Boletin:          UNAM-2000/455      

Lugar: Ciudad Universitaria

Fecha: Miércoles, 09 de Agosto de 2000

 

NUEVA METODOLOGÍA PARA EL DESARROLLO DE VACUNAS CONTRA EL VENENO DE ESCORPIÓN

 

 

Por primera vez en México, el Grupo de Genética Molecular del departamento de Biotecnología del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIB) de la UNAM, desarrolló una metodología que abre nuevas perspectivas en el desarrollo de vacunas contra el veneno del Centruroides noxius, el escorpión más peligroso del país.

 

Phage display (Pd) –nombre de esta metodología–, aparece en 1990. Sus primeros usos dentro de la biomedicina sobre todo fueron técnicos, pero a partir de los últimos cinco años se utiliza también para resolver problemas específicos dentro de esta rama de la ciencia, como la elaboración de vacunas.

 

La base de la Pd es la expresión de proteínas en la superficie de los fagos, parásitos de las bacterias, aquellos microorganismos que “infectan a las bacterias, se multiplican dentro de ellas y después salen”.

 

Karlen Gazarian Gazarian, jefe del Grupo de Genética Molecular del Departamento de Biotecnología del IIB, explicó que entre las ventajas de utilizar a los fagos como modelo de estudio se encuentra el factor de amplificación, es decir, su capacidad de multiplicarse: en 40 minutos pueden obtenerse de 60 a 100 fagos, mientras que con una bacteria en ese mismo tiempo se obtienen dos o cuatro células.

 

Como las proteínas de los fagos se expresan en su superficie, se pueden utilizar “sin la eliminación de estos parásitos, lo que significa que no se necesita purificarlas”.

 

Esto, reduce los costos de los experimentos y lo convierte en uno de los mejores sistemas para expresar, seleccionar y utilizar las proteínas, aseveró Gazarian.

 

Asimismo, Phage display ayuda a resolver problemas biomédicos relacionados con el desarrollo de nuevas medicinas y vacunas. El especialista afirmó que pueden utilizar para este fin los epítopos, es decir, las partes de las proteínas que provocan una reacción inmune contra agentes patógenos.

 

Durante casi 200 años, continuó, se utilizaban agentes patógenos muertos para la elaboración de las vacunas con el objetivo de inducir inmunidad, pero no para combatir la enfermedad que provocan y esta metodología está todavía en uso.

 

Posteriormente se usaron péptidos obtenidos químicamente y, en los últimos 10 años, se elaboraron con base en epítopos, los cuales son una buena opción para crear el antiveneno, debido a que las toxinas -que también son proteínas- no pueden ser utilizadas en ello, dada la alta posibilidad de intoxicación.

 

El primer paso que siguieron en ese sentido fue encontrar un epítopo en superficie de una de las toxinas del Centruroides noxius.

 

Por el momento, dijo que no tienen ninguna vacuna “y no se podrá hacer hasta dentro de dos o tres años”. Sólo han desarrollado el procedimiento, la investigación básica, y después podrá presentarse un programa de investigación para poder obtenerla.

 

Señaló que se busca una vacuna inyectable que contenga solamente una toxina del veneno del escorpión. Este último, representa un problema específico de la elaboración de las vacunas contra cualquier toxina.

 

La investigación se encuentra en el periodo de prueba con animales -ya han sido inyectado algunos ratones con los epítopos-, aunque se espera que en septiembre estén listos los resultados de la inmunización.

 

Gazarian Gazarian, quien trabaja esta investigación en colaboración con Louviral Possani, del Instituto de Biotecnología, durante 20 años ha investigado venenos de escorpiones mexicanos y tiene un gran número de trabajos al respecto, señaló que esperan que esta metodología sea un avance en el desarrollo de vacunas.

 

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