17:00 hrs. Noviembre 14 de 2000


Boletín UNAM-DGCS-759

 

 

 

LA LIBERALIZACIÓN DEL SISTEMA FINANCIERO INTERNACIONAL CAUSA DE LA FRAGILIDAD DE LOS MERCADOS

 

 

·        En los últimos 15 años se registraron 130 crisis bancarias

·        El tema es analizado en el libro “Regulación de flujos financieros Internacionales”, editado por los institutos de investigaciones Económicas y Jurídicas

 

 

 

La etapa más reciente del sistema monetario internacional puede calificarse como de desregulación y liberalización de los esquemas  financieros internacional y nacionales, lo cual trajo como consecuencia  la integración de los mercados financieros y la fragilidad de los mismos, aseguró Alicia Girón, directora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc).

 

En la presentación del libro “Regulación de los flujos financieros internacionales”, editado por esa dependencia y el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), la funcionaria señaló que esta era se caracteriza por una serie de devaluaciones en el sistema monetario internacional, así como por el aumento de los precios del petróleo, hecho que crea la masa de dinero que es captada por los grandes bancos trasnacionales de los Estados Unidos.

 

 

A partir de este período existe un código de conducta que delinea las actividades de los sistemas financieros; además se establece la necesidad de regular las tasas de interés, lo cual afecta el manejo de los flujos de capital a nivel mundial.

 

La fragilidad financiera provoca crisis, devaluación de la moneda, de los mercados de valores y las llamadas crisis bancarias. Girón informó que en las publicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) se establece que en los últimos 15 años hubo 130 crisis bancarias. Para México la de finales de 1994 fue sorpresiva, pero en cualquier caso se ligan a la necesidad de regular esos flujos.

 

Además, indicó que las tasas de interés propician fuga de capital. En 1996 los mercados emergentes (o de países en desarrollo) tenían alrededor de 200 mil millones de dólares, para 1997 la cifra disminuyó a cerca de 50 mil millones de dólares. “Esto hace que en naciones pequeñas se afecten las economías y los gobiernos se vea obligado a devaluar las monedas nacionales”, puntualizó.

 

Fernando Solana, expresó en su oportunidad que el mundo está globalizado en materia de información, pero en relación con el comercio y los mercados laborales no. Aclaró que hemos pasado de economías muy cerradas a otras que crearon áreas regionales comerciales preferentes y altamente reguladas. Por ello, aseguró, no existe el libre comercio.

 

En tanto, el mercado laboral está regulado e interrumpido por razones de carácter demográfico, político o étnico. “Cae el muro de Berlín, pero empieza una nueva época en que se construyen bardas en la frontera entre México y los Estados Unidos, por ejemplo”.

 

En cambio, sí se puede hablar de la existencia de la globalización de los mercados financieros, porque ellos no requieren mover oro o plata, sino números, cifras y dígitos. El dinero adquiere otro sentido.

 

Dijo que los nuevos centros de poder se ubican en los grandes organismos financieros internacionales como el FMI que ha evolucionado desde su creación  hasta convertirse en la instancia  reguladora y la que dicta órdenes mediante los bancos centrales. Otros centros de poder están en las grandes multinacionales y trasnacionales, así como en los nuevos fondos de inversión.

 

Irma Manrique, investigadora del IIEc y coordinadora del libro “Regulación de los flujos financieros internacionales”, expresó que el impacto de éstos en los mercados emergentes, en las últimas dos décadas ha sido determinante en el proceso de mutación del sistema monetario internacional y de los sistemas financieros nacionales.

 

Esta década se caracterizó por el incremento exponencial de los flujos de capital; se calcula que de 100 mil millones de dólares en 1990, la cifra se incrementó, en 1999, hasta los 400  mil millones de dólares.

 

Frente a la turbulencia en los mercados financieros, las políticas económicas nacionales de los países emergentes se ven imposibilitadas para mantener la estabilidad y el ritmo del crecimiento económico. “Ni la rigidez de la política monetaria resulta suficiente para regular la avalancha casi anárquica de capitales por el mundo”, consideró.

 

Marcos Kaplan, del IIJ y también coordinador de la obra, señaló que esta temática no puede ser fragmentada, sino objeto de estudio y tratamiento inter y transdisciplinario. Ambos institutos reconocen la extrema importancia del problema de la globalización en general y, en especial, del capital financiero internacional y del mercado financiero mundial tecnológicamente integrado.

 

Diego Valadés, director del IIJ expresó que por primera vez se aborda en la literatura jurídico-económica un problema tan importante para México y el mundo, como los flujos financieros internacionales,  presentes en la realidad financiera desde hace mucho tiempo.

 

 

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