10:00 hrs. Noviembre 9 de 2000


Boletín UNAM-DGCS-742

 

CENTROAMÉRICA REQUIERE NUEVAS ALTERNATIVAS DE DESARROLLO PARA FRENAR LA MIGRACIÓN 

 

 

·        Patricia Salcido, de la FCPyS de la UNAM, señaló que los indocumentados de esa región sufren graves violaciones a sus derechos humanos

·        Cifras del Instituto Nacional de Migración revelan que en 1998 fueron retenidos 108 mil indocumentados en Chiapas y en este año la cifra ya rebasó los 200 mil

 

 

Para disminuir la creciente migración de centroamericanos hacia México y Estados Unidos, los países de esa región deben buscar alternativas viables de desarrollo económico y fortalecer sus políticas humanitarias, afirmó Patricia Salcido, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.

 

Las causas del fenómeno migratorio van desde el desempleo, la inestabilidad política, las crisis económicas y la violencia interna, hasta la desigualdad social y la pobreza, señaló la socióloga universitaria, quien indicó que es tan grave la migración que tan sólo en Chiapas fueron retenidos más de 200 mil indocumentados, cantidad que se duplicó en comparación con los 108 mil que se registraron en 1998, según cifras reportadas por el Instituto Nacional de Migración (INM).

 

Se estima       que por esta entidad del sureste ingresan entre el 60 y el 65 por ciento de ilegales que tienen como destino los Estados Unidos.

 

En cuanto a la violación a los derechos humanos, tan sólo en México se recibieron mil 652 denuncias durante 1998 y, el año pasado, dos mil 889 de las cuales el 90 por ciento fueron por robo y extorsión, aunque también se presentaron casos de violencia física y sexual.

 

La profesora adscrita al Centro de Estudios Latinoamericanos de la FCPyS explicó que la línea fronteriza es cruzada por guatemaltecos y salvadoreños principalmente y en menor proporción por ciudadanos de Nicaragua, Costa Rica, El Salvador y Panamá. De América del Sur cruzan más colombianos,  ecuatorianos y bolivianos, indicó.

 

Asimismo, la maestra en Criminología aseguró que el fenómeno de la migración va en aumento, toda vez que mientras en la década de los 80´s el número de latinos en Estados Unidos era de tres millones, a finales de este año aumentó a seis millones.

 

Patricia Salcido señaló que debido a la distancia y el tiempo para que los migrantes de Centro y Sudamérica lleguen a su destino consideran más difícil el paso por tierras mexicanas para su internación al territorio estadounidense. A lo largo del trayecto hay retenciones constantes por parte de las autoridades migratorias, la Policía Federal Preventiva y el llamado grupo Beta.

 

La académica universitaria explicó que existen dos tipos de indocumentados: los que tienen recursos para hacer el recorrido en las mejores y más seguras condiciones, y quienes hacen una larga travesía, que va de los 10 a los 20 días para llegar a Norteamérica.

 

Precisó que el tráfico de indocumentados implica una gran derrama económica estimada en 90 millones de dólares anuales. Un traficante hábil gana al año un promedio de 100 mil dólares.

 

Afirmó que el tráfico de indocumentados se convirtió en gran negocio, que ha rebasado a los polleros porque ya no trabajan de manera independiente. “Hoy se han organizado en verdaderas bandas y en el proceso se incorporaron quienes dan hospedaje, transporte,  alimentos y documentos falsos”.

Pasar las fronteras de México y Estados Unidos a un salvadoreño le cuesta entre 2 mil 800 y tres mil dólares, de los cuales al pollero le quedan entre 500 y mil dólares por cada indocumentado. “Por ello, muchas personas que no cuentan con tanto dinero deciden cruzar solas”.

 

Muchas de estas bandas de delincuentes se hacen pasar por grupos de polleros que despojan a los indocumentados de sus pertenencias y los dejan en cualquier lugar a su suerte.

 

Sin embargo, aseveró, en la actualidad ya no emigra tanto el pobre sino el joven de origen urbano con falta de expectativas, en él está presente el desarraigo a su lugar de origen, que se hace más evidente en el espíritu de aventura que lo empuja a irse de su país.

 

Finalmente, la socióloga dijo que en las políticas migratorias mexicanas se debe tomar en cuenta que con tanta migración, “empezamos a ser considerados no como un país de paso sino como destino. Así, por ejemplo, en la frontera norte una buena parte de los maquiladores ya son centroamericanos, mientras que en la del sur la prostitución ya es una práctica común entre las mujeres indocumentadas”.

 

 

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