Boletin: UNAM-2000/477 Lugar: Ciudad Universitaria
Fecha: Domingo, 20 de Agosto de 2000
EL POPOCATÉPETL, VOLCAN MEJOR MONITOREADO DEL MUNDO

· La UNAM instaló 22 sismógrafos digitales en el cráter, que funcionan con energía de paneles solares



· Tienen mayor rango para medir los movimiento del volcán y capacidad para detectar sismos no asociados con éste
El Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM en cooperación con el Centro de Geociencias de Potsdam, Alemania, y el Servicio Geológico de Estados
Unidos, instalaron recientemente un nuevo equipo de monitoreo en el Popocatépetl. Se trata de la Red Densa de Sismógrafos Digitales de Banda
Ancha, que contribuye a que este volcán sea uno de los mejor instrumentados y monitoreados del mundo.

Desde el pasado mes de noviembre se instalaron en la parte más cercana al cráter 22 instrumentos sismológicos de banda ancha totalmente
autónomos, que obtienen su energía a través de paneles solares, 16 de los cuales se ubican en la parte superior del volcán y seis a niveles más
bajos.

Estas herramientas -que monitorean las señales termovolcánicas y los eventos volcanotectónico-, tienen un rango mucho más amplio para medir los
movimientos telúricos provocados por el volcán y poseen la capacidad de medir sismos no asociados con éste.

Hasta hace poco tiempo, explicó Jaime Urrutia Fucugauchi, director del IGf, la red sólo tenía 10 instrumentos de monitoreo, siete de los cuales eran
de los llamados de periodo corto y tres de banda ancha, de éstos sólo uno es el que tiene el rango más amplio.

La instalación de estos 22 instrumentos sismológicos “tienen justo el rango más amplio; es decir, pasamos de un equipo de banda ancha a 23 en
operación”, precisó Urrutia Fucugauchi quien aseguró que de esta manera Don Goyo es uno de los volcanes mejor instrumentados para su
observación en el ámbito internacional.

Dijo que esta tecnología funcionará durante varios meses, todo dependerá de las condiciones del volcán y de su actividad eruptiva. Su objetivo es
entender las causas que generan la actividad volcánica, una de las principales preocupaciones y responsabilidades tanto del Centro Nacional de
Prevención de Desastres (Cenapred) como de la UNAM.

En ese sentido, el investigador universitario indicó que aunque la actividad en el Popocatépetl se mantiene estable, los eventos de ceniza y gases
continúan, pues en algunos casos alcanzan columnas de hasta cinco kilómetros de altura.

Explicó que en los últimos años se ha mantenido una red sísmica con alrededor de 10 estaciones operando en el volcán, tres de las cuales son de
banda ancha, lo que constituye uno de los pilares fundamentales de la red de monitoreo actual.

Los sismos asociados con el movimiento del magma son de magnitudes pequeñas, por lo que requieren de una instrumentación más sensible. De
este modo, concluyó Jaime Urrutia, las 22 estaciones que se suman a la red de monitoreo del Popocatépetl abren la posibilidad de estudiar el origen
de la actividad sísmica en el volcán y comprender la actividad eruptiva del coloso, el mecanismo de ascenso del magma y las condiciones que
actualmente presenta el volcán.

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