Boletin: UNAM-2000/475 Lugar: Ciudad Universitaria
Fecha: Sábado, 19 de Agosto de 2000
SATISFACER LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS DE LA POBLACIÓN EN EL 2050 TENDRÁ GRAVES CONSECUENCIAS PARA EL PLANETA:
JOSÉ SARUKHÁN

· Algunas de ellas serán la destrucción de sistemas naturales y el agotamiento de las pesquerías



· Cada año se genera en el planeta un excedente de tres mil millones de toneladas de CO2 que no pueden ser absorbido por los sistemas naturales
De acuerdo con el consumo de energía que se tiene actualmente en el mundo, y según las previsiones de crecimiento demográfico para los próximos
50 años que son de nueve mil 500 millones, la cantidad de energía que se va a requerir para satisfacer sus necesidades tendrá graves efectos
sobre el planeta, aseguró José Sarukhán, coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad y ex rector
de la UNAM.

Al participar en el ciclo Ciencia, conciencia y café, organizado por la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, con la charla Prohibido tirar basura,
sostuvo que los efectos más claros serán la destrucción de muchos sistemas naturales que se están adecuando como campos agrícolas y el
agotamiento de las pesquerías (se calcula que hoy alrededor del 85 por ciento de éstas en el mundo están en crisis).

Sin embargo, advirtió que por razones naturales el consumo de energía genera desechos, que pueden ser calor, basura o producir bióxido de
carbono (CO2). Hoy se produce tal cantidad de este gas, que cada año en el planeta hay un exceso de tres mil millones de toneladas que se
acumulan y ya no pueden ser absorbidas por los sistemas naturales.

El ex rector de la UNAM explicó que ecosistemas como selvas, bosques, praderas, palmares y el mar captan el CO2, lo convierten por proceso
fotosintético en tejidos, en productos primarios que después son consumidos en la cadena trófica. Pero al destruir esos ecosistemas ya no son
capaces de mantener en equilibrio el CO2 en la atmósfera, lo que está provocando un exceso de CO2 de tres mil millones de toneladas al año.

En la Casa de Francia de la UNAM, Sarukhán Kérmez comentó que esos sistemas naturales se están destruyendo a gran velocidad, tan sólo en
nuestro país la tasa de deforestación es de casi 600 mil hectáreas al año, sin ser uno de los países de más severa deforestación.

Reconoció que si bien el CO2 no es el único gas que se está acumulando en la atmósfera, porque hay otros como metano, óxidos de nitrógeno y
clorofluoro carburos, entre otros, la acumulación de éste provoca el efecto invernadero, que a su vez afecta los ecosistemas globales. Por ejemplo,
la combinación de la deforestación y los cambios en los regímenes climáticos con grandes lluvias han producido las enormes inundaciones que
hemos visto hace poco.

Además, Sarukhán comentó que siempre se ha dicho que todos los problemas ambientales tienen como raíz el crecimiento poblacional, que ha sido
exponencial. Sin embargo, si bien la especie humana es la única que hasta ahora ha podido crecer de esa manera, no lo podrá hacer por más tiempo
porque matemáticamente es imposible. Todas las especies tienen un crecimiento exponencial que después se estabiliza por una serie de
reguladores como el espacio, la disponibilidad de alimentos, la competencia con otros animales y los depredadores.

El otro elemento que se agrega a este crecimiento exponencial en la demanda de recursos y energía, cada uno de nosotros desde que nace hasta
que muere utiliza energía, no sólo la que consume en alimentos, sino en todo lo que requerimos y usamos cada día.

Sarukhán explicó que se calcula que lo que consume una persona de un país desarrollado, desde que nace hasta que muere, es como si le
prendieran un foco de 12 Kilowats en la cabeza. Por el contrario, en los países no desarrollados es como si se le prendiera a cada niño un foco de
un kilowat.

Aseguró que para tener un planeta más o menos estable se requiere que su foco no consuma más de tres o cuatro kilowats por habitante cuando
seamos nueve mil 500 millones de personas.

Esto –reconoció- lleva al planteamiento de una nueva filosofía de lo que deben ser los estándares de vida de la gente y también del papel del homo
sapiens como especie del proceso de evolución de este planeta. “Vamos a considerarnos como parte de ese proceso de evolución, tratar de
convivir y mantener ese proceso de evolución o vamos a meternos en una ruta suicida”, alertó

La doctora María Laura Franco, del Centro Nacional de Investigación y Capacitación Ambiental del Instituto Nacional de Ecología dijo, por su parte,
que desde 1988 cuando surgió la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección Ambiental, se han observado baches que se han tenido que ir
cubriendo.

La problemática de los desechos como tales está desde su volumen hasta su clasificación misma. Es un tema que causa mucha polémica, y no ha
sido sencillo establecer la legislación, pero se ha ido avanzando poco a poco en nuestro país. Sin embargo, si no hay una participación activa e
interesada de la población será difícil solucionar este problema, concluyó.

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