Boletin: UNAM-2000/672 Lugar: Ciudad Universitaria
Fecha: Domingo, 15 de Octubre de 2000
PADECEN 30 MILLONES DE MEXICANOS TRASTORNOS DEL SUEÑO

· Menos del 5 por ciento de la población afectada se atiende: Reyes Haro Valencia, director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM



· La somnolencia durante el día, es la segunda causa de accidentes automovilísticos y laborales, después del alcoholismo
Alrededor de 30 millones de mexicanos padecen alguno de los casi 100 trastornos del sueño que la medicina conoce, sin embargo, menos del 5 por
ciento de la población afectada se atiende, debido al desconocimiento que existe sobre este padecimiento.


Así lo señaló en entrevista el doctor Reyes Haro Valencia, director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, la más importante en América
Latina en la atención de estos padecimientos, quien agregó que el insomnio y la somnolencia excesiva durante el día (apnea del sueño) son las
principales manifestaciones.


El 10 por ciento de los afectados padece somnolencia durante el día, otro 10 por ciento sufre insomnio, y el resto padece algún otro trastorno del
sueño, como parasomnia (riesgo de muerte súbita en bebés), terrores nocturnos, sonambulismo.


Sólo 30 médicos en el país se dedican al estudio y tratamiento de estos padecimientos, por lo que hace falta orientación y capacitación, tanto a la
sociedad como a la comunidad médica en general, reconoció el universitario.

La somnolencia excesiva diurna, indicó, es la segunda causa de accidentes automovilísticos y laborales, después del alcoholismo, y generalmente
la padecen las personas roncadoras. "Roncar no es sinónimo de dormir bien, es un síntoma de una alteración respiratoria durante el sueño, que se
conoce como apnea del sueño".


La apnea del sueño, detalló Haro Valencia, cambia la personalidad del individuo, se vuelve irritable, tiene serios problemas de pareja, laborales y
escolares. El ronquido fuerte es el indicador más frecuente ya que existe dificultad para respirar durante algunos segundos y esto lo despierta; o
bien, tiene un sueño inquieto y por lo tanto tiene sueño excesivo durante el día, "cuando se presentan estos síntomas -manifestó el neurofisiólogo-
no tenemos duda de que se trata de una apnea obstructiva".


Las personas con este padecimiento están en riesgo de sufrir un infarto, un paro cardiorespiratorio durante el sueño, una embolia o un microinfarto
cerebral que las puede llevar a la muerte, advirtió.


Los factores de riesgo de la apnea del sueño son la obesidad y la forma anatómica de las vías respiratorias, amígdalas grandes, tener un cuello
corto. La apnea del sueño se presenta con mayor frecuencia en hombres de más de 30 años y en mujeres después de la menopausia, por falta de
hormonas y que tienden a la obesidad.


También existen formas de somnolencia diurna sin ronquido, indicó Haro Valencia, que se conoce como “la narcolepsia”, y quienes la padecen
-además de quedarse dormidos con gran facilidad- sufren parálisis durante el sueño, lo que causa gran angustia en el individuo.


En ocasiones para el individuo los sueños son como si los estuviera viviendo: actúa, habla, grita, tiene movimientos oculares rápidos y, con
frecuencia, son de contenido violento.


La narcolepsia, que muchas veces se confunde con la epilepsia nocturna, es un trastorno neurológico en el que no se da la clara disociación entre
los mecanismos que controlan la vigilia y la etapa del sueño más profunda, lo que ocasiona la necesidad mayor de dormir durante el día.


El insomnio se caracteriza por la dificultad del paciente para conciliar el

sueño durante la noche, "más del 90 por ciento de los que lo padecen, tienen malos hábitos de sueño, consumen estimulantes antes de irse a
acostar, como alcohol, tabaco, café, té y están sujetos a situaciones estresantes”, afirmó el universitario.


Este padecimiento se presenta con más frecuencia en las mujeres, ya que tienen etapas de mayor ansiedad y depresión por cambios hormonales,
pero también en hombres y mujeres durante la vejez.
Los pacientes insomnes tienden a crear la dependencia al reloj; todas las personas despertamos 5 veces durante la noche que son de corta
duración y no nos damos cuenta -explicó el médico-, sin embargo algunas se despiertan automáticamente, voltean a ver el reloj o los relojes que
tienen cerca, lo que provoca que sientan que no han dormido y que ya no tendrán mucho tiempo para hacerlo.


También existe la dependencia a la televisión, escuchar música o leer antes de dormir, lo que les dificulta conciliar el sueño.


Tener horarios irregulares para dormir -comentó el doctor Reyes Haro- es otra de las causas del insomnio, se levantan y se duermen a la hora que
sea, incluso los fines de semana los pacientes suelen permanecer en cama hasta muy tarde y siguen sintiendo que no duermen bien, intentan dormir
durante el día y no lo consiguen.


Muchas veces los familiares del paciente insomne no pueden realizar sus actividades normales para no despertarlo y resulta que cuando se

levanta el paciente dice que no durmió nada, con lo que se afecta la dinámica familiar.



El director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM señaló que durante todas las etapas de la vida se pueden presentar éstos o más
padecimientos, el 0.2 por ciento de los bebés recién nacidos presentan el riesgo de muerte súbita, esto significa que dejan de respirar durante el
sueño y muchas veces fallecen, situación que se puede evitar si los papás se dan cuenta a tiempo y los llevan al médico.


En la infancia (niños de 4 a 10 años) los trastornos más frecuentes son el ronquido y la apnea infantil, así como el sonambulismo y el terror nocturno.
Es decir, el niño se levanta llorando o gritando como si lo atacaran y una vez que se despierta no recuerda nada; también están las pesadillas,
orinarse o hablar dormidos, situaciones que son normales, pero si estos trastornos persisten en edades avanzadas es porque no recibieron
tratamiento y se puede considerar como un trastorno neurológico, aclaró Haro Valencia.


En la adolescencia se puede llegar a presentar la somnolencia diurna o el insomnio, pero generalmente el problema se atribuye a los cambios físicos
propios de la edad.


El tratamiento de los trastornos


La Clínica del Sueño de la UNAM se creó en 1998 y es, a la fecha, la única en América Latina donde se atienden estos padecimientos de forma
integral. Cuenta con 4 habitaciones para realizar el estudio de

Polisomnografía; atienden 2 neurofisiólogos, una neuróloga, una neuropediatra, 2 psicólogos, un psiquiatra y una nutrióloga.


Los objetivos, explicó su director, son, principalmente, brindarle atención especializada a la población a un costo 2 ó 3 veces menor que en otras
instituciones, así como realizar investigación en el área.


En los principales hospitales privados -comentó- el tratamiento de estos padecimientos tiene un costo muy alto; el estudio de evaluación por ejemplo,
cuesta entre 8 y 12 mil pesos, además de las consultas y el tratamiento.


En los institutos de Neurología, Enfermedades Respiratorias, en el Hospital de Psiquiatría o en el de Nutrición, no cuentan con la infraestructura
adecuada para tratar a los pacientes; en algunos se hace investigación pero no se presta servicio a la población o bien se atienden sólo los
problemas respiratorios durante el sueño como el ronquido o el dejar de respirar, sin ver los demás padecimientos, indicó.


En la Clínica del Sueño de la UNAM, que se ubica dentro del Hospital General Manuel Gea González, en la colonia Doctores, el estudio de
Polisomnografía tiene un costo de 5 mil pesos. Sin embargo, los universitarios y personas de escasos recursos tienen un descuento del 50 por
ciento, tanto en el estudio como en las consultas subsecuentes.


El costo es mínimo en relación con lo que cuesta la tecnología, explicó Reyes Haro Valencia, y a la semana atendemos alrededor de 50 pacientes
adultos y 10 bebés, pero sólo el 15 por ciento requiere del estudio de Polisomnografía.


El 75 por ciento de los pacientes acude voluntariamente a la Clínica del Sueño de la UNAM y lo hacen porque tienen problemas familiares, laborales
graves o después de haber sufrido un accidente automovilístico o de trabajo.


Para el estudio de Polisomnografía el paciente se queda a dormir una noche en la Clínica, donde se le hace la valoración completa, en la que se
observa su actividad cerebral, ahí se pueden detectar alteraciones neurológicas o psiquiátricas, también se aprecia su actividad muscular

para ver si tiene movimientos propios del dormir, para cambiar de postura o si se trata de crisis de narcolepsia o epilepsia que se presentan sólo
durante la noche, refirió el universitario.


"Monitoreamos la actividad ocular, la respiratoria, la intensidad del ronquido, la frecuencia cardiaca y los cambios en la saturación del oxígeno.
Además, estamos vigilando al paciente a través de video para correlacionar simultáneamente la conducta del paciente con las señales que su
cuerpo está produciendo".


Este estudio nos permite identificar la causa real del problema, de qué padecimiento se trata y cuál será el tratamiento a seguir, señaló. Si el problema
es leve se coloca una prótesis de avance mandibular en el paciente, que cuesta 2 mil pesos y que le despeja el área de las vías respiratorias para
permitir el paso del oxígeno; en los casos moderados o graves el paciente requiere dormir con una mascarilla de presión que se coloca en la nariz, lo
que rompe la obstrucción, retrae los tejidos y permite el paso del aire, o bien, la cirugía.


"Hacemos un llamado a la población en general y a la comunidad médica a interesarse en la atención de este problema, todos los trastornos del
sueño tienen solución y ya existe un lugar donde pueden acudir, atenderse o capacitarse”, concluyó.
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