Boletin:          UNAM-2000/594

Lugar: Ciudad Universitaria

Fecha: Lunes, 25 de Septiembre de 2000

 

MUCHAS ENFERMEDADES COMUNES ESTÁN DETERMINADAS GENÉTICAMENTE

 

 

Enfermedades como la diabetes y la ateroesclerosis, de gran prevalencia en México, tienen un componente hereditario muy claro, debido a que las personas que las padecen tienen genes que trasmiten a sus hijos, mismos que los hacen más susceptibles a estos padecimientos.

 

Señaló lo anterior la doctora Teresa Tusié Luna, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm), al dictar el seminario institucional Idiosincrasia genética de la población mexicana y el mapeo de genes en Diabetes Tipo II y Ateroesclerosis.

 

En el auditorio Francisco Alonso de Florida del IIBm, explicó que, sin embargo, los genes que predisponen a estas enfermedades son distintos entre los diversos tipos de poblaciones. Esto es, las causas genéticas que las provocan varían entre japoneses, franceses o italianos.

 

Por ejemplo, dijo, el organismo tiene como función vital mantener los niveles de glucosa en la sangre dentro de cierto parámetro, para realizar actividades cerebrales, movimientos o la digestión; si ese nivel sube o baja más allá del rango establecido se provoca la muerte de la persona.

 

De hecho, el páncreas, el hígado, el tejido adiposo y el cerebro pueden censar cuánta glucosa tenemos y en función de eso realizar ajustes en el metabolismo para mantener estables esos niveles, señaló.

 

Explicó que la cantidad de glucosa que hay en la sangre depende de muchas cosas: lo que uno come, el ejercicio que hace, las horas de sueño, el estrés, entre otras cuestiones. Por tanto, el control es individual.

 

De esta forma, “con tantos tejidos y mecanismos involucrados en la regulación de la glucosa no resulta raro que pueda haber mutaciones en distintos genes (no sólo del páncreas) que tengan que ver con el desarrollo de diabetes”.

 

Una persona, dijo, puede tener un gen mutado que sólo se expresa en el tejido adiposo y afecta secundariamente la capacidad de la insulina para incorporarse a los tejidos, con lo que se forma una cadena de reacciones.

 

Entonces, “mutaciones existentes no precisamente en los genes que intervienen en el mecanismo de función de la insulina también pueden causar diabetes”, aseveró.

 

Por tanto, aseguró en entrevista, es muy importante que investigadores mexicanos estudien estas enfermedades en la población de nuestro país, sólo así vamos a poder definir el componente genético que participa en esta población, independientemente de los hallazgos que se hayan hecho en otros lugares.

 

No se va a poder, como en farmacología, depender de los desarrollos extranjeros, porque si se diseña un método diagnóstico a nivel molecular para diabetes en Suiza o Inglaterra, al probarlo en la población de nuestro país los resultados saldrían negativos, porque estará basado en los genes que causan la enfermedad a esas poblaciones.

 

Indicó también que en su laboratorio relativamente cuenta con lo necesario para desarrollar este tipo de investigación; ha recibido apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, DGAPA, Funsalud, la Fundación Rockefeller, la Academia de Ciencias del Tercer Mundo, pero aún así los recursos son limitados, pues requieren de más espacio y gente preparada para ello.

 

“Todo depende de a qué velocidad queremos avanzar”. En su caso, han estudiado dos enfermedades, la diabetes y la ateroesclerosis y apenas estamos empezando a darnos cuenta de cuántos genes nos vamos a encontrar, con qué frecuencia; pero qué pasa con la hipertensión, con la obesidad, con la osteoporosis”, concluyó.

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