Boletin:          UNAM-2000/541

Lugar: Ciudad Universitaria

Fecha: Jueves, 07 de Septiembre de 2000

 

LA UNIVERSIDAD NACIONAL MANTIENE VIVA LA TRADICIÓN ARTÍSTICA DEL MURALISMO

 

 

El muralismo mexicano sigue vigente como forma de expresión artística pública y destinada a las grandes masas y es objeto de estudio por parte de especialistas nacionales y extranjeros, como se ha demostrado en las actividades que realiza la UNAM y que han contribuido a profundizar el conocimiento sobre los artistas del país que cultivaron esta modalidad plástica.

 

A través de la celebración de seminarios y la reciente producción de dos CD-ROM, la obra de artistas como Siqueiros, Orozco y Rivera cobra nueva vida en los ámbitos académicos nacionales e internacionales y plantea nuevas interpretaciones al mensaje social de los grandes murales de la primera mitad del siglo XX.

 

En la clausura de la “Reunión Internacional Re-visión del Muralismo del Siglo XX (décadas 20-40) México-Estados Unidos” que tuvo lugar en el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, Leticia López Orozco manifestó que aún con las innovaciones técnicas y temáticas, el muralismo se mantiene como una alternativa para exponer la problemática social de nuestro país.

 

Esta afirmación, que la académica calificó de realista y no retórica, contradice a quienes sostienen que la pintura mural ha fallecido, pues “el cadáverdel muralismo, como piensan muchos, aún respira y tiene signos vitales”.

 

En el marco de este seminario se presentaron los CD-ROM “Los murales de la SEP 1924-1932”, que presenta una visión novedosa de las obras que Diego Rivera realizó en los edificios de esa dependencia federal, y “La obra mural de David Alfaro Siqueiros”, realizados por el IIE, el último de ellos en colaboración con el Centro Nacional de las Artes.

 

En el disco compacto, dedicado a Rivera, se incluyen textos con información nueva que ofrecen una interpretación distinta acerca de lo que el artista mexicano quería proyectar con sus murales, lectura que permite desentrañar el contenido más oculto de esas obras y la relación del pintor con la masonería.

 

El documento digital, producto de los trabajos del seminario: “Una nueva visión del muralismo”, que también organizó el IIE, combina los recursos de la tecnología moderna para ofrecer al público un enfoque multidisciplinario de esta obra.

 

El CD-ROM referido a Siqueiros cumple, según afirmó en su presentación Rafael Cruz Arvea, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), con el compromiso ético de transmitir a las nuevas generaciones uno de los legados más importantes en la historia del arte mexicano contemporáneo.

 

Acorde con la propuesta del propio artista de involucrar al espectador en su obra, el CD-ROM permite al usuario navegar en un espacio previamente establecido y recorrerlo como si lo hiciera dentro de un contexto arquitectónico real.

 

El disco contiene lo relativo a los murales realizados por Siqueiros en la Escuela Nacional Preparatoria y el ex Colegio de San lldefonso, expuesto tanto desde la perspectiva cronológica como temática.

 

En la “Reunión Internacional Re-visión del Muralismo del Siglo XX (décadas 20-40) México–Estados Unidos”, se dieron cita además investigadores de Europa y América, quienes realizaron un recorrido por la vasta obra de los llamados “tres grandes” –Rivera, Orozco y Siqueiros- y de otros artistas del continente que cultivaron esta forma expresiva y que fueron influidos por aquéllos.

 

El impacto de los pintores mexicanos superó las fronteras geográficas e ideológicas, pues sus fundamentos estéticos y sus mensajes sociales pueden encontrarse en países tan diferentes como Cuba y los Estados Unidos.

 

En el primer caso, los artistas cubanos, y en general los caribeños, encontraron en los mexicanos una alternativa a las vanguardias europeas que les permitió elaborar una forma de expresión propia, como lo expuso en su participación la investigadora Olga María Rodríguez Bolufé, de la Universidad de la Habana.

 

La obra pictórica que se desarrollaba en México contenía elementos que trascendían lo típicamente nacional, lo cual sirvió a los pintores del Caribe como paradigma estético y social para sus propias creaciones.

 

En los Estados Unidos, por otra parte, hacia finales de la primera mitad del siglo XX los artistas del New Deal (así llamados por su identificación con la política del mismo nombre, impulsada por el entonces presidente Roosevelt), vivieron un contexto social al amparo de organizaciones como el Partido Comunista de ese país, lo que los acercó a las convicciones políticas de los muralistas mexicanos.

 

Andrew Hemingway, investigador de la University College de Londres, en su ponencia analizó la influencia de los pintores mexicanos en ese grupo de artistas norteamericanos, cuya obra puede apreciarse en algunas oficinas públicas del vecino país, y que en su periodo de formación aprendieron de “los tres grandes” de México.

 

En las obras de estos pintores estadounidenses puede apreciarse tanto la similitud en la técnica el fresco como cierto paralelismo en el mensaje, donde destacan las figuras de los trabajadores y personajes como Abraham Lincoln, a quien se ubica como héroe de la emancipación racial.

 

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