10:00 hrs. Noviembre 15 de 2000


Boletín UNAM-DGCS-761

 

NECESARIO RECONSIDERAR LA ORIENTACIÓN DE PEMEX EN LAS ÚLTIMAS DOS DÉCADAS

 

 

Ante la disminución de las reservas de hidrocarburos, el aumento en las importaciones de derivados petroleros y la sobreexplotación de pozos como el de Cantarel, nuestro país debería reconsiderar la orientación que se la ha dado en las últimas dos décadas a Petróleos Mexicanos, preocuparnos del problema del mercado interno, del desabasto que empieza a generarse y limitar, de manera gradual, las exportaciones petroleras.

 

Advirtió lo anterior Isaac Palacios, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), al participar en la videoconferencia Futuro del petróleo en el Medio Oriente y México, quien informó que en 1985 nuestras reservas de hidrocarburos ascendían a 71 mil 750 millones de barriles de petróleo y gas, y se estimaba tendrían una duración de 54 años; pero para 1998 las reservas se redujeron a 58 mil 603 millones de barriles, y con una duración calculada de sólo de 38 años para nuestro consumo interno.

 

"Eso significa que hemos perdido 18 años de petróleo de nuestro consumo interno al enviarlo al mercado externo a precios muy baratos", apuntó el economista.

 

Palacios agregó que el escenario de precios altos sólo fue en los últimos dos años, porque de 1986 a 1998 el mercado estuvo dominado por precios bajos y estancados. Empero, México continuó con sus exportaciones petroleras, no con el fin de obtener grandes cantidades de recursos y hacer frente no al mejoramiento de la planta industrial petrolera y atender el consumo interno, sino para destinarlo al pago del servicio de la deuda externa.

 

En el Aula de Videoconferencia de la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico (DGSCA), el investigador universitario dijo que el actual escenario de Pemex es el de una empresa orientada a seguir sobreexplotando los yacimientos para enviarlos al mercado extranjero como crudo y continuar con la importación de productos derivados.

 

Al respecto, indicó que en los últimos diez años se registró el crecimiento espectacular de la importación de productos derivados del petróleo (gasolinas, gas natural, petroquímicos). Mientras que en 1989 dichas importaciones fueron de 397 millones de dólares y en 1998 crecieron a dos mil 233 millones de dólares, lo cual se debe al descuido extraordinario de las inversiones en Pemex.

 

Isaac Palacios señaló que también hubo sobreexplotación de pozos petrolíferos. De acuerdo con algunos estudios, el de Cantarel, uno de los más importantes, ubicado en la sonda de Campeche incrementó su extracción de 900 millones de barriles diarios a más de un millón 400 mil, lo que obliga a aplicar técnicas modernas de inyección de agua para ejercer mayor presión y obtener más hidrocarburos.

 

"Se está llegando al límite -reconoció Palacios- de inyectar nitrógeno para superar la detección de agua y obtener hasta la última gota de ese pozo".

 

Comentó que en las últimas administraciones gubernamentales se transformó la idea original de Pemex de que fuera una empresa que permitiera satisfacer el consumo interno, hacia una política petrolera reorientada a convertirnos en un país exportador de crudo e importador de derivados.

 

Arturo Bonilla, investigador del mismo Instituto, reconoció en su oportunidad que el petróleo es el energético más importante en el mundo, el cual sirve de sustento para el desarrollo de la actividad productiva, para los fines de comercio, transportación y de los diversos servicios ofrecidos en cualquier sociedad.

 

Explicó que el mundo depende en un 92 por ciento de la producción total de energía generada por petróleo, carbón y gas natural. El restante ocho por ciento proviene de la hidroelectricidad, la biomasa (leña) y la energía nuclear.

 

El petróleo genera cerca del 40 por ciento del total de la energía en el mundo. Sin embargo en el rubro del transporte el consumo del petróleo es muy alto y no tiene competencia de otras fuentes de energía. Se calcula que este sector consume aproximadamente un 90 por ciento de sus necesidades con esta fuente de energía.

 

En segundo lugar, explicó Bonilla, está el carbón, con cerca del 31 por ciento del total del consumo de energía, seguido por el gas, aunque este es el hidrocarburo de más dinámico crecimiento, sobre todo para la generación de energía eléctrica.

 

Arturo Bonilla comentó que nuestro país no formaba parte del mercado mundial petrolero porque la mayor producción era para fines de desarrollo, expansión y abastecimiento del mercado interno. Pero con el auge petrolero de 1978 México se incorporó a ese mercado.

 

Por último, Sergio Suárez, también investigador del IIEc, habló de la importancia estratégica del Golfo de México para Estados Unidos y nuestro país.

 

Explicó que es el área donde se localizan las zonas de producción más importantes del país, en tanto que para Estados Unidos es fundamental porque en él se encuentran las entidades más importantes en cuanto a las actividades petroleras y energéticas, Texas y Louisiana; además de que en el Golfo se ubican sus reservas estratégicas petroleras.

 

La videoconferencia fue transmitida simultáneamente a la Escuela Permanente de Extensión de San Antonio, Texas; a la FES Cuautitlán, y a la Universidad de Occidente Campus Los Mochis, Sinaloa.

 

 

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