10:00 hrs.  Octubre 31 de 2000


Boletín UNAM-DGCS-722

 

MÉXICO DEBE DEFENDER, A TODA COSTA, EL DERECHO DE ASILO

 

 

·        Nuestro país se ha cuidado de no ser cómplice de los crímenes de la historia, aseguró el director de la Facultad de Derecho, Fernando Serrano Migallón

·        Las puertas mexicanas siempre están abiertas a la libertad, al respeto a la vida y al alma republicana, destacó

 

 

Frente a las voces que en la actualidad plantean una andanada contra el derecho de asilo, sobre todo de parte de algunos gobiernos de Europa, así como ante los cambios políticos y jurídicos que se presentan en México, uno de los principios que "debemos defender, a toda costa, es el del derecho de asilo".

 

Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho (FD), aseguró lo anterior al participar en la sesión final del ciclo de conferencias sobre México y el derecho internacional contemporáneo, en la que señaló que nuestro país ha procurado no ser cómplice de los crímenes de la historia.

 

En esta categoría se encuentran casos tan disímbolos como la invasión de Abisinia por los italianos, la Guerra Civil Española, la anexión de Austria por Alemania, la Segunda Guerra Mundial, la Revolución cubana, la caída de la Unidad Popular Chilena y la Revolución Nicaragüense.

 

Con ello, destacó, México confirma la vocación surgida a lo largo de la historia tantas veces teñida de sangre: la del respeto a la voluntad soberana de los estados y el primado del hombre en sociedad frente a las simples razones de los Estados.

 

En el auditorio Themis de la FD, Serrano Migallón reconoció que el número de casos de asilados en nuestro país se redujo porque hay menos causas y casos en los que las personas se ven obligados ha colocarse en esta circunstancia. Por desgracia, este proceso es cíclico. Pero México sigue con la misma política.

 

Indicó que estamos en un momento en el que la mayoría de los países son gobernados por democracias. América Latina ha sido la mayor proveedora de asilados a nuestro país, pero hoy no hay un sólo gobierno que plantee peligro a sus ciudadanos.

 

A lo largo del siglo XX nuestro país se ha caracterizado por su hospitalidad, pero en la mayor parte de los casos de manera pasiva, es decir, acoge a los que piden asilo político, y sólo en dos casos ha sido activo: en 1936 con la Guerra Civil española y en 1973 con el derrocamiento de Salvador Allende.

 

El director de la FD apuntó que a lo largo de la historia de México el asilo político se constituyó en una tradición. No fue fácil, pero en medio de sus vaivenes parece que, salvo por excepciones reaccionarias, existe la convicción del valor que tiene el individuo y la nación ha sabido comprometerse con este principio.

 

Fernando Serrano externó que la historia del asilo político en el país, en particular cuando éste ha sido numeroso o de personajes con especial dimensión y características históricas, la opinión pública se ha dividido entre quienes suponen que los recién llegados causan problemas y los que están dispuestos a ofrecer una oportunidad o, por lo menos, el beneficio de la duda.

 

Sin embargo, recalcó, "en todos los casos un signo unifica las opiniones y logra imponerse: el de la humanidad, el de la conservación y la difusión de los valores que nos identifican; la libertad, el respeto a la vida, la independencia y el alma republicana".

 

 

 

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