9:00 hrs. Noviembre 26 de 2000


Boletín UNAM-DGCS-793

 

LA MIGRACIÓN  A LOS ESTADOS UNIDOS VA EN AUMENTO, ASEGURAN INVESTIGADORES DE LA UNAM

 

·        Alrededor de 500 mil migrantes cruzan la frontera cada año para trabajar en los campos de California

·        Envían remesas anuales por 4.4 mil millones de dólares, que representan la tercera fuente de divisas para el país

 

La migración de campesinos mexicanos hacia Estados Unidos y a las zonas rurales del noroeste de nuestro país va en aumento, aseguraron los investigadores Hubert C. de Grammont y Martha Judith Sánchez, co-autores del proyecto "Empresas, empleo y migración en el campo", del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

 

Las remesas que envían los migrantes a sus familias en México son de alrededor de 4.4 mil millones de dólares al año, cifra que representa la tercera fuente de ingresos de nuestro país, después del petróleo y el turismo.

 

Alrededor de 500 mil mexicanos emigran cada año al campo de California para trabajar en las zonas agrícolas; mientras que en México, 2 millones de campesinos, en su mayoría provenientes de Oaxaca, Guerrero, Guanajuato y San Luis Potosí, se trasladan a entidades como Sinaloa, Sonora, Baja California y Jalisco, para prestar sus servicios.

 

Desde 1996, además de Hubert C. De Grammont y Judith Sánchez, los especialistas Miguel Székely y Sara María Lara Flores, trabajan esta línea de investigación para coadyuvar a resolver uno de los problemas más apremiantes en el campo: el empleo y la migración. Los resultados del estudio revelan que la población agrícola de México va en aumento, no así las condiciones del empleo.

 

Antes de la Revolución Mexicana la población agrícola representaba el 90 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), en 1950 era el 50 por ciento y, hace 10 años, el 23 por ciento; sin embargo, "este porcentaje se incrementó por cuestiones demográficas y el empleo no ha seguido esa tendencia", consideró el Doctor Hubert C. de Grammont.

 

La composición de la población en el campo ha sido la siguiente: en 1991 el 56 por ciento eran trabajadores jornaleros y el 44 por ciento productores o dueños de la tierra, desde pequeños ejidatarios hasta macro empresarios. En  1997 el porcentaje de productores bajó a 38 por ciento y el de los trabajadores aumentó a 72 por ciento, provocado, sobre todo, por el crecimiento demográfico.

 

Los jornaleros se dividen en migrantes asalariados temporales, permanentes y trabajadores sin paga. En 1990, explicó el investigador, el primer grupo representaba el  40 por ciento y cinco años después el 43 por ciento. Los trabajadores de planta eran el dos por ciento en 1990 y en 1997 pasaron a ser el 4 por ciento; en tanto que los no asalariados disminuyeron del 57 al 53 por ciento.

 

"En la zona de California, explicó Judith Sánchez, los salarios son altos, entre 7 y 11 dólares la hora, a diferencia de otras zonas agrícolas que van de 5 a 7 dólares los mejor pagados. El problema es que son ingresos de miseria, por ser empleos temporales". El trabajo fijo o temporal en el campo estadounidense es muy vulnerable y las condiciones de vida varían, agregó la universitaria.

 

En México, el estado de Sinaloa es el que ofrece más trabajo a los migrantes al ocupar a 100 mil campesinos en tiempos de cosecha; le sigue Sonora con 80 mil en los meses de junio y julio para las cosechas de hortalizas y de la vid y, y Baja California Norte con 30 mil migrantes, especificó Hubert C. de Grammont.

 

El problema en México es que los salarios son muy bajos, no sólo en el campo sino en otros sectores como la maquila, por lo que la gente no tiene capacidad de ahorro.

 

Se estima que en los campos de California trabaja un millón de migrantes mexicanos, la mitad de ellos radica en el estado y la otra mitad vienen desde diferentes pueblos de México, pese a las dificultades para cruzar la frontera, lo que muestra la fuerza del movimiento de migración. Este estado es el principal receptor, sin mencionar a los migrantes que van a Texas, Oregon y Arizona".

 

Alrededor del 60 por ciento de los trabajadores que laboran en el campo estadounidense son mexicanos que residen con su familia, y que desde 1996 lograron entrar en el Programa de Legalización; el 40 por ciento son trabajadores temporales.

 

"En el  territorio  mexicano, los 2 millones de campesinos que emigran  de manera temporal de campo en campo trabajan en las cosechas que producen unas 12 mil empresas de los 4 millones que existen en el sector agrícola, esto es menos del 1 por ciento de las que ofrecen trabajo temporal", dijo C. de Grammont.

 

En California están registradas 82 mil empresas dedicadas al campo, de las cuales 8 mil 800 generan el 90 por ciento de la producción agrícola y son las que emplean al millón de mexicanos que trabajan en ese estado.

 

En el caso de la población mexicana que labora en Estados Unidos, en 1996 alcanzaban la cifra de 7.3 millones de personas, alrededor de  4.7 millones residentes autorizados y 2.4 millones de migrantes no autorizados, indicó el investigador.

 

"Las características de los migrantes mexicanos hacia Estados Unidos han cambiado, en los años 60 eran, en su mayoría, hombres de origen rural, que se dirigían a zonas agrícolas y las actividades eran principalmente en el campo", explicó la doctora Sánchez.

 

"Hoy las migraciones no sólo son del campo al campo, sino también provienen de zonas urbanas, de estados como Puebla y México. La tendencia ya no es sólo temporal, sino por el mayor tiempo posible", añadió.

 

--o0o--