Boletin:          UNAM-2000/702      

Lugar: Ciudad Universitaria

Fecha: Domingo, 22 de Octubre de 2000

 

EXPECTACIÓN Y ENTUSIASMO EN LATINOAMÉRICA POR LA ALTERNANCIA EN EL PODER EN MÉXICO

 

 

La alternancia en el poder en México provocó expectación y entusiasmo en diversos sectores políticos latinoamericanos, por ser uno de los últimos países que entró a la "ola democrática" ocurrida en casi toda Latinoamérica y, sobre todo, porque el proceso electoral nacional se dio en condiciones inobjetables en lo fundamental.

 

El investigador del Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos de la UNAM, Rodrigo Páez Montalbán, afirmó lo anterior y subrayó que la intención del nuevo gobierno federal es impulsar el desarrollo y fomentar la política exterior, con la participación más decisiva en la lucha por el respeto a los derechos humanos, para que México sea más atractivo para los inversionistas.

 

En entrevista, el sociólogo indicó que con la llegada del nuevo gobierno, habrá intensa actividad diplomática, cultural y comercial con América Latina, por lo que durante los próximos meses todos países de la región efectuarán un seguimiento puntual por medio de la prensa y los observadores políticos.

 

Señaló que las pasadas elecciones presidenciales en México, se vieron con gran incertidumbre en América Latina, sobre todo por el hecho de que la oposición no estaba unida y se dudaba de esa posibilidad de un triunfo.

 

El investigador explicó que la imagen de México en América siempre ha sido la de un país diferente, con economía fuerte, a pesar de sus sucesivas crisis y sus serios problemas sociales, así como un régimen político sólidamente establecido, dentro del cual el PRI se veía como un partido único y de longevidad, lo que lo presentaba como caso excepcional en la región.

 

Sin embargo, puntualizó, esta sociedad mexicana plural con una cultura polifacética, mantenía déficits en materia de democracia electoral, que ahora parecen diluirse con su sucesión “aterciopelada” y sin violencia.

 

También causó sorpresa, destacó, la figura del candidato triunfador: “un político diferente a como habían sido vistos los anteriores presidentes mexicanos. Vicente Fox es algo más cercano a los políticos empresarios o empresarios políticos que gobiernan desde hace tiempo en muchos países de Latinoamérica".

 

El sector empresarial "ha sido de los más entusiastas en saludar a un mandatario con las características del presidente mexicano electo”, aseveró.

 

Sin embargo, Páez Montalbán hizo hincapié en que el entusiasmo regional ha sido un tanto cauteloso, porque si bien es cierto que a América Latina le interesa que a México le vaya bien, por ser "la puerta para ingresar en los mercados de Estados Unidos, estas esperanzas ya se habían visto frustradas a partir de la gran crisis del 94, en que el ´efecto tequila´ produjo tantas réplicas en otros países del surcontinente".

 

La transición que se produce en México, añadió, contrasta con los periodos de turbulencia registrados en varios países de la región, naciones con regímenes democráticos, fruto de cambios recientes que se creían logrados y definitivos.

 

Ejemplificó con las crisis que llevaron a las caídas de los presidentes en Ecuador y Paraguay, y a la redicción del tercer mandato presidencial en Perú, así como los acontecimientos en Bolivia, la difícil situación colombiana y el sacudimiento político en Chile a raíz del caso Pinochet.

 

Hechos, apuntó, que "deben llevarnos a considerar que los procesos democráticos, sobre todo los que implican una progresiva democratización de la sociedad, son procesos de largo alcance que no se cierran en una transición definitiva".

 

Frente a todo este panorama destaca la importancia de los cambios políticos en México. Por eso consideró que se va a observar muy puntualmente el desempeño del nuevo gobierno y, desde ahora, sus propuestas y planes para el futuro, condensadas en la expresión de Fox de “mirar al sur, para impulsar agresivamente las relaciones comerciales”.

 

En efecto, señaló, hay hechos interesantes como la primera visita de Fox a los países integrantes del Mercosur, para establecer contactos con los gobernantes de esos países y hablar de metas comunes, “con la esperanza de que puedan converger en esfuerzos de integración y no sólo en el plano económico”.

 

Páez Montalbán expuso que los países del Mercosur, a los que están asociados Bolivia y Chile, han avanzado, aún con muchas dificultades, dentro del proyecto de integración regional más acabado en la zona, a la vez que han intentado una progresiva vinculación con la Unión Europea.

 

Dentro de este contexto, dijo, si el nuevo gobierno establece un tratado de libre comercio con el Mercosur, al considerar que México a su vez tiene relaciones comerciales con América del Norte y la Unión Europea, “nuestro país quedaría como vértice en el cruce de caminos entre esos importantes bloques comerciales”.

 

Sin embargo, consideró, debe tomarse en cuenta que esta situación plantea grandes interrogantes respecto a sí el logro de esos objetivos concordará con los profundos cambios, necesarios al interior de los países latinoamericanos y a una conducción de esos procesos que responda, en primer lugar a sus necesidades más apremiantes.

 

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