIA DEL TAJÍN
· La investigación se concentra en
Morgadal Grande y Cerro Grande, donde hay más de 50 edificios piramidales
·
Se encontraron vasos trípodes,
floreros, esculturas y restos de construcciones del periodo que va del año 350
al 600 d.
Morgadal
Grande y Cerro Grande, asentamientos arqueológicos en la periferia de El Tajín,
Veracruz, son vitales para entender la historia de la cultura que se desarrolló
en esa región. El conocimiento de estos sitios ha permitido, hasta el momento,
comprender un periodo de la historia en esa entidad, que hasta hace unos años
se desconocía.
Arturo Pascual
Soto, del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, quien dirige
el equipo de trabajo del “Proyecto Arqueológico Morgadal Grande”, explica que
la parte más importante de esta comunidad no es lo que fue en lo individual,
sino lo que representó con otro grupo de la región, incluido El Tajín, en el
periodo anterior al año 600 después de Cristo (d.C.).
La Dirección
General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA) de la UNAM y el Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), apoyan este proyecto, que es a
largo plazo, y cuyo objetivo principal es el estudio de los antecedentes
culturales de El Tajín.
“Buscamos
documentar -explicó- una cultura de un vigor insospechado hasta hace pocos
años, un periodo que se suponía de poco impacto a nivel cultural en Veracruz;
es decir, un grupo de asentamientos donde hubo un grupo numeroso de gente que
ocupó estos sitios, por lo menos desde el año 350 d.C.”.
Comentó que
la cultura de El Tajín es una síntesis entre la herencia de un mundo formativo
local y la adquisición de un modelo cultural extranjero, el del altiplano
central mexicano teotihuacano, lo cual no significa que sea una burda
imitación.
“Estudiamos
un mundo que no conocíamos, con una conducta ritual similar a la que se observó
en Teotihuacan, con una gran cantidad de asentamientos y con un proceso de
carácter político y económico que empezamos a conocer”.
Pascual Soto
explicó que el proyecto de Morgadal ha revelado que fue un lugar habitado
durante varios siglos, ya que tiene evidencias de ocupación, por lo menos desde
el 350 d.C. hasta casi el momento mismo del contacto con los españoles.
Por Morgadal pasan
caminos de arrieros, gracias a lo cual es posible estudiar problemas
relacionados con el comercio a principios de siglo, el propio proyecto tiene
como objetivo recuperar materiales y estudiar estructuras de la época del
porfiriato.
Arturo Pascual
Soto señaló que la arquitectura de Morgadal es impresionante, al menos así lo
describen sus 52 edificios piramidales de distintos tamaños, que van de 70
metros de largo por 13 de alto y 1.20 de ancho hasta los que no rebasan los
tres metros de largo, por dos de ancho y uno de alto.
Sin embargo, estas
construcciones no son masivas, sino más bien espigadas. “Es la misma
arquitectura que en El Tajín, la diferencia es que hoy Morgadal aún se localiza
bajo la selva tropical y en corto plazo no hay planes para habilitarlo como
zona turística”.
El investigador universitario explicó que El Tajín
fue, sin duda, el lugar más importante de una región cultural. Mucha gente
supone que como este sitio no hay otro, que su arquitectura es única. Quizá
como lugar turístico sí es el más importante de una región amplia cuya
arquitectura debió ser compartida y sus formas cerámicas muy organizadas.
El trabajado se ha
realizado durante los últimos seis años en El Tajín y en otros asentamientos
antiguos de la periferia inmediata de El Tajín, entre los que están Cerro
Grande y Morgadal Grande, sitios que fueron ocupados en el Clásico Tardío y
tienen evidencias de haber participado en el periodo de formación de una
cultura temprana.
“Hemos encontrado
una serie de materiales, vasos trípodes, floreros, esculturas y restos de
construcciones que corresponden al periodo que va del 350 al 600 d.C., e
incluso evidencias que coinciden con los primeros años de nuestra era”,
aseveró.
De todos estos objetos
hay una serie de cerámicas que corresponden al modo de hacer en el Clásico
temprano y Medio en Teotihuacan. “Lo que ocurrió, según parece, es que ese
modelo cultural permeó toda Mesoamérica, y aunque fuera desde un punto alejado
de los itinerarios comerciales más intensos de Teotihuacán, la gente que vivía
en el valle del rió Tecolutla pudo participar, aún a distancia, del modelo”.
Esta es una conducta de
orden de elite que repercutió en los rituales de la época, porque representó la
adquisición de nuevos repertorios cerámicos e incluso de nuevas imágenes que
sintetizaron de manera distinta el pensamiento religioso.
Las excavaciones
se realizan con todo cuidado, porque se trata de un sitio que no había sido
motivo de estudio, la investigación se concentro en lo que es hoy la zona
arqueológica más visitada del Tajín y olvidaron la periferia.
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