Boletin: UNAM-2000/554
Lugar: Ciudad Universitaria
Fecha: Lunes, 11 de Septiembre de 2000
EL CAMPO MEXICANO NECESITA
UNIFICAR PRODUCCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN: AGUILAR GÓMEZ
Para sacar adelante al sector
agropecuario mexicano es necesario que el Estado instrumente una política en la
que se unifique la producción y la comercialización, afirmó Javier de Jesús
Aguilar Gómez, profesor de economía agropecuaria de la Facultad de Economía
(FE) de la UNAM.
Al hacer un balance general
del sector en la presente administración, el catedrático señaló que los
programas de apoyo al campo no dieron los resultados esperados y que se gastó
más dinero en combatir la pobreza que en apoyar proyectos productivos que
eviten la generación de ésta.
Si bien el presupuesto federal
destinado al campo pasó de 13 mil 19 millones, en 1996, a casi 25 mil millones,
en este año, los efectos de la inflación y las variaciones en el tipo de cambio
han hecho que éste permanezca constante en términos reales, aseguró Aguilar
Gómez quien agregó que no obstante ello, el presupuesto federal para el agro es
cada vez más pequeño con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) del país,
durante los noventa.
Si bien es cierto, agregó, que
la participación en el PIB nacional de este sector es cada vez más pequeña, no
ocurre lo mismo con la industria agroalimentaria.
En este caso, la participación
aumentó, pues esa industria adquiere sus materias primas del campo cada vez más
baratas pero no transfiere, en buena parte de los casos, esta baja de los
precios a la sociedad.
De este modo, indicó, los
consumidores finales compran los productos transformados cada vez más caros,
como puede apreciarse en particular en las tortillas de harina de maíz, el pan
de harina de trigo, la sopa de pasta hecha con trigo, los jugos de fruta y los
lácteos.
El catedrático explicó que al
examinarse la estructura de las partidas presupuestarias, se advierte que en
éstas no se ha buscado integrar todas las fases del proceso de
producción-transformación-comercialización-consumo final, con una política bien
definida.
La comercialización, añadió,
es confundida con la compraventa y no con un proceso conformado por varias
actividades para hacer llegar el producto del campo hasta la mesa del
consumidor, como son almacenamiento, transporte, etiquetado y empaquetado,
entre otras.
No se pensó en inducir el
desarrollo de almacenes, normas, prácticas de selección y clasificación, así
como capacitación de mercados, es decir, instrumentos que vincularan las
actividades para facilitar el flujo de los productos, lo que no necesariamente
implicaba otorgar mayores subsidios.
Por este motivo, manifestó, el
diseño de la política presupuestal para orientar las actividades económicas del
campo, productivas, comerciales y de transformación, deben partir de considerar
toda la cadena y buscar que todas las actividades que las conforman queden
unidas para garantizar el tránsito de los productos hasta el consumidor final.
Aguilar Gómez sugirió asimismo
aplicar un instrumento jurídico, tomado de la experiencia francesa, para lograr
un mejor desarrollo del sector agropecuario del país. Se trata, dijo, de un
convenio de explotación territorial, en el que los productores y los gobiernos
federal y estatales contraigan obligaciones específicas, como una nueva forma
de institucionalizar la actividad del sector e involucrar a las organizaciones
de productores legalmente constituidas.
El catedrático de la FE
expuso, finalmente, que deben ser revisados ciertos acuerdos comerciales, ya que
sus resultados hasta ahora no han sido positivos.
En el caso del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la balanza comercial con los
Estados Unidos muestra que han crecido las exportaciones a ese país de algunas
hortalizas, camarón, cerveza y conservas, y aumentaron las importaciones de
carne de res, de pollo, en resumen, de casi todos los productos agropecuarios.
Por otra parte, añadió, no
existen ni en el TLCAN ni en el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea,
normas con respecto a los productos que se importan, que protejan la salud de
los mexicanos que los van a consumir.
--0o0--