Boletin:       UNAM-2000/451    

Lugar:         Ciudad Universitaria

Fecha:         Domingo, 06 de Agosto de 2000

 

CASI 9 MILLONES DE MEXICANOS EN EDAD DE LABORAR CARECEN DE EMPLEO FORMAL REMUNERADO

 

 

De acuerdo con las cifras de INEGI y Conapo casi nueve millones de mexicanos de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, en edad de trabajar, no tienen una ocupación formal y remunerada.

 

Así lo señaló el doctor Alejandro Montoya Mendoza, académico de la Facultad de Economía (FE) de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien destacó que el reto de las economías de todos los países es generar empleos formales y bien remunerados para sustentar su crecimiento.

 

Entre 1970 y 1998 –explicó el universitario– en nuestro país la PEA creció de 13 millones a 38 millones, es decir, se triplicó. Sin embargo, la ocupación creció sólo a 29 millones, con lo cual el desempleo quedó en nueve millones de personas en edad de trabajar.

 

Durante la conferencia Las Nuevas Teorías del Crecimiento Económico, Montoya Mendoza detalló que el crecimiento de la PEA durante las últimas tres décadas ha sido de 4.1 por ciento, en tanto que el de la ocupación ha sido de 3.1 por ciento. Mientras la economía mexicana en 1970 crecía al 4.7 por ciento, en la década de los 80 –caracterizada por la CEPAL como la década perdida– el crecimiento se redujo a 2.5 y durante los noventa su ascenso fue de 1.8 puntos porcentuales.

 

Esto quiere decir, indicó el universitario, que la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto es mucho menor a la de la ocupación, la cual representa un punto porcentual menos que la PEA.

 

“Esta brecha entre quienes demandan empleo y quienes lo tienen, requiere que la economía crezca por lo menos al 4.6 por ciento anual para acortarse”, estimó Montoya Mendoza.

 

El escenario para México en los próximos 40 años, indicó, es una economía pobre y una población vieja según estadísticas del INEGI y del Consejo Nacional de Población. En este sentido, “es necesario ofrecer alternativas de desarrollo económico, crear un volumen de empleos de calidad bien remunerados y alcanzar un desarrollo sustentable”.

 

El estudio de las nuevas teorías del crecimiento económico es indispensable para entender nuestra economía y aportar alternativas. Actualmente, señaló, ninguna institución de educación superior del país incluye esta materia en la licenciatura y cuestionó la preparación de los egresados de esta carrera para aportar alternativas de desarrollo.

 

“El interés por el estudio del crecimiento económico seguirá durante el siglo XXI, ya que numerosas economías tienen bajos niveles de ingreso per cápita y sobre todo, en años recientes, han tenido bajas tasas de crecimiento”, agregó Montoya.

 

“Sin el desarrollo de las economías, atendiendo los nuevos factores del crecimiento como el conocimiento y la tecnología, no se puede pretender elevar el nivel de vida y de empleo de la población”, concluyó.

 

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