Boletin: UNAM-2000/671 Lugar: Ciudad Universitaria
Fecha: Domingo, 15 de Octubre de 2000
VITAL CONTAR CON UNA LEY Y UNA COMISIÓN FEDERAL DE COMPETENCIA FORTALECIDAS

· La pretensión del gobierno es evitar pasar de los monopolios públicos a los privados, advierte el catedrático López Velarde del posgrado de

Derecho



· Ante la apertura del mercado es necesario proteger el empleo y la producción doméstica, recomienda Ruperto Patiño Manffer, jefe de la División de
La economía mexicana es una de las más abiertas del mundo y está en proceso de privatizar y abrir áreas económicas consideradas “sacrosantas”
por el código político, como es el caso de la electricidad o ciertas facetas de la industria petrolera. De ahí, la importancia de contar con una Ley y una
Comisión Federal de Competencia fortalecidas.


Alejandro López Velarde Estrada, profesor de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM, aseguró lo anterior en la
conferencia Vinculación del Derecho Competencial con diversas actividades económicas, dictada en esa dependencia.


En el marco de las actividades del 50 aniversario del posgrado en Derecho, el también catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México
(ITAM), señaló que la pretensión del gobierno mexicano es contar con un mercado libre de actividades perniciosas a la concurrencia de los agentes
económicos.


En el comercio, dijo, todos pretenden el monopolio; “como prestadores de servicios quisiéramos tener los clientes importantes y tratar de controlar
nuestro sector”. Ante tal situación, el gobierno mexicano pretende impedir el paso de monopolios públicos a privados.


Explicó que la competencia influye en todas las actividades económicas, contratos, transacciones y servicios. El sector público en sus tres niveles
-federal, estatal y municipal-, así como las personas físicas y morales están sujetas a la Ley de Competencia Económica.


En este contexto, por primera vez, la empresa “todopoderosa” de México, la que sufraga el gasto público en el país, Pemex, en la actualidad puede
ser denunciada por prácticas monopólicas ante la Comisión Federal de Competencia Económica, lo cual ha sido de gran ayuda y vitalidad para
terminar con los monopolios públicos.


Puntualizó que a pesar de que quedan excluidas de esa Ley las áreas estratégicas protegidas por la Constitución, así como los inventos y la
propiedad intelectual, es posible denunciar a esa empresa paraestatal porque ha modificado ordenamientos que aplican en forma específica a cada
uno de los sectores.


Tal es el caso, por ejemplo, de las leyes Reglamentaria del Servicio Ferroviario, Federal de Telecomunicaciones, de Puertos, de Aeropuertos y de
Navegación, que consagran la necesidad de observar los términos y condiciones que señala la Ley de Competencia Económica, tanto para
determinar precios y tarifas, como para el otorgamiento de concesiones y permisos, entre otros aspectos.


Se pretende, insistió, contar con regulaciones como las leyes de Comercio Exterior, Federal de Competencia Económica, y Federal de Protección al
Consumidor, con el propósito de tener un mercado libre de prácticas monopólicas, que son “instintivas” del ser humano y, en consecuencia, tener un
mercado sano y limpio, donde los beneficiarios seamos los usuarios finales, concluyó.


El jefe de la División de Estudios de Posgrado, Ruperto Patiño Manffer, explicó que existe una estrecha vinculación entre las leyes de competencia y
los mecanismos de comercio exterior.


En la medida en que el mercado se abre se beneficia la competencia. Pero ello supone de parte del gobierno el cumplimiento de sus compromisos
internacionales, para mantener abiertos los mercados y cuidar los proceso de producción.


Agregó que sí se debe promover la apertura del mercado, pero también es necesario proteger el empleo y la producción doméstica. Se tienen que
tomar medidas que defiendan el mercado interno, sin que se conviertan en disposiciones anticompetitivas, finalizó.
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