18:00 hrs. Noviembre 8 de 2000
Boletín
UNAM-DGCS-739
COMPETITIVIDAD, RETO DE PEMEX: ROGELIO MONTEMAYOR
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Su director
general aseguró que para esto se requiere plena autonomía de la paraestatal y
un nuevo esquema de gobernabilidad
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Inevitable la
competencia internacional en gasolinas, diesel y gas, reconoció durante la videoconferencia
que ofreció en la Facultad de Economía de la UNAM
El empeño más urgente de Petróleos Mexicanos
(Pemex) es promover su competitividad y
apoyar de esa manera el desarrollo nacional aseguró el director de la
paraestatal Rogelio Montemayor, quien dijo que para lograr lo anterior se
requiere de un nuevo esquema de gobernabilidad y de relación con el gobierno
federal para que sea una empresa pública verdaderamente autónoma.
El director general de Pemex habló en la videoconferencia
El petróleo y el Futuro de la Energía, organizada por la Facultad de Economía
de la UNAM, en la que dijo que lo relevante no es si se va a dar o no la
apertura y una mayor competencia de la paraestatal, sino cuándo va a suceder
ésto. “Vemos inevitable que habrá competencia en las gasolinas, en el diesel,
en el gas y en todos los productos”, adelantó.
Explicó que dentro de Pemex existen tres
ámbitos de decisión estratégica que requieren cambios: el operativo, el
administrativo y el financiero. En el primero, se tiene que intensificar la
exploración y encontrar el mecanismo para financiarla de manera más estable, para que no esté sujeta a los
vaivenes presupuestales.
Asimismo, agregó, es necesario optimizar el desarrollo de los
campos petroleros, modernizar los sistemas de refinación y, en especial,
desarrollar las habilidades de comercialización para enfrentar la competencia.
En el área administrativa debe modernizarse
el corporativo junto con su capacidad de liderazgo. Pemex logró avances al
organizarse en subsidiarias, pero el corporativo que las coordina y administra
se quedó rezagado.
El funcionario dijo que en el proceso de
modernización del corporativo se ha identificado un instrumento que permite
utilizar el poder de compra de Pemex, el cual no se ejerce en la actualidad, ya
que cada subsidiaria compra en lo individual, lo que podría generar ahorros
“impresionantes” del orden de los 600 millones de dólares al año.
Dentro del ámbito administrativo, añadió, es
necesario fortalecer la gobernabilidad de la paraestatal, para que tome sus
propias decisiones, como ocurre en las empresas con las cuales compite. Ello,
consideró, no requeriría de “grandes cambios legales”, sino de la decisión
gubernamental.
En el ámbito financiero se requieren grandes
volúmenes de inversión. Tan sólo en una década se tendrían que invertir entre
ocho y 10 mil millones de dólares por año. Ello a su vez plantea la
modernización del régimen fiscal, ya que el actual no es sostenible.
“Si se ordenaran las empresas petroleras en
función de su utilidad de operación, la número uno del mundo por encima de
Exxon y otras, sería Pemex. Pero cuando nos vamos a utilidad neta, después de
pagar impuestos equivalentes al 100, o más, por ciento de la utilidad que
genera la institución. Desde esta perspectiva, andamos en el número 80”,
precisó el funcionario al destacar que este gravamen no es sostenible y se
requiere una reforma fiscal.
Otro reto que tiene Pemex, en el marco de la
apertura y la integración comercial, es convertirse más que en una empresa
petrolera en empresa de energía debido a que en el futuro se sustituirán los
hidrocarburos por otro tipo de energéticos. Además, las regulaciones
ambientales son cada vez más estrictas y si no se cumplen se limita la
presencia en los mercados
internacionales.
Para mantener el mercado, añadió, tenemos que
cuidar la rentabilidad, mantener la calidad de los combustibles y fortalecer la
seguridad industrial y la protección al medio ambiente. También se debe
reestructurar la participación de Pemex en la industria petroquímica, a través
del desarrollo y fortalecimiento de sus capacidades.
En el futuro, aseguró Montemayor Seguy,
crecerá la demanda, en los ámbitos nacional e internacional, de gas natural por
sus características ambientales, en tanto que el crudo aumentará moderadamente
en su demanda.
Dijo que la volatilidad en los mercados es
una realidad con la que tenemos que vivir, situación que es grave porque la
industria petrolera es de largo plazo y cualquier decisión que se tome hoy
tiene resultados que se aprecian varios años después.
Pemex, reiteró, tiene y seguirá teniendo una
gran importancia para el país. El gran desafío para México y la paraestatal no
se encuentra en aumentar o disminuir la capacidad de monopolio o de proveedor
único, sino en aumentar su competitividad.
Al comentar la conferencia de Rogelio
Montemayor, Ángel de la Vega, profesor de la División de Estudios de Posgrado
de la Facultad de Economía, expresó que es necesaria una nueva política
petrolera que incluya un componente tecnológico importante.
En este sentido, para la agenda futura y de
manera prioritaria, deben definirse aspectos como los requerimientos
tecnológicos de la industria petrolera en México, su relación con el desarrollo
del sistema nacional de innovación del país, así como crear las instituciones y
los mercados apropiados para impulsar y financiar actividades de investigación
y desarrollo, específicamente en las industrias de los hidrocarburos.
También estuvieron presentes Guillermo
Ramírez Hernández, director de la FE, y Rolando Cordera, profesor de la misma
dependencia y miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM.
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