Boletin: UNAM-2000/485 Lugar: Ciudad Universitaria
Fecha: Miércoles, 23 de Agosto de 2000
CON SU LLEGADA A LA DEMOCRACIA, MÉXICO ADQUIRIÓ UNA POSICIÓN DE FUERZA FRENTE A ESTADOS UNIDOS

· Se esperan beneficios para el país, con la visita de Vicente Fox a la Unión Americana: José Luis Valdés



· Dijo que México podría lograr una posición de vanguardia en el continente
Con su llegada a la democracia, con los resultados electorales del 2 de julio, le permite a México negociar temas como soberanía y seguridad
nacional con los diferentes actores internacionales, sobre todo Estados Unidos y Europa, desde una posición de fuerza que ningún otro gobierno
había tenido, aseguró José Luis Valdés Ugalde, especialista del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.

Con ello, precisó, se espera que la visita del presidente electo Vicente Fox a la Unión Americana beneficie a México, pues el país tiene la posibilidad
de obtener la justa posición que merece como interlocutor, mediante un trato igualitario.

Entrevistado en el marco del seminario internacional sobre “Las políticas exteriores de Estados Unidos, Canadá y México en el umbral del siglo XXI”,
el investigador del CISAN resaltó que en la medida en que se consoliden las instituciones democráticas, como el Instituto Federal Electoral (IFE), esta
relación bilateral podría plantear frutos y beneficios que le permitan a México lograr una posición de vanguardia en el continente.

Luego de participar en la mesa “Las diplomacias regionales hacia América Latina”, realizada en el auditorio Mario de la Cueva de Ciudad
Universitaria, en la que se refirió a este tema, el investigador de la UNAM del área de Estados Unidos explicó que la visita de Fox Quesada al cono
sur del Continente Americano refuerza su posición frente esa nación, porque tras un largo periodo de administraciones priístas, es la primera vez
que un gobierno democrático tiene posibilidades de negociar en una posición de fuerza con Norteamérica.

Explicó que la visita a Argentina, Chile, Brasil y Uruguay, y el tratamiento de temas fundamentales como la transición democrática, le permiten a Fox
apuntalarse para negociar aspectos esenciales como la migración, la certificación y la integración comercial.

Valdés Ugalde detalló que la certificación antidrogas debería rediscutirse, por ser una medida estadounidense antidemocrática e intervencionista; y
en el rubro de la migración, México plantea la necesidad de una política industrial de Estado, de manera que se consolide un mercado de trabajo en
el país para emplear a todos los connacionales.

REVISAR LA POLÍTICA EXTERIOR

Antes, durante el desarrollo de la mesa “Las diplomacias regionales hacia Europa”, Alejandro Chanona, profesor de carrera titular de la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), comentó que con sus pronunciamientos durante la reciente gira por Sudamérica, Vicente Fox también inició la
revisión de la doctrina de política exterior mexicana y las formas de articulación entre ésta y la económica.

De esta manera, expuso, Fox Quesada busca crear un nuevo proyecto de política económica exterior de México que supere las contradicciones de
acción y revierta el déficit prevaleciente hacia esa región en materia comercial.

Planteó que con base en la nueva política de comercio exterior, México tiene una nueva opción para diversificar su mercado, pues en este año
entraron en vigor dos nuevos tratados comerciales –el de la Unión Europea y el de Israel-; mientras que para el 2001 se signará el tratado con el
Triángulo Norte, constituido por El Salvador, Guatemala y Honduras.

Una vez firmados estos acuerdos, México tendrá nueve tratados comerciales con 27 países, lo cual traerá para el comercio exterior grandes
cambios en los próximos 20 años.

Sin embargo, el especialista en regionalismos comparados y política exterior advirtió que estos tratados no son ni serán la panacea para el comercio
exterior mexicano si antes no se impulsa una política de competitividad hacia el interior de la economía nacional.

Esta política, abundó, debe tener como objetivo primario la mejora de la productividad, para que todas las regiones y los sectores productivos se
integren al mismo modelo de desarrollo, dado que hasta ahora el comercio interno “está en proceso de aletargamiento en comparación al sector
exportador que tiene un importante crecimiento”.

Alejandro Chanona estableció que en vista del conjunto de indefiniciones que se dan entre las políticas exterior y económica que conforman la nueva
política de comercio exterior y de tratados comerciales, será una tarea sustantiva que la diversificación hacia Europa se sustente en una revisión
profunda de los esquemas de coordinación y organización intergubernamental de la administración pública.

En su amplia exposición, el investigador del CISAN indicó que la relación con Europa siempre ha sido significativa para México. La Unión Europea
(UE) tiene una población conjunta de 375 millones de habitantes; el Producto Interno Bruto (PIB) comunitario es de 8.3 billones de dólares, equivalente
al de Estados Unidos, y concentra alrededor de la quinta parte del comercio mundial.

La UE, añadió, tiene un gran peso e influencia política y económica en la dinámica de las relaciones internacionales, además de ser el segundo socio
comercial de México, con el 6.5 por ciento de participación con un valor de 18 mil 47 millones de dólares, y la segunda fuente de inversión extranjera
directa a nivel nacional con el 20.3 por ciento.

Además, en 1999 las cuatro mil 104 empresas con capital europeo representaron el 22.6 por ciento de las 18 mil 162 sociedades con inversión
extranjera directa en el país.

EN EL 2002, REUNIÓN DE LA APEC

En la penúltima mesa de trabajo del seminario Cecilia Ramírez, directora general para Asia-Pacífico y sus organismos, de la Secretaría de Relaciones
Exteriores comentó que para el año 2002 México será sede de la reunión de la APEC, foro gubernamental de consulta informal y no de negociación,
cuyos propósitos son mantener el crecimiento y el desarrollo económico de la región, así como contribuir al crecimiento económico mundial y
aprovechar sus beneficios.

Además, dicho organismo internacional de cooperación busca fortalecer el sistema multilateral de comercio y reducir las barreras al intercambio de
bienes y servicios y a los flujos de inversión.
Ese encuentro, dijo, será importante para el país porque la APEC permite a las naciones integrantes incrementar y diversificar sus intercambios,
identificar oportunidades de cooperación y beneficiarse de las ventajas que se presenten en los campos comercial, industrial, tecnológico y
educativo, entre otros.

Por su parte, Carlos Uscanga, catedrático de la FCPyS de la UNAM, se refirió a los mecanismos de la APEC para conciliar las diferencias culturales y
económicas regionales. Comentó que el organismo tiene un concepto que sintetiza esa inquietud: la cooperación en la diversidad.

Destacó que uno de los puntos fundamentales de la APEC es su capacidad de hacer coincidir, dentro de un espacio geográfico, diferentes
economías con distintos grados de desarrollo y con diversas perspectivas culturales.

Apuntó que si México tuviera que definir un tema central a discutir en la próxima reunión a la que acudirán los líderes económicos de los países
miembros, “tendríamos que escudriñar el proceso de cooperación económica y técnica; esto sería saludable y daría un punto distintivo a México”,
concluyó.

TECNOLOGÍA, GLOBALIZACIÓN Y AGENDA INTERNACIONAL
Durante la última mesa de trabajo, intitulada “Los nuevos temas del nuevo siglo”, se abordaron los desafíos que impone el nuevo milenio a las
naciones del orbe, desde las perspectivas tecnológicas, políticas y diplomáticas.

En su intervención, Richard W. Mansbach de la Universidad Estatal de Iowa, al tratar el tema de la tecnología y las relaciones internacionales, se
refirió a la influencia del internet en las políticas internas y externas de las naciones. Al respecto, indicó que el uso de la red puede ser benéfico al
estimular la conciencia democrática, o negativo al posibilitar al mismo tiempo la aparición de nuevos controles centralizados de la información.

Por su parte, Janine Brodie, de la Universidad de Alberta, Canadá,

explicó que la globalización ha permitido desterritorializar las experiencias sociales, lo que ha permitido un avance político más rápido de la sociedad
civil que de los estados.
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