Boletin:          UNAM-2000/563

Lugar: Ciudad Universitaria

Fecha: Miércoles, 13 de Septiembre de 2000

 

UNO DE CADA CUATRO ESTUDIANTES DE POSGRADO DEL PAÍS, ESTÁ EN LA UNAM: DE LA FUENTE

 

 

El rector Juan Ramón de la Fuente ofreció todo el apoyo al Postgrado, ya que es prioritario para mantener el peso fundamental que tiene la Universidad Nacional en ese nivel profesional, en el que uno de cada cuatro estudiantes del país lo hace en la UNAM. Ello demuestra, resaltó, que la institución sigue siendo la máxima casa de estudios.

 

Al reinstalar el Consejo Consultivo de Estudios de Postgrado, en el que designó a 20 nuevos integrantes, el rector subrayó que, por su nivel de excelencia, la UNAM mantiene su prestigio y liderazgo.

 

Agregó que ese nivel de excelencia debe continuar como pauta de lo que es el Postgrado, pero al mismo tiempo es necesario que su trabajo institucional sea ejemplar hacia adentro y hacia fuera. De ahí, señaló, la necesidad de que ese nivel profesional se fortalezca.

 

A los nuevos miembros del Consejo Consultivo de Estudios de Postgrado, les dijo que su tarea es delicada y de gran trascendencia, pues de sus deliberaciones y decisiones saldrán las políticas que permitirán sostener este nivel.

 

El Consejo Consultivo de Estudios de Postgrado tiene como función ayudar a orientar y fortalecer los estudios de ese nivel en la Universidad. Está conformado por 20 profesores e investigadores reconocidos, recién designados por el rector, quienes ocuparán ese cargo por un periodo de dos años.

 

Explicó que luego de una revisión de las estructuras de los cuerpos colegiados de la UNAM, de la legislación interna y de las distintas áreas, así como debido a la importancia de los CAAS, consideró indispensable integrar el Consejo Consultivo de Estudios de Postgrado y tomar las medidas necesarias para que funcione adecuadamente.

 

Razón por la cual pidió a los nuevos integrantes del Consejo tener plena conciencia de la importancia de estos cuerpos colegiados, dado que son la mejor expresión de la democracia universitaria. Sólo de esta manera, aseguró, "nos daremos cuenta de dónde podemos estar fallando".

 

En su mensaje, De la Fuente agregó: "si queremos fortalecer a nuestra Universidad y hacer cambios en las condiciones, necesitamos empezar por tener plena conciencia de la necesidad de que las estructuras y nuestra legislación funcionen. Y después hacer propuestas para mejorar y ampliar el campo de acción".

 

Para esto, añadió el rector, los CAAS hicieron una auscultación y selección entre los académicos más prestigiados, quienes podrían contribuir a que el Consejo se convierta en el órgano más importante para definir y dirimir las políticas de postgrado.

 

La aceptación de los académicos para participar en el Consejo, aclaró, conlleva una gran responsabilidad que comparten las autoridades universitarias, por lo que se deslindarán con precisión las atribuciones de las dos partes.

 

Juan Ramón de la Fuente se comprometió a apoyar las políticas finales del Postgrado de la UNAM que los consejeros acuerden. Dijo que el Consejo estará presidido por el secretario general Enrique del Val, sesionará en forma regular -en los primeros meses con mayor frecuencia- sin caer en esquemas inerciales, porque deberá revisar los distintos postgrados para redefinir sus tareas y resolver los problemas que tengan.

 

Consideró que el propio reglamento debe ser revisado para romper en forma gradual con las estructuras verticales y rígidas y lograr su mejoramiento y enriquecimiento.

 

Se requiere, precisó el rector, hacer un compromiso y un esfuerzo para que la UNAM continúe como la que congrega a los mejores jóvenes que el país ha formado y, como institución, para no fallarle a la sociedad que la auspicia.

 

Al informar las condiciones en que se encuentra el postgrado de la UNAM, la directora general de Estudios de Postgrado, Rosaura Ruiz, señaló que ante los retos y desafíos que se vislumbran para el nuevo milenio, la UNAM debe plantearse una transformación para enfrentarlos con la capacidad y suficiencia que ha mostrado en otros momentos críticos y que son parte de su tradición.

 

Abundó que la Universidad Nacional es pionera en la formación de recursos humanos de nivel postgrado y, con una experiencia que rebasa los 70 años, ha desarrollado todas las áreas del saber, tiene una importante infraestructura y una planta docente de la más alta calidad académica para sustentarlo, fortalecerlo e impulsar su desarrollo continuo.

 

El Consejo Consultivo de Estudios de Posgrado quedó integrado de la siguiente manera:

 

En el área de las Ciencias Físico-Matemáticas y las Ingenierías figuran Angel Tamariz Mascarua, de la Facultad de Ciencias; Zoltán de Cserna de Gombos, del Instituto de Geología; Alejandro Frank Hoeflich, del Instituto de Ciencias Nucleares; Jacinto Viqueira Landa, de la Facultad de Ingeniería, y Javier Bracho Carpizo del Instituto de Matemáticas. El coordinador es Rafael Pérez Pascual.

 

Por el área de las Ciencias Biológicas y de la Salud, coordinada por Georges Dreyfus Cortés, participan Patricia Ileana Joseph Bravo, del Instituto de Biotecnología; Carlos Larralde Rangel, del Instituto de Investigaciones Biomédicas; Ruy Pérez Tamayo, de la Facultad de Medicina; Ana Hoffmann Mendizabal, de la Facultad de Ciencias, y Carlos Salvador Galina Hidalgo, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.

 

En las Ciencias Sociales, Elena Sandoval Espinosa, de la Facultad de Economía; Mónica Verea Campos, del Centro de Investigaciones sobre Américadel Norte; Jaime Litvak King, del Instituto de Investigaciones Antropológicas; Jorge Witker Velásquez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, y Javier Nieto Gutiérrez, de la Facultad de Psicología. Está coordinada por Fernando Serrano Migallón.

 

El área de las Humanidades y las Artes, cuyo coordinador es Gonzalo Celorio Blasco, está integrada por Graciela Hierro Pérez-Castro, del Programa Universitario de Estudios de Género; Ricardo Natalio Sánchez Puentes, del Centro de Estudios sobre la Universidad; Fernando López Carmona, de la Facultad de Arquitectura; Cristina González Ortiz, de la ENEP Acatlán, y José Moreno de Alba, del Instituto de Investigaciones Filológicas.

 

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