Boletin: UNAM-2000/693 Lugar: Ciudad Universitaria
Fecha: Miércoles, 22 de Octubre de 200
INDISPENSABLE, QUE EL PRÓXIMO GOBIERNO REFORME LEYES Y REGLAMENTOS PARA COMBATIR LA CORRUPCIÓN

· Sergio Aguayo, de El Colegio de México, opinó que para ello la Secretaría de la Contraloría debe ser autónoma



· Participó en la conferencia “Democracia y corrupción política”, realizada en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Para combatir la corrupción el próximo gobierno deberá reformar leyes y reglamentos, eliminar la partida presupuestal secreta de la que,
constitucionalmente, puede hacer uso el presidente de la República y dar autonomía a la Secretaría de la Contraloría, entre otros cambios
administrativos, propuso Sergio Aguayo.


El profesor e investigador del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México subrayó que el reto principal de Vicente Fox será enfrentar
la corrupción, ante la tolerancia que tiene la sociedad frente a esta práctica.


Durante su participación en la conferencia "Democracia y corrupción política", que tuvo lugar en la Sala Lucio Mendieta y Núñez de la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales, destacó que el equipo del presidente electo "se metió en un enredo monumental” al proponer crear una Comisión de
Transparencia, pues aún quedan en el aire las preguntas: ¿hasta dónde podrá llegar?, ¿fundamentará cargos o sólo establecerá una verdad
histórica?


Además del combate a la corrupción en el sector público, señaló el especialista, también se debe trabajar dentro de la iniciativa privada y los partidos
políticos donde está inserta esta problemática. En México, resaltó, "existe una cultura de la corrupción, la cual nos costará mucho eliminar".


Sergio Aguayo puntualizó que en el combate a esta práctica ilícita es esencial la formación de especialistas en el tema y que las instituciones
educativas adecuen sus programas de estudios a las necesidades sociales, para comprender mejor este fenómeno.


A su vez, Ruth Zimmerling, profesora de la Universidad de Maguncia, Alemania, aseguró que hay tres elementos que ayudan a definir cuándo se
está ante un fenómeno de corrupción en particular: el primero, dijo, es la existencia de una violación a la norma referente al cargo público de la
persona involucrada.


El segundo, agregó, es cuando funcionarios públicos tienen el propósito de obtener una ganancia personal a través de su cargo. Y el tercer
elemento, es la presencia de un segundo beneficiado (físico o moral) -además del servidor público- que logra algo que no podría tener si no fuera
por su relación con éste.


Lo anterior, aseveró Zimmerling, implicaría la utilización de medios ilegítimos de acceso a funcionarios públicos, por ello se deben tener claras las
normas de conducta a seguir por los servidores públicos.


Manifestó que hay comportamientos ilícitos obvios y otros que no lo son tanto, por lo que “existe confusión en los casos de corrupción”. De esta
forma, aconsejó, para evitar el privilegio de los funcionarios públicos se habrían de establecer normas adicionales que delimiten su labor.



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