Boletin:          UNAM-2000/555

Lugar: Ciudad Universitaria

Fecha: Martes, 12 de Septiembre de 2000

 

MÍNIMO EFECTO DE LAS CAMPAÑAS ELECTORALES EN LA DECISIÓN DEL VOTO: ULISES BELTRÁN

 

 

La evidencia científica ha comprobado que el efecto de las campañas electorales sobre la decisión del voto es mínima o marginal, aseguró Ulises Beltrán, representante de la Secretaría Técnica de la presidencia de la República.

 

El funcionario federal expuso como ejemplo el caso de los debates televisados entre los candidatos a la presidencia en los Estados Unidos, que tienen un impacto insignificante en la preferencia de los votantes.

 

Las campañas electorales, explicó, se anulan a sí mismas, pues todos los candidatos y partidos compiten por los mismos espacios públicos. Agregó que su influencia se da en otras variables, como la movilización de los simpatizantes y la jerarquización de los temas de discusión.

 

En este último punto, añadió, es donde puede darse la mayor influencia de los medios de comunicación, pues los estímulos que estos transmiten, al cabo del tiempo motivan la decisión del público en torno a los problemas más importantes.

 

Al hablar en la segunda mesa del seminario interinstitucional "El 2 de julio: reflexiones posteriores", en la que participaron Juan Pablo González, analista político de Infored; Rosalía Winocour, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO); José Luis Exeni, de la FLACSO; Miguel Acosta, de la Academia Mexicana de Derechos Humanos; y Yolanda Meyenberg del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Beltrán dijo que la participación de los medios de comunicación en el último proceso electoral fue inédita.

 

El triunfo electoral de Vicente Fox, puntualizó, se dio en un marco de apertura por parte de los medios de comunicación, y al mismo tiempo de un monitoreo sin precedentes sobre el papel de éstos.

 

José Luis Exeni, académico de la FLACSO, señaló que la mayor influencia de los medios de comunicación en el pasado proceso electoral puede conducir a la democracia mediática en la cual los medios se convierten en el foro privilegiado para el debate político.

 

Lo más evidente, precisó, es la transformación que la acción de estos actores ejercen sobre la política y los procesos electorales. Por ejemplo, agregó, ya no se habla del apoyo a los candidatos sino de su posicionamiento en el mercado.

 

Con esto, indicó, los candidatos presidenciales se convierten en un producto envasado para el consumo de los medios, cuya presentación al público busca más una reacción de carácter afectivo que un apoyo informado a sus propuestas.

 

Rosalía Winocour, por su parte, refirió que los medios buscaron hacer creíble el cambio no como una forma de legitimarlo, sino de legitimarse a sí mismos al buscar mayor credibilidad.

 

Al mismo tiempo que se abrieron mayores espacios al público para manifestarse, apuntó, fue notable la proliferación de lugares de análisis y opiniones de expertos. Con esto, señaló, se dio una academización del cambio.

 

Juan Pablo González sostuvo, por su parte, que la responsabilidad de los medios de comunicación en las democracias en desarrollo es aún mayor que la de aquéllos que pertenecen a sociedades más maduras.

 

Su papel, dijo, es de ofrecer los instrumentos para el análisis y la toma de posiciones respecto a los asuntos públicos. En resumen, dijo, es responsabilidad de los medios dar a los individuos la posibilidad de convertirse en ciudadanos.

 

Este martes continuarán los trabajos del seminario con una mesa redonda sobre los sondeos de opinión, en la que participarán funcionarios de empresas encargadas de realizar encuestas electorales.

 

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