Boletin: UNAM-2000/598
Lugar: Ciudad Universitaria
Fecha: Martes, 26 de Septiembre de 2000
FUNDAMENTAL PARA MÉXICO
TRABAJAR EN LA OBTENCIÓN DE IMÁGENES SÍSMICAS EN PROFUNDIDAD
La obtención de imágenes
sísmicas en profundidad, especie de radiografía de las capas del subsuelo, es
una técnica reciente de la exploración petrolera en la que el país debe
trabajar arduamente, ya que facilita la identificación de las zonas donde
pudiera acumularse el hidrocarburo, aseguró Jorge Mendoza Amuchástegui, del
Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).
Tras ofrecer la conferencia
Imágenes sísmicas en profundidad en el Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM,
subrayó que las imágenes con las que comenzó la sismología de exploración son
útiles cuando los yacimientos se encuentran en una zona de fácil acceso, aunque
en México ya se acabaron. "Ahora debemos concentrarnos en áreas de
geología muy compleja en la cual la solución nos la dan las imágenes en
profundidad”.
El problema, dijo, es lograr
una imagen sísmica de profundidad, pues todo depende de la determinación de la
velocidad con la cual se propagan las ondas sísmicas. Este hecho tiene una
difícil solución porque requiere estimar dicha velocidad capa por capa.
Agregó que en el IMP se empezó
a hacer el esfuerzo de tomar ese tipo de imágenes, porque normalmente Pemex
–principal institución que las utiliza-, “ha sido un seguidor fuerte de
tecnología, no un desarrollador. Su política es adquirir las herramientas de
software, hardware, conocimiento de las compañías que están haciendo los
avances en investigación y en desarrollo”.
En cambio, destacó Mendoza, en
el IMP consideran que México debe incursionar en áreas clave de la exploración
petrolera, siendo una de ellas la toma de imágenes en profundidad, de tal
manera que se puedan obtener indicios de la forma que tienen las capas del
subsuelo y de su composición.“Pensamos que en el instituto hay un área de
investigación que se debe aprovechar para poder ofrecer soluciones a Pemex”,
aseguró.
Actualmente, señaló, Pemex
tiene distintos programas estratégicos, uno de los cuales consiste en aumentar
las reservas de gas. Pero para poder cumplir con ello, se tienen que adquirir
nuevos datos, revisitar lugares, reinterpretar zonas que sólo tenían imágenes
obtenidas con el método anterior, no en profundidad, para estimar con mayor
precisión las extensiones de los yacimientos y de esa manera obtener una cifra
de reservas más próxima a la realidad.
Por ejemplo, aseveró, la zona
de Cantarell, principal productora de petróleo en el país, debe estudiarse
mejor. “Si lo hacemos, podremos diseñar programas de explotación que sean los
más adecuados, programas de recuperación secundarios. Para realizarlo, tenemos
que tener un mejor conocimiento de cómo está el campo”, afirmó.
A su vez, Jaime Urrutia
Fucugauchi, director del IGf, indicó que la conferencia se inscribe dentro del
marco de uno de los proyectos prioritarios de este Instituto: el Laboratorio de
Procesado de Datos Sísmicos, que se inició hace más de dos años y medio y
comenzó a operar el año pasado.
Uno de los propósitos
principales de ese laboratorio es interactuar con los grupos de exploración de
yacimientos de petróleo del país y diseñar nuevas metodologías para el proceso
sísmico.
Agregó también que el programa
mencionado se relaciona directamente con el Proyecto de Yacimientos
Naturalmente Fracturados del IGf. La mayor parte de los yacimientos de petróleo
y gas en México, explicó, están en ese tipo de medios, que tienen la porosidad
y permeabilidad necesarias para permitir el flujo del gas y aceite, situación
diferente a lo que se tiene en otras partes del mundo.
Por ello, “una de las
prioridades de la investigación de Petróleos Mexicanos, el Instituto Mexicano
del Petróleo y la UNAM es entender mejor estos medios. Este es uno de los
proyectos prioritarios para la industria petrolera”.
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