17:00 hrs. Noviembre 14 de 2000
Boletín
UNAM-DGCS-758
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La agenda en las negociaciones comerciales
multilaterales obedece a los intereses de los países ricos, afirmó el ex
embajador de México ante la OCDE, Francisco Suárez Davila
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Las cláusulas sociales que exigen las
naciones desarrolladas marginan las exportaciones de las economías emergentes,
aseguró María Elena Cardero, catedrática de la UNAM
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Los planteamientos fueron hechos en la
videoconferencia realizada en la Facultad de Economía, para analizar las
perspectivas del comercio internacional
Los aspectos laborales y ambientales que
las naciones desarrolladas insisten en incorporar a las negociaciones
comerciales multilaterales en realidad son para marginar de los mercados internacionales
los productos de los países en desarrollo, afirmaron en videoconferencia el ex
embajador de México ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), Francisco Suárez Dávila, y la catedrática de la Facultad de
Economía (FE) de la UNAM, María Elena Cardero.
Suárez Dávila manifestó que
los principios del neoliberalismo clásico fueron desplazados en las
negociaciones en el seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC) por una
suerte de neomoralismo, al insistirse en que se debatan aspectos como la
corrupción y las desigualdades laborales entre las naciones.
El ex embajador de México ante
la OCDE sostuvo que parte de los conflictos suscitados en Seattle durante la
reunión ministerial de la OMC son atribuibles a los grandes sindicatos de los
países industrializados, financiados en algunos casos por sus respectivos
gobiernos.
Este tipo de asuntos
generales, distintos a los estrictamente comerciales, puntualizó, deben
discutirse en foros de carácter político con mayor balance democrático, como
sería el caso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y no formar
parte de la agenda de un organismo comercial como la OMC.
En la videoconferencia
“Evolución y perspectivas de las negociaciones comerciales multilaterales en el
marco de la Organización Mundial de Comercio y la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico”, realizada en la sala Ricardo Torres
Gaitán de la FE, María Elena Cardero aseguró que las cláusulas sociales que se
intentan incorporar en los acuerdos comerciales multilaterales obedecen a
intereses de los gobiernos de los países ricos y las grandes trasnacionales.
En Europa, añadió, cuando se
incrementaron las cifras de desempleo se llegó a sostener que las fuentes de
trabajo emigraban a los países pobres, pues en éstos se pagaban menores
salarios.
Esta competencia desleal en el
ámbito social no se ha comprobado y las importaciones que realizan las naciones
desarrolladas en su mayoría provienen de otras en iguales condiciones y no de
los países pobres, donde los salarios son menores, puntualizó.
La académica dijo que los
sindicatos de los países desarrollados insisten en tratar los aspectos
laborales en el marco de los derechos humanos, lo cual hace mucho más difícil
cualquier negociación.
También se quieren incluir en
la agenda comercial los aspectos ambientales, en donde se acusa a las naciones
pobres de no contar con políticas de protección al medio ambiente adecuadas,
aunque la mayoría de los contaminantes son generados en los países
desarrollados que se niegan a modificar sus sistemas de producción pues ello
les repercutiría en el PIB.
En la conferencia, organizada
dentro del ciclo “Globalización, liberalización comercial y cambio estructural”,
participaron el ex asesor parlamentario Alejandro Villamar, y el también catedrático de la FE, Antonio Benítez
Rebollar.
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